lunes, 4 de noviembre de 2013

La flecha que marca el destino

Son muchas las veces en que me pongo a pensar, cual es el designio divino, que tan mal trata a Huracán. ¿Será real que una manada de gliptodontes, millones de años atrás, orinó en demasía sobre los actuales terrenos que ocupa el Ducó? Yo a esta altura, reniego de las cuestiones futbolísticas para explicar porque no venció el Globo a los mendocinos. Por supuesto que explicaciones hay, porque, por ejemplo, en los minutos finales no se supo pinchar las acciones y dejar que el tiempo pase de otra manera que no sea con la presión de un rival, que si bien lo había buscado, no había sido muy incisivo.



No he visto el partido en su totalidad para poder expresar el comentario completo, por eso voy a transcribir, como lo hago cuando así pasa, a mis amigos de Soy Quemero y Revolución Quemera. Pero me quedo con tres o cuatro ideas:

1)    El estado físico de los jugadores de Huracán, dista de ser bueno, en relación a los del resto de los equipos. Esa cuestión juega en contra, sobretodo en los minutos finales de cada partido.
2)    Huracán es uno cuando ataca y otro cuando defiende. Se hizo ostensible sobre el final del primer tiempo. Es un equipo partido, al que desbordan fácilmente, pero que empieza a encontrar juego asociado, el que le faltó en las primeras catorce fechas.
3)   Esa idea de juego asociado, nació sobretodo a partir de lo hecho por Villafañez y Defederico, ambos de buen partido, pero rendidos físicamente.
4)    Arraya querido (?), no te podés perder ese gol.....


Este el comentario de Nicolás Ziccardi de Soy Quemero:

Con Flecha de vencimiento


Huracán jugó mal y arrancó en desventaja, sin embargo una ráfaga de goles le permitió dar vuelta el resultado en apenas tres minutos. En el complemento el equipo cedió el protagonismo e Independiente Rivadavia de Mendoza consiguió el empate a segundos del minuto 49, con un bombazo al ángulo. Para colmo Juan Arraya erró de forma increíble una situación de gol inmejorable en la última bola de una tarde en donde el Globo volvió a perder puntos en el Ducó. ¿Qué hacemos de acá a Julio? La ilusión, por el piso.

Poca expectativa para ver al Globo en cancha, tras una pálida actuación con derrota en Tucumán y en un día y horario que dejó a muchísima gente sin posibilidad de acompañar al equipo. Frank Kudelka realizaba modificaciones en su debut como entrenador Quemero en el Palacio, retornando Mandarino al primer equipo en lugar del lesionado Mancinelli y Cuesta volviendo al mediocampo dejando en el banco a Villarruel. Lucas Villafañez salía del freezer para reemplazar a Gonzalo Martínez como armador, y el comodorense tendría la primera situación de gol a favor, con varios minutos ya jugados, mediante un potente derechazo de media distancia que se fue apenas desviado.

Huracán lograba agarrar la pelota y hacerla circular por el medio, sin embargo nuevamente se nublaba cuando debía cambiar de ritmo en tres cuartos de cancha y abastecer al único punta, Arraya, que poco hacía para meterse en la sintonía ofensiva del equipo. Milano trasladaba la pelota del medio a las inmediaciones del área, pero sus esporádicas apariciones no terminaban de ser importantes. Llegando a la media hora de juego comenzarían las situaciones de gol, en el marco de un partido con un nivel de juego bastante pobre. Matías Defederico la toma en el medio campo, traslada y toca para Villafañez. Este devuelve la pared con un buen taco y Defederico ejecuta un remate en la medialuna que se desvía por poco. Pese a acercarse era Independiente de Mendoza quien comenzaba a controlar la pelota y lanzarla cerca del arco de Monzón, incluso quedando al borde del gol con un centro de Fernández que González Vega no logra meter solo y sin arquero. La visita volvió a tenerlo con G. Vega, que recibe un centro cruzado y tras un mal cierre de Ferrero queda solo dentro del área malogrando su remate.

Independiente se perdía, con poco, situaciones muy claras. Sin embargo y en el minuto 38 Diego Tonetto toma la pelota por izquierda y la pasa para Pérez. Este duerme a Cuesta jugando la pared de primera para que el propio Tonetto gane la espalda ante una lenta respuesta de Mandarino, se meta en el área con facilidad y pase, casi sin tocar el balón, el aparatoso e ineficiente cierre de un Alexis Ferrero que volvió a fallar. Tonetto sigue solo y juega al medio para Javier Rossi, el “Bicho” la mete sin Monzón a la vista y con Domínguez haciéndole sombra. Ganaba la visita.

El terror volvía a inundar cada rincón del Palacio pero Huracán tendría de inmediato una respuesta casi inesperada. Cuatro minutos después de la desventaja Villafañez, pegado a la raya izquierda, habilita de derecha un buen pique al espacio vació de Alejandro Capurro. El volante se mete al área y toca con sutileza la pelota de zurda, ante una floja salida de Ayala, para encontrar el oportuno ingreso de Juan Arraya, quien sin arquero empuja de palomita a la soledad de la red y anota el empate parcial.

La euforia por el empate contagió al equipo, que se pondría en ventaja 180 segundos después. Matías Defederico toma el balón en tres cuartos, la zona donde marca diferencia, traslada entre rivales y toca, con túnel incluido, para encontrar en el vértice izquierdo del área a Lucas Villafañez. El volante limpia con un enganche a su marca y define de derecha al primer palo para marcar el dos a uno. Huracán daba vuelta el resultado en cuestión de minutos y se iba al descanso con una sorprendente ventaja.

Pero la facilidad que mostró el equipo para cambiar el rumbo del partido se terminaba con el primer tiempo, y ya en la segunda mitad el equipo comenzó a retrasar sus líneas y regalarle espacios a Independiente Rivadavia. El conjunto visitante no tuvo grandes jugadas de gol, no pegó pelotas en los postes ni tampoco hizo revolcar a Monzón, simplemente aprovechó el terreno cedido y se dedicó a lanzar balones lo más cerca posible del uno Quemero. Con la salida de Villafañez, tras el primer cuarto, el equipo perdió la poca tenencia que tenía y comenzó a jugar de contragolpe. Muchos avances tuvo el equipo, uno desaprovechado por Mauro Milano, otro que finalizó con un remate de Defederico que se fue realmente cerca del palo y el tercero una jugada increíblemente despilfarrada por Arraya. El ingresado Gonzalo Martínez toma el balón en el centro del campo y se mete a pura velocidad en el área, engancha para su zurda y ejecuta un centro/tiro que Juan Arraya no logra conectar en el palo contrario, pese a tirarse con toda su humanidad erra de manera incomprensible el balón, pero eso todavía no era nada…

Independiente siguió fiel a su librito y se acercaba al arco de la tribuna Bonavena cada vez con más constancia. Sin peligro, pero con una regularidad que hacía parecer de Huracán el equipo visitante. El Globo ya no la tenía, mantuvo cuatro atacantes natos en el terreno (Milano, Arraya, Martínez y Defederico/Romero Gamarra) pero casi no tenía la pelota en terreno rival. Ya no generaba situaciones de gol y la defensa despejaba el peligro con bochazos rápidos y sin destino. Ya sobre el final del partido Independiente Rivadavia seguía cascoteando con balones altos y Gastón Monzón se lucía haciéndose grande en su área, sin grandes atajadas más sí con seguridad para descolgar. Los eternos cuatro minutos que adicionó Pablo Díaz llegaban a su ocaso y el local tenía un córner a favor (Tras tirar una pared en el área grande, ante toda la defensa del Globo) que finalizaría con un lateral ofensivo. Poco se hizo para evitar que Tonetto lanzara el centro tras el saque de manos, mucho menos hicieron los seis jugadores de campo que estaban dentro del área para impedir que dos jugadores rivales (uno de ellos, Josué Ayala) se metieran hasta el área chica para forzar una floja pero exigida respuesta de Monzón, que deja el balón muerto en el área. Arano se lanza al piso pero nada puede hacer para evitar que Parisi deje pasar la pelota y Rodrigo Gutiérrez ejecute, sin molestia alguna, un disparo espectacular para clavar la pelota en el ángulo derecho y decretar el empate final.

La parda con gusto a derrota estuvo a punto de no ser, ya que Díaz se apiadó y dejó al Globo una jugada más. Gonzalo Martínez juega un preciso pelotazo para la solitaria aparición de Mauro Milano, quien dentro del área baja de cabeza el balón y se lo deja servido en bandeja de plata al aún más libre Juan José Arraya. Pero vaya a saber alguien lo que le pasó al Jujeño, que puso la pierna con tantas dudas que ni siquiera rozó el balón. No había arquero ni defensores, eran Arraya el balón y la línea de gol. El centrodelantero se nubló y el ya increíble resultado final fue inamovible.

Los análisis sobran en partidos como este. Pasó de todo en los últimos dos minutos, pero antes hubo otros noventa y tres en los que Huracán hizo muy poco mérito para quedarse con los tres puntos. Una ráfaga individual sobre el cierre del primer tiempo nos ilusionó, pero un pobrísimo segundo tiempo nos devolvió de un hondazo a la triste y cruda realidad. Se vienen dos escollos complicadísimos de visitante. Kudelka debe demostrar su muñeca como entrenador para lograr que este plantel pésimamente diagramado pueda salir airoso de Pergamino y Banfield. ¿Hay tiempo para revertir este presente? Los números marcan que sí, la realidad del equipo nos hace desear con apuro que ya sea junio del 2014


Y aquí Juan Peñalba para Revolución Quemera:

Esto es Huracán


ilencio. Silencio total. Algunos se agarraban la cabeza.  Otros golpeaban el cemento. Algunos insultaban al aire y otros se reían de los nervios. Era un silencio que hablaba mucho. Y que dejó de serlo cuando festejaban en el banco rival. Huracán empató pero volvió a perder  Huracán sigue perdiendo.

Terminado el partido, Marcial Leo y yo volvíamos en el auto. Hasta el minuto 48 con 30 segundos, destacábamos el buen primer tiempo con la intención de jugar en campo rival, rotaciones constantes de los delanteros y volantes ofensivos y la buena reacción que tuvo el equipo: dio vuelta el resultado en 5 minutos con buenas jugadas colectivas. También hablamos de los errores, claro, como el de Arano en lamentarse previamente en el ataque que terminó en festejo de la Lepra tras un cierre pésimo de Ferrero y mala cobertura defensiva. Pese a eso, el equipo se fue con aplausos los primeros 45 minutos.

En el complemento había dos caminos: buscar el tercero o aferrarse a la victoria mínima. Se decidieron por el segundo carril. Huracán defendió cerca de Monzón, sólo tuvo un contragolpe y lo sufrió al final. Por eso, el análisis hasta los 48 con 30 segundos sirve de poco. Porque la parda de ellos nos debilitó una vez más. Porque poco interesa saber que Milano hizo a amonestar a muchos rivales, que Cuesta rindió bien como volante central y que cuando Defederico se halló en el terreno, el Globo fue punzante en el ataque. Lo positivo se esfumó y le dio paso a lo negativo. De las buenas actuaciones, nos quedamos con la malo por ese gol que llegó al minuto 48 con 58 segundos: ¿ningún jugador no pudo llevarse la pelota a 100 metros de nuestro arquero? ¿Por qué no pueden despejar más lejos nuestros defensores? ¿Por qué Villarruel no se preocupa por tener la pelota y no por quejarse? ¿Es mala suerte o negligencia?

Encima, luego del empate, Arraya, nuestro Villegas versión 2013, tuvo el triunfo en su pie, abajo del arco y con el partido a nada de finalizar. La Flecha falló y erró un gol de esos que aparecen en los primeros puestos de las burradas de esos programas de fin de año.

Improvisar con jugadores en puestos FUNDAMENTALES es dar mucha ventaja. La CD y Mohamed olvidaron cerrar contratos en posiciones vitales para el andamiaje de cualquier equipo que se cree profesional. Kudelka tiene que seguir trabajando con la pelota y refrescar conceptos tácticos a varios de sus dirigidos. Otra vez vamos a mirar más la tabla de abajo que la de arriba. Huracán ya no sorprende. Huracán nos acostumbra. Y eso es peor...




Síntesis

Huracán 2 – 2 Independiente Rivadavia (Mendoza)


Huracán: Gastón Monzón; Germán Mandarino, Alexis Ferrero, Eduardo Domínguez, Carlos Arano; Alejandro Capurro, Víctor Cuesta; Matías Defederico, Lucas Villafañez, Mauro Milano; y Juan Arraya. DT: Frank Kudelka.

Independiente Rivadavia (Mendoza): Josué Ayala; Walter García, Ariel Agüero, Leandro Caballero, Lucas Parisi; Abel Peralta, Emiliano Fernández, Diego Tonetto, Ezequiel Pérez; Diego González Vega y Javier Rossi. DT: Roberto Trotta.

Goles: 38 1T Javier Rossi (IR) toca al gol en el área chica, tras centro atrás de Tonetto, en buena jugada individual / 42 1T Juan Arraya (H) de cabeza al arco vacío, tras toque de Capurro ante la mala salida de Ayala / 45 1T Lucas Villafañez (H) define de buena manera en el área con un enganche, tras excelente pase de Defederico / 49 2T Rodrigo Gutiérrez (IR) con remate alto y fuerte dentro del área, tras rebote de Monzón y mal despeje de Arano.

Árbitro: Pablo Díaz (bien)

Cambios: 13 2T Martín Gómez por Pérez (IR) / 15 2T Gonzalo Martínez por Villafañez (H) / 24 2T Héctor Cardozo por Parisi (IR) / 32 2T Lucas Villarruel por Defederico (H) / 36 2T Rodrigo Gutiérrez por Peralta (IR) / 38 Alejandro Romero Gamarra por Capurro (H).

Amonestados: Milano, Villarruel (H) / Peralta, Pérez, Parisi, Caballero (IR)

Figura del partido: Matías Defederico



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