Luego de un comienzo que no
preveíamos, con dos derrotas en la mochila, se presentaba en Rosario una dura
valla que saltar. Más aún teniendo en cuenta que Central no había arrancado
bien como local, y necesitaba una reinvindicación ante su gente.
La chilena de Mauro Milano, que Caranta con esfuerzo logró controlar. La mejor jugada de Huracán en el partido.
Por esto es que el juego comenzó
con un Central que embestía contra la valla de Daniel Islas, a fuerza de
pelotazos frontales, buscando la referencia de su “torre”, que es el peligroso
Bracamonte, de regreso en la Argentina, tras varios años en el exterior. Ante
este panorama, Huracán pareció arrancar desordenado en defensa, pero con el
correr de los minutos fue haciendo pie, aunque con algunos problemas por el
lateral derecho, donde Danelón era superado con frecuencia por el rival que atacaba
por su sector, el ex Instituto, Diego Lagos. En tanto que del medio para
adelante, Huracán mostraba intenciones, sobretodo de parte de Gonzalo Martínez,
que no logró en ningún momento culminar sus “eléctricos” arranques, ya sea con
remates al arco de peligro o con asistencias para la puntada final de los
delanteros. Mientras, lo de Busse era intrascendente y Battaglia no lograba
integrarse a un Milano que era permanentemente maniatado por varias camisetas
rivales. No obstante fue Milano, quien
sobre los 30 de la primera parte, tuvo la mejor opción de peligro de Huracán en
esa etapa y en todo el juego, cuando tras un quite de Martínez, prolongación en
Busse, centro que Martínez baja, para que Milano ensaye una chilena en forma
cruzada, que exigió una buena estirada de Caranta para evitar lo que era la
segura ventaja para Huracán. Así, con poco de ambos se iba el primer tiempo,
con Central que “amuchaba” gente en el área quemera, pero rebotaba contra su
barrera defensiva, y un Huracán que si bien intentaba ser prolijo, no culminaba
casi nada de lo que planteaba. Además, hay que mencionar el condimento extra
del árbitro del partido, Carlos Maglio, que sobre el final de la etapa no
castigó como correspondía una criminal patada que le propinó el “temperamental”
Jesús Méndez a Islas ante su mirada. Ese condimento extra, seguiría formando
parte del partido en la segunda etapa.
El inicio del segundo tiempo
mostró a Huracán de mejor forma que su rival, incluso generando llegadas que no
lograban ser profundas como para culminarlas de la mejor manera. A esta altura
debió salir lesionado Daniel Vega e ingresó Nahuel Oviedo, al que se lo vio
movedizo pero lejos de la zona de peligro rival. Pero todo se le complicó al
Globo en el minuto 20, cuando en una jugada sin pelota, Battaglia le arroja un
puntapié a un rival, a lo que el árbitro reacciona mostrándole la expulsión por
tarjeta roja directa. Si bien no era la infracción pasible se semejante
castigo, sino para una amonestación, esto hubiera significado también la expulsión,
ya que se encontraba amonestado por protestar desde unos minutos antes.
A partir de esto, y también de la
mano de la permisividad del juez Maglio, con un arbitraje que por lo menos fue
malo y perjudicó, todo en pequeñas cuotas, al Globo, el campo se fue inclinando
hacia la valla de Islas, siendo allí donde se fueron agrandando algunas de las
figuras quemeras. En particular, Villarruel que se asentó en la mitad de la
cancha, asistido por Busse, tratando de contener, Eduardo Domínguez que comenzó
a acertar con sus cortes y quites, y sobre todo, Federico Mancinelli, a la
postre la figura de Huracán, que “se sacó chichones” desbaratando las
intenciones de Central. Y plagado de intenciones pero sin concretarlas, se le
escapó el triunfo a un Central que tenía todo a favor, en un estadio colmado
que lo incentivaba, y el empate pareció un premio al fin y al cabo, para un
Huracán, que si bien demostró errores en sus líneas, se lo vio más entero y
resistió de buena forma el mal momento que le hacía pasar el rival.
En las deudas queda, para que
Rivoira se encargue de levantarlas, influir para una dosis de mayor
atrevimiento en ofensiva. En este partido, ante un Central que para nada es el
mismo del torneo anterior, y que no se le ve tan fuerte en sus líneas, era para
intentar un poco más, sobretodo, desde que el equipo se quedó con uno menos, y
el rival se desprotegió en defensa. Huracán se refugió, y dejó solo a Oviedo,
acompañado muy cada tanto por Martínez o Busse, lo cual era muy poco, en un
momento que tal vez, se debió aprovechar mejor.
Síntesis
Rosario Central 0-0 Huracán
Rosario Central: Caranta;
Pérez, Peppino, Casteglione, Yacuzzi; Gagliardi, Freitas, Méndez; García; Lagos
y Bracamonte. DT: Miguel
Russo.
Huracán: Islas; Danelón,
Mancinelli, Domínguez, Minici; Busse, Battaglia, Villarruel, Martínez; Milano y
Vega. DT: Hector Rivoira.
Goles: no hubo
Cambios: 23 2T Oviedo por
Vega (H) / 26 2T Becker por Pérez (RC) / 38 2T Medina por García (RC) / 38 2T
Villán por Milano (H) / 41 2T Chacón por Danelón (H).
Árbitro: Carlos Maglio
(muy mal)
Amonestados: Huracán:
Martinez, Danelon, Battaglia / Rosario Central: Bracamonte.
Expulsado: 20 2T Battaglia
(H)
Figura del partido:
Federico Mancinelli
El video con un resumen del
partido:
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