Los recuerdos se atan con los números
y las estadísticas. Y los hechos, muchas veces traen esos recuerdos, al día de
hoy.
En este Huracán – Atlético Tucumán, uno
de los goles llamó la atención de todos por cómo había sido convertido,
devolviendo recuerdos para traerlos al día de hoy.
El segundo gol del Globo, convertido
por Pablo Álvarez a los diez minutos del segundo tiempo para el 2 a 1 parcial,
fue bastante particular, ya que no es común que se vea un tipo de definición
como esa. Centro a rastrón y fuerte de Mauro Bogado desde la derecha y Álvarez,
picando en diagonal al borde del área menor, que pasa su pie derecho por detrás
del izquierdo, para impactar con el taco la pelota, desviarla y así desorientar
a Batalla y convertir.
Inmediatamente, a muchos quemeros les
surgió la inquietud, y muchos otros enseguida recordaron, el antecedente más
cercano de un gol de similares características. Si bien los registros
históricos no guardan este tipo de datos, si los guarda la memoria.
Noche lluviosa, cancha embarrada. Era
16 de abril de 2002 y por la fecha 14 del Clausura 2002 de primera división,
Huracán dirigido por Miguel Brindisi, que traía un andar irregular (con buenas
victorias y caídas estrepitosas) y un Daniel Montenegro en su máximo esplendor
(en su segundo paso por el club), enfrentaba a un Independiente que, con
Américo Gallego en el banco, se venía derrumbando, pero que meses después sería
campeón, también con Montenegro en sus filas.
De entrada nomás pegó Huracán con
“Rolfi” y luego con Lucho González. El dominio era claro, y a los treinta y
cinco de ese primer tiempo, un tiro libre para el Globo, a veinticinco metros
del arco, levemente volcado a la derecha, lo toma Daniel Montenegro. Casi todos
los delanteros y defensores esperaban el centro al segundo palo, salvo Fernando
Moner, el pelado, uno de los líderes de ese equipo, que se paró en el punto del
penal. Montenegro ejecutó un remate rastrero en diagonal, justo donde estaba
Moner, que anticipó a su marca, y tal como Álvarez, pero dieciséis años antes,
pasó su pie derecho por detrás del izquierdo y desvió la pelota con su talón
para que se clave bien abajo y lejos del golero rojo, el muy alto, Darío Sala.
Ese partido, a los catorce del segundo tiempo fue suspendido por incidentes en
la tribuna local, con el Globo venciendo 4 a 0 y nunca continuó
Dos laterales izquierdos, con goles de
factura poco común y dieciséis años de diferencia.
Existe otro antecedente anterior, gol
del que no hay mayor literatura más que el dato: el 29 de enero de 1983, por la
anteúltima fecha del torneo metropolitano 1982, Huracán caía en Vicente López
ante Platense 4 a 2, y en el minuto final de la primera etapa, Miguel Ángel Converti,
wing izquierdo quemero (de extensa campaña en el fútbol colombiano), convirtió
con el taco, el 2 a 1 parcial para el descuento quemero.
Algunos rememoran un gol de Rodrigo
Battaglia en Corrientes en el año 2012 ante Boca Unidos, qué con un anticipo en
el primer palo tras un córner, tocó la pelota de forma poco ortodoxa con el
lateral externo de su pie izquierdo en el aire, muy cerca del talón, por lo que
no se lo puede elevar a la misma categoría que los mencionados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario