Otra vez mucho calor en las tribunas y frío en la cancha.
Una buena oportunidad de sumar de a tres fue dilapidada, ante un Almirante
Brown humilde pero sereno, que vino a cumplir con el manual que les enseñó
Héctor Rivoira. Una horripilante versión del equipo de Kudelka, que tiene
muchísimo por hacer para dejar atrás esta oscura y tenebrosa versión de Huracán
2013
Caruso, remendado, en la lucha por el balón
Parecía arrancar bien la calurosa tarde en el Ducó.
Corrían poco más de cinco minutos, y Espinoza le ponía bien el pecho a un balón
alto salvando el lateral, en velocidad se metía en diagonal al área, para
rematar bien fuerte al arco visitante; con esfuerzo Cacace mandaba al corner.
Pero esa opción clarita era solo un espejismo, ya que después del minuto veinte,
las cosas se iban a poner de mal en peor. Hasta ahí, Huracán mantenía el
control de un partido en el que Capurro pretendía tomar el liderazgo en la
mitad de la cancha. Justamente una falta suya en ese minuto fatídico, y una
posterior reacción de un rival (el lungo y feo central Carballo), dejó con
amarilla al volante del Globo, y con tarjeta roja al de Almirante. El panorama
aparentaba abrirse, pero en este club, nada es o que parece.
A partir de allí, se cansó de manejar la pelota, sin
lograr nada absolutamente. O Arano y Ferrero que la rifaban, o Defederico que
la perdía, era todo el menú que ofrecía un equipo limitado. No obstante se las
ingenio para al menos tener dos chances, medianamente riesgosas, una al
juntarse Mandarino con Espinoza, que cuando remataba fue trabado; y otra cuando
Caruso, con una especie de taco pretende definir y la tira afuera, pero cerca.
Pero todo se esfumó más, cuando sobre los treinta y ocho minutos, Capurro deja
la cancha (si, otra vez lesionado), y entra Arraya.
Imaginen que si con tres delanteros (?) la cosa no iba
bien, con cuatro fue peor. Y más todavía si le sumamos que a poco de comenzar
el segundo tiempo, Arano cede un corner por tonto, y de ese corner, el nueve
rival Grahl, lo primerea a Mandarino, solita cabecea y convierte la ventaja
para el visitante, que hasta allí, no había hecho casi nada en posición de
ataque.
De más está decir que el calor y las sensaciones de este
Huracán, dejaron en llamas a los hinchas, que con puteadas varias, dejaron de
alentar para insultar y silbar. Kudelka encendió la chispa de la esperanza al
hacer entrara a Romero Gamarra (por Mandarino también lesionado), que ahí nomás
casi empata, con un pelotazo que fue salvado in extremis por la defensa de
Almirante. Pero creo yo, poco después Kudelka equivoca el último cambio,
sacando a Defederico, que bien podría haber merecido salir, y poniendo a
Milano, lo que sirvió solo para amontonar escasas voluntades en ataque, que
encima ahora se chocaban entre ellos. Cinco jugadores de ataque y cinco de
defensa, partidos y todos zozobrantes. En especial, los defensa, que dan terror
ante cada avance del rival, por poco riesgosos que fueran.
El partido poco a poco entró en la zona del bochazo feo y
recto de Ferrero, Domínguez o Arano para los rechazos rivales, que seguían bien
cerraditos atrás y saliendo de contra, que más de una vez asustó a propios y
extraños en el estadio. Pero a tres minutos del tiempo cumplido, uno de esos
bochazos es despejado por uno y otro defensor de la “fragata”, con un poco de
suerte para nosotros, ya que la bola cae en el único jugador propio con
lucidez, Romero Gamarra, que de cabeza habilita perfectamente a Juan Arraya,
que hasta ahí era un fantasma en el césped, para que tranquilo cambie la
dirección de la “redonda”, al palo más lejano de Cacace y empatar el partido.
El final encontró al Globo “a la carga Barracas”, pero de
mala manera, con Arano perdiendo todos los intentos y cediendo contras en el
pero momento del juego, en síntesis, “la Gran Huracán”. No obstante también
tendría una clarita, ya que tras un bochazo de Ferrero, Caruso bastante libre
en el vértice del área grande, se equivoca al definir y la tira por arriba del
arco rival.
El final con empate, llegó con un estridente “que se vayan
todos, que no quede ni uno solo...” que fue impiadoso pero justo, y bañó a
todos y cada uno de los jugadores y cuerpo técnico. Y creo yo también, lo hizo
sobre esta dirigencia, principal culpable de los desaguisados de 2013, y
también de los de 2012 y 2011; bastante recurrentes, ¿no?
Síntesis
Huracán 1 - 1 Almirante Brown
Huracán: Gastón Monzón; Leonardo Zaragoza, Alexis Ferrero,
Eduardo Domínguez, Carlos Arano; Germán Mandarino, Alejandro Capurro, Lucas
Villarruel; Cristian Espinoza, Leandro Caruso, Matías Defederico. DT:
Frank Kudelka.
Almirante Brown: Ezequiel Cacace; Emanuel Olivera, Héctor F. Carballo,
Sebastián Ibars, Ezequiel Garré; Mauro D. Marrone, Sergio Meza Sánchez, Gastón
C. Giménez, Federico Presedo; Francisco Grahl, Diego Nadaya. DT: Héctor Rivoira
Goles: 5 2T Francisco Grahl (AB) de
cabeza tras un corner de la derecha / 42 2T Juan Arraya (H) de cabeza tras
pase, también de cabeza de Romero Gamarra.
Árbitro: Ariel Suárez (bien)
Cambios: 38 1T Juan Arraya por Capurro
(H) / 9 2T Alejandro Romero Gamarra por Mandarino (H) / 13 2T Mauro Milano por
Defederico (H) / 19 2T Luis Arias por Nadaya (AB) / 37 2T Gerardo Menseguez por
Grahl (AB) / 40 2T Diego M. Ceballos por Presedo (AB).
Amonestados: Capurro (H) / Garré, Meza
Sánchez, Presedo, Marrone (AB)
Expulsados: 19 1T
Carballo (AB) / 46 2T Marrone (AB)
Figura del partido: Mauro Marrone (AB)
Figura de Huracán: Alejandro
Romero Gamarra
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