viernes, 31 de agosto de 2012

Un empate que cayó bien


Luego de un comienzo que no preveíamos, con dos derrotas en la mochila, se presentaba en Rosario una dura valla que saltar. Más aún teniendo en cuenta que Central no había arrancado bien como local, y necesitaba una reinvindicación ante su gente.



La chilena de Mauro Milano, que Caranta con esfuerzo logró controlar. La mejor jugada de Huracán en el partido.


Por esto es que el juego comenzó con un Central que embestía contra la valla de Daniel Islas, a fuerza de pelotazos frontales, buscando la referencia de su “torre”, que es el peligroso Bracamonte, de regreso en la Argentina, tras varios años en el exterior. Ante este panorama, Huracán pareció arrancar desordenado en defensa, pero con el correr de los minutos fue haciendo pie, aunque con algunos problemas por el lateral derecho, donde Danelón era superado con frecuencia por el rival que atacaba por su sector, el ex Instituto, Diego Lagos. En tanto que del medio para adelante, Huracán mostraba intenciones, sobretodo de parte de Gonzalo Martínez, que no logró en ningún momento culminar sus “eléctricos” arranques, ya sea con remates al arco de peligro o con asistencias para la puntada final de los delanteros. Mientras, lo de Busse era intrascendente y Battaglia no lograba integrarse a un Milano que era permanentemente maniatado por varias camisetas rivales.  No obstante fue Milano, quien sobre los 30 de la primera parte, tuvo la mejor opción de peligro de Huracán en esa etapa y en todo el juego, cuando tras un quite de Martínez, prolongación en Busse, centro que Martínez baja, para que Milano ensaye una chilena en forma cruzada, que exigió una buena estirada de Caranta para evitar lo que era la segura ventaja para Huracán. Así, con poco de ambos se iba el primer tiempo, con Central que “amuchaba” gente en el área quemera, pero rebotaba contra su barrera defensiva, y un Huracán que si bien intentaba ser prolijo, no culminaba casi nada de lo que planteaba. Además, hay que mencionar el condimento extra del árbitro del partido, Carlos Maglio, que sobre el final de la etapa no castigó como correspondía una criminal patada que le propinó el “temperamental” Jesús Méndez a Islas ante su mirada. Ese condimento extra, seguiría formando parte del partido en la segunda etapa.

El inicio del segundo tiempo mostró a Huracán de mejor forma que su rival, incluso generando llegadas que no lograban ser profundas como para culminarlas de la mejor manera. A esta altura debió salir lesionado Daniel Vega e ingresó Nahuel Oviedo, al que se lo vio movedizo pero lejos de la zona de peligro rival. Pero todo se le complicó al Globo en el minuto 20, cuando en una jugada sin pelota, Battaglia le arroja un puntapié a un rival, a lo que el árbitro reacciona mostrándole la expulsión por tarjeta roja directa. Si bien no era la infracción pasible se semejante castigo, sino para una amonestación, esto hubiera significado también la expulsión, ya que se encontraba amonestado por protestar desde unos minutos antes.

A partir de esto, y también de la mano de la permisividad del juez Maglio, con un arbitraje que por lo menos fue malo y perjudicó, todo en pequeñas cuotas, al Globo, el campo se fue inclinando hacia la valla de Islas, siendo allí donde se fueron agrandando algunas de las figuras quemeras. En particular, Villarruel que se asentó en la mitad de la cancha, asistido por Busse, tratando de contener, Eduardo Domínguez que comenzó a acertar con sus cortes y quites, y sobre todo, Federico Mancinelli, a la postre la figura de Huracán, que “se sacó chichones” desbaratando las intenciones de Central. Y plagado de intenciones pero sin concretarlas, se le escapó el triunfo a un Central que tenía todo a favor, en un estadio colmado que lo incentivaba, y el empate pareció un premio al fin y al cabo, para un Huracán, que si bien demostró errores en sus líneas, se lo vio más entero y resistió de buena forma el mal momento que le hacía pasar el rival.

En las deudas queda, para que Rivoira se encargue de levantarlas, influir para una dosis de mayor atrevimiento en ofensiva. En este partido, ante un Central que para nada es el mismo del torneo anterior, y que no se le ve tan fuerte en sus líneas, era para intentar un poco más, sobretodo, desde que el equipo se quedó con uno menos, y el rival se desprotegió en defensa. Huracán se refugió, y dejó solo a Oviedo, acompañado muy cada tanto por Martínez o Busse, lo cual era muy poco, en un momento que tal vez, se debió aprovechar mejor.

Síntesis


Rosario Central 0-0 Huracán


Rosario Central: Caranta; Pérez, Peppino, Casteglione, Yacuzzi; Gagliardi, Freitas, Méndez; García; Lagos y Bracamonte. DT: Miguel Russo.

Huracán: Islas; Danelón, Mancinelli, Domínguez, Minici; Busse, Battaglia, Villarruel, Martínez; Milano y Vega. DT: Hector Rivoira.

Goles: no hubo

Cambios: 23 2T Oviedo por Vega (H) / 26 2T Becker por Pérez (RC) / 38 2T Medina por García (RC) / 38 2T Villán por Milano (H) / 41 2T Chacón por Danelón (H).

Árbitro: Carlos Maglio (muy mal)
Amonestados: Huracán: Martinez, Danelon, Battaglia / Rosario Central: Bracamonte.
Expulsado: 20 2T Battaglia (H)
Figura del partido: Federico Mancinelli

El video con un resumen del partido:




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