Los quemeros
sabemos que Huracán no tiene piso. Que los últimos 40 años, son un tobogán
hacia donde no sabemos aún. Quinta derrota consecutiva, esta vez, ante un
equipo humilde y recién ascendido, que además jugaba con diez. Una derrota que
significó el final del tercer mandato de Antonio Mohamed al frente de Huracán.
Quiso el
designio de la vida que solo pueda ver unos cuantos minutos del juego ante
Brown de Adrogué. Esos minutos me bastaron para ver un conjunto sin alma. Sin
ningún punto a favor y hasta sin ganas.
Voy a dejar
plasmado en mi blog, el modo de ver el partido, y el momento, de mis amigos,
Nicolás Ziccardi de Soy Quemero y Juan Peñalba de Revolución Quemera cada uno a
su manera, interpretando de manera genial, este juego y su después.
El comentario
de Juan Peñalba para Revolución Quemera:
Recuerdo en junio. No hace
mucho. El mismo Mohamed, en plena
semifinal de la Copa Libertadores, anunciaba que se iba del Tijuana para volver
a su país. En ese entonces, los dirigentes decidían no renovarle el contrato a
Llop que había tenido buenos números pero su relación con la barra no era la
mejor y tampoco había cumplido con el requisito de pelear el campeonato.
Recuerdo que hubo una
presentación muy linda en la Sede ante 1000 personas. Huracán figuraba en los
medios porque su entrenador estaba en un momento genial. El 90% estábamos
felices por la llegada del Turco.
Se fue armando el equipo y
de esa tarea de encargó Mohamed. Quizá allí estuvo el primer gran error: los
dirigentes le dieron el camino libre a un tipo que sabe mucho pero que no tenía
límites. Llegaron dos arqueros y ningún 8, por ejemplo.
Pensábamos, en voz baja, que
los nombres no eran rutilantes, pero confiábamos en el armado de un equipo. De
un grupo. Pretemporada en Santa Fe y prioridad a muchos juveniles.
Supuestamente se iba a cuidar una economía no renovando contratos caros
pero trayendo a Caruso porque no quedaba otra.
En los primeros partidos,
Huracán no mereció perder en ninguno. Pero había sonreído solamente en dos.
Luego tuvo su punto más alto con una victoria ante Ferro y todo se desmoronó
cuando caímos ante Independiente. Injustamente, es verídico, pero el Globo había sido bondadoso con el
rival una vez más.
Después de la caída ante el
Rojo, nunca más se recuperó el plantel. Probó de todo. Y esas modificaciones no
cambiaron nada. Sólo se logró más confusión.
Finalmente, el golpe
definitivo lo dio Brown de Adrogué. El humilde equipo de Vicó que aniquiló a
Independiente y luego a Huracán. No soportó otra derrota y Mohamed se fue.
En su momento, nos
criticaron porque opinamos que el entrenador NO ERA EL ÚNICO HÉROE en este lío
llamado Huracán. Nos molestó, en su momento, la humildad que se había perdido.
Un día, en medio de una conferencia, Mohamed sonrió e hizo una chicana con San
Lorenzo y Boedo. Analicen la situación, ACTUAL, de cada institución. Ni pena
damos.
Huracán tiene que cambiar TODO.
Tienen que llegar una nueva generación. Gente capaz que sepa manejar un club.
Dejarse de joder con sueldos altos. Formar una identidad, un estilo. No
quedarse en Patricios, en el tango. En junio, la imaginación de muchos era con
Huracán en Primera. Recién van 10 fechas y ya se nos fue el qué creíamos que
tenía la solución mágica. ¿A quién carajo quieren los jugadores? Guardiola está
en Alemania y Mou en el Chelsea. El Chapulín Colorado está viejo y con
problemas de salud.
Cuando más enfermo está, más
hay que quererlo y acompañarlo. Los únicos héroes somos nosotros. Los que
estuvimos siempre. Dando lo que podemos y sin pedirle nada. Es hora de pedir.
De pedir seriedad y compromiso. Unirnos y tirar a la miérda los egos estúpidos
que nos están destruyendo. Huracán no tiene piso.
El comentario
de Nicolás Ziccardi de Soy Quemero:
Huracán perdió su quinto
partido al hilo tras caer como local frente al ascendido Brown de Adrogué. El
Globo también perdió algo impensado, ya que Antonio Mohamed presentó la renuncia
tras finalizar el cotejo. La historia de amor y reencuentro finalizó con
Huracán desangrado, atravesando el peor momento desde el último descenso y con
un equipo que no da ningún tipo de respuestas.
Toda la ilusión que generó
el regreso de Antonio Mohamed se termina yendo por un barranco en apenas un
cuarto de campeonato. Con siete derrotas en diez juegos, las cinco últimas
consecutivas y tan solo anotando un gol, el Turco deja con su partida a un
plantel que generó dudas desde el primer día. Jugadores en nivel muy bajo,
reiteradas bajas por expulsiones, lesiones y una cosecha inicial que parece
ahuyentar toda posibilidad de pelear por quedarse con alguno de los puestos de
ascenso. Está claro, como se encargan de detallar casi siempre, que las limitaciones
de Huracán para armar equipos son muchas, pero el Turco sabía muy bien donde se
metía. Armó un plantel a su gusto pero lamentablemente jamás le encontró la
vuelta, tampoco la buscó demasiado.
El detonante fue la derrota
de ayer ante el modesto pero ordenado Brown de Adrogué. Huracán jugó un
primer tiempo pésimo, en donde la inclusión de Nahuel Oviedo denotaba
cierta desesperación por parte del entrenador, buscando respuestas en un chico
que no estaba ni siquiera en los planes iniciales. Caso similar pasó con
Bustos, que no ingresó ni un minuto tras ser de lo mejorcito en Patronato.
Quien lo que sí volvió a estar presente fue el desgano de un equipo al que le
volvió a costar horrores generar una jugada de gol, el doble nueve moría en las
espaldas de la defensa visitante y tanto Martínez como Velázquez empezaron a
doblegar las bandas recién pasados 25 minutos de juego, pero con resultados
nulos. Los minutos pasaban y el primer tiempo se consumía. Huracán no generó
una sola situación de gol clara en toda la primera mitad, ninguna jugada
elaborada, ni una que se vaya cerquita. El Globo era nuevamente un equipo
sin alma y se iba al vestuario sin tener idea sobre como doblegar a Brown
de Adrogué, que también hizo muy poco para conseguir un gol.
El complemento arrancó con
un cambio que ayudó a sentenciar el resultado final. El ingreso de
Germán Mandarino (marcador de punta devenido en lateral) en lugar del lesionado
Capurro no solo le quitó juego y marca al mediocampo, imposibilitó el desarme
del doble cinco en caso de querer buscar un cambio ofensivo y también dio
señales de respeto a un rival muy humilde.
Brown captó la poca osadía
que Mohamed tuvo con su variante y comenzó a atacar por las bandas, el Tricolor
dominó los primeros diez minutos del complemento y mostraba facilidades para
llegar a posición de gol en las inmediaciones del arco de Monzón, primero Fabro
y después Caggiano ponían en jaque el arco Quemero. El ingreso de Milano,
llegando a los quince, y la expulsión por doble amarilla de Mariano Guerreiro,
diez minutos después, cambiaron el panorama y encendieron una luz de esperanza.
Brown se quedaba con diez pero Huracán seguía sin ideas para doblegarlo, pese a
que Caruso le devolvía una pared al Pity, quien ingresando al área mandaba su
zurdazo pegado al palo izquierdo.
Los minutos se consumían y a
falta de quince Gastón Monzón tuvo dos intervenciones claras para evitar goles
visitantes, en la segunda de ellas envió la pelota al córner. Desde ese tiro de
esquina la pelota le vuelve al ejecutante, Fabro, que ingresa al área como
pancho por su casa y toca al medio para el solitario ingreso de Joel Barbosa,
quien sin marca ni apuro mete la pelota en el arco vació ante la nula respuesta
de Monzón y decreta el lapidario uno a cero. Brown de Adrogué, aquel humilde
club del sur del Gran Buenos Aires que jugó 36 temporadas en Primera C, lograba
ganarle a Huracán en el Tomás Adolfo Ducó y con un hombre de menos.
Desde ya que el gol fue
un golpe imposible de recuperar para un Huracán que buscó el empate casi que
por mera obligación, sin público ni nadie que les grite los jugadores mostraron
todos sus nervios y limitaciones en los últimos minutos de juego, en donde un
zurdazo de Martínez y una buena jugada de Milano terminó en un disparo a las
nubes del ya ingresado Arraya.
Huracán perdió nuevamente
pero esta vez se quedó sin su entrenador y principal referente, Antonio
Mohamed. Esta historia de esas que a nosotros pocas veces nos pasaban terminó
de una forma nefasta, dejándonos sin rumbo en apenas tres meses de trabajo. Con
su salida Mohamed deja toda la presión en un limitadísimo plantel que él mismo
moldeó, con varios jugadores de su mismo representante. Si el problema es
futbolístico la lectura es que el Turco abandonó el barco, jamás hizo cambios
sustanciales y siempre se mantuvo en una misma línea de juego. Mohamed se va
pero deja un mal sabor de boca, queda dando vueltas la sensación que pudo haber
hecho muchísimo más para sacar a Huracán de este momento.
Si el problema no es
futbolístico, Mohamed tiene las espaldas y la personalidad para hablarle al
socio e hincha de Huracán para explicar la situación y no cometer el mismo
error con el que finalizó su anterior ciclo. En este contexto y con este
accionar, la sensación es de abandono.
Los técnicos se van, los
jugadores pasarán… Cuantas veces tocamos en nuestras cabezas esa canción para
inflar el pecho en días grises para nuestra historia. Escribo estas líneas con
una sensación similar a cuando nos quedamos en la puerta del clausura 2009, el
último descenso, las reiteradas oportunidades perdidas en las dos temporadas
anteriores.
Mi amor por Huracán, como el
tuyo Quemero, trasciende todo y a todos. Antonio Mohamed no es más que un
entrenador de paso, por lo menos así se va esta vuelta, como uno más del
montón. Ni vos ni yo somos del montón, somos distintos y gracias a gente como
vos y como yo Huracán existe, se mantiene de pie, sobrevive como puede.
Si de todo se aprende,
aprendamos. Que esta experiencia traumática nos sirva para dejar de cometer
errores viejos, no idealizar a personas que no son más que vos o que yo.
Ojalá que esta comisión directiva termine su mandato haciendo por lo menos una
cosa bien, contratando a un nuevo técnico con personalidad y experiencia en
Nacional B, requisitos fundamentales. Agregaría también como ítem que el nuevo
DT no tenga nada, pero nada, que ver con Huracán.
Para amar al Globo hasta el
último día de nuestras vidas, Quemero, estamos vos y yo.
Síntesis
Huracán 0 – 1
Brown (Adrogué)
Huracán: Gastón Monzón; Federico Mancinelli, Víctor Cuesta y Eduardo
Domínguez; Sergio Velázquez, Lucas Villarruel, Alejandro Capurro y Carlos
Arano; Gonzalo Martínez; Nahuel Oviedo y Leandro Caruso. DT: Antonio Mohamed.
Brown
(Adrogué): Matías Giordano; Joel Barbosa, Santiago
Echeverría, Víctor Soto y Facundo Lemmo; Leonel Ríos, Adrián Maidana, Nahuel
Pereyra y Martín Fabro; Jeremías Caggiano y Mariano Guerreiro. DT: Pablo Vicó
Gol: 35 2T Joel Barbosa (B) define cruzado ante un centro atrás de
Fabro, a la salida de un corner.
Árbitro: Ariel Penel (bien)
Cambios: 0 2T Germán Mandarino por Capurro (H) / 11 2T Mauro Milano por
Oviedo (H) / 21 2T Pablo Miranda por Caggiano (B) / 25 2T Juan Arraya por
Velázquez (H) / 33 2T Matías Sproat por Maidana (B) y Juan Manuel García por
Ríos (B).
Amonestados: Villarruel, Monzón, Cuesta, Arano (H) / Lemmo, Guerreiro (B)
Expulsado: 22 2T Guerreiro (B)
Figura del
partido: Pereyra (B)
Figura del
partido: no hubo
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