Nuevamente Huracán jugó mal. Pero
esta vez, a diferencia de otras oportunidades, no perdió. De hecho, gracias a
un gol en el primer tiempo del “oportuno” Kaku Romero Gamarra, el Globo se
llevó los tres puntos en un partido feo, chato, que debió haber terminado en
empate si no fuera por la buena labor de Marcos Díaz y la falta de puntería de
Unión. Triunfo fundamental, aunque aún queda tarea por completar, para mantener
la categoría.
Síntesis
Viernes 16 de junio de 2017
Primera División – Fecha 28
Jugado en: Estadio Tomás Ducó – Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Huracán 1 – 0
Unión (Santa fe)
Gol:
29 1T 1-0:
Alejandro Romero Gamarra (H) con un remate de volea, rasante al segundo palo
del arco rival, desde la medialuna del área, por una pelota suelta tras un
rebote en el área.
Árbitro: Juan Pablo Pompei (horrible)
Amonestados: Villalba, Pussetto, Mendoza (H) /
Erramuspe, Pittón (U)
Huracán: Marcos Díaz; Carlos Araujo, Martín Nervo, Federico
Mancinelli, Lucas Villalba; Matías Fritzler, Mauro Bogado; Norberto Briasco,
Alejandro Romero Gamarra, Ignacio Pussetto; Diego Mendoza. DT: Juan Azconzábal.
Unión (Santa
Fe): Matías
Castro; Brian Blasi, Rodrigo Erramuspe, Leonardo Sánchez, Nahuel Zárate; Diego
Villar, Nelson Acevedo, Santiago Magallán; Guido Vadalá, Franco Soldano, Lucas
Gamba. DT: Pablo Marini
Cambios: 42 1T Mauro Cejas por Vadalá (U) / 0 2T Mauro Pittón por
Sánchez (U) / 13 2T Federico Anselmo por Magallán (U) y Lucio Compagnucci por
Bogado (H) / 21 2T Daniel Montenegro por Mendoza (H) / 43 2T Mariano González
por Montenegro (H)
Figura del partido: Marcos Díaz
¡Qué poquito hizo Huracán en este torneo!. La clara
muestra de todo esto, es lograr vencer a Unión, un conjunto mediocre, por la
mínima diferencia, pero pidiendo por favor que el partido termine, cuando el
rival apremiaba y buscaba el empate. Tdos los cambios que Azconzábal intentó en
su equipo, en cuanto a nombres de poco han servido. Esta vez, incluyó a Bogado
para acompañar a Fritzler, y mantuvo a los cuatro hombres en ofensiva que tuvo
en el partido anterior. La modificación que en algo sirvió, fue la vuelta de
Federico Mancinelli, que aún no recuperado totalmente de su lesión y
arriesgando su físico, se hizo presente y sin ser nada del otro mundo, cumplió.
Bogado en tanto, sigue siendo el mismo que desde hace meses, y rápido en el
segundo tiempo fue sustituido.
Cuando el juego era parejo, y Huracán mostraba inquietudes
para llegar al arco rival, llegó la jugada que le dio el triunfo final, a los treinta
de esa primera parte. Bogado en la banda derecha, logró despegarse de una marca
y generó un centro, que Diego Mendoza en el punto penal, pifia casi “artísticamente”
con una tijera al aire. La pelota pasa, rebota en Pussetto y deriva en la
medialuna del área, donde llegaba a la carrera Alejandro Romero Gamarra, que
toma la bola de sobrepique, con su pierna inhábil, la derecha, de forma rasante
y con fuerte remate, la cruza al segundo palo y deja sin nada que hacer en su
estirada a Matías Castro. Uno a cero y casi nada más. Un par de llegadas, como
en el segundo tiempo, un mano a mano que Mendoza falla ante el golero
visitante, y Huracán nublado. Dejó que Unión tome el control del juego, y dejó
que las manos de Marcos Díaz y la ineficacia de la visita hagan el resto.
A dos fechas de finalizar el campeonato, todavía quedan
puntos por sumar, la categoría no está salvada y la campaña es un asco. Nada
más que agregar.
Sólo dejo la crónica del gran Nicolás Ziccardi de Soy
Quemero, que da detalle, no sé cómo lo hace, de este muy feo partido de fútbol.
La dicha no es una cosa alegre
Huracán, casi al trote, venció por la mínima al
débil Unión consiguiendo una victoria fundamental para alimentar la esperanza
de mantener la categoría. El Globo hizo un partido muy malo, apenas logró abrir
el marcador ante la permeable defensa visitante y no perdió puntos solamente
por las iluminadas intervenciones de Díaz, sumada a la imprecisión Tatengue.
Romero Gamarra aportó el gol de un triunfo que mantiene dudas en el cierre de
una temporada nefasta.
Dos mercados de pases insólitos, la baja considerable de varios niveles
individuales y una línea de juego poco clara por parte de cuatro entrenadores
diferentes resultó un cóctel nocivo para Huracán, quien a tres fechas de
finalizar la temporada se jugaba ante Unión un partido decisivo para no perder
la categoría. Azconzábal, fiel al estilo que mostró en nuestro club, armaba un
equipo curioso con la vuelta de Mauro Bogado junto a Fritzler y Romero Gamarra
con Pussetto volanteando por las líneas. Briasco y Mendoza los atacantes.
Unión, que llegaba a Parque Patricios sin objetivos a corto plazo, se
presentaba como un equipo fácil de doblegar en su última línea. El Globo tardó
poco en encontrar huecos muy marcados en terreno rival, sin embargo no logró
aprovecharlos, como cuando Romero Gamarra se fue solito al área rival para
definir muy mal de zurda. Enseguida Bogado armó una jugada por derecha que
Matías Fritzler culminó en la medialuna con gran derechazo que el debutante en
el torneo Castro mandó al córner.
Eso fue
todo para Huracán en el inicio del cotejo, podemos sumar una ocasión increíblemente
desperdiciada por Martín Nervo, quien tras recibir el perfecto centro decidió
cabecear al punto penal en lugar de apuntar al arco, que se encontraba frente a
sus narices. El Tate, con muy poquito, encontraba espacios a espaldas de Araujo
y Villalba pero no pasó del remate que Gamba estrelló en la pared lateral
externa del arco defendido por Marcos Díaz. Llegaban noticias de San Juan,
donde el triunfo de Temperley nos metía, momentáneamente y por segunda
vez en la temporada, en zona de descenso.
A la
media hora el Globo encontraría el gol, Araujo habilitó un nuevo
desprendimiento de Bogado por banda derecha que culminó en centro al punto
penal. Mendoza pifia su intento de chilena, Pussetto amortigua dejando la
pelota servida a Alejandro Romero Gamarra, quien con un buen derechazo al
primer palo vence la resistencia de Matías Castro marcando la necesaria
conquista. El grito de gol de Kaku fue la expresión más sincera que manifestó
el equipo durante todo el partido.
Enseguida
quedamos de cara al segundo, Diego Mendoza recupera la pelota tras una mala
salida rival en mitad de cancha. El delantero llega con tiempo y comodidad al
área para reventar el pecho del arquero Castro despilfarrando un mano a mano
demasiado claro.A partir de ese momento Huracán se anuló.
Ya en
el complemento un tiro libre desviado de Villalba sería lo único en mucho
tiempo para el Globo, que insólitamente perdió terreno y eligió cederle
la pelota al rival. Huracán jugó la segunda parte como un equipo
nervioso, inexperto, que en ningún momento contagió la idea de estar disputando
una verdadera final. Unión, casi con vergüenza, empezó a atacar y no marcó gol
solo por Marcos Díaz, quien tapó dos pelotas bárbaras que tenían destino de
red.
Compagnucci
reemplazó a un Bogado que ya daba todos los pases a los contrarios, mientras
que Montenegro entró por Mendoza, cuando Briasco hacía más méritos para dejar
el campo de juego. La gente alentó empujando al equipo,
entendiendo (con toda razón) que sus gritos podían ser más decisivos que la ya
pésima actuación del Globo. El 80% de los saque de arco resultaron
fuera del campo de juego, prácticamente todos los balones parados terminaron en
manos de Castro e incluso dos laterales propios terminaron con la directa
posesión de los rivales.
Huracán hizo un complemento de terror, pudo liquidar con una jugada del ingresado
Mariano González que no logró meter Compagnucci y no terminó la fecha en zona
de descenso directo solamente porque Rodrigo Erramuspe cabeceó solito afuera
tras un córner en el minuto 94.
Final,
y lo que merecía ser una lluvia de silbidos para el plantel que hizo un partido
pésimo en este momento decisivo decantó en el justo desahogo del Pueblo
Quemero. El público aplaudió la victoria y alentó solo por amor a los
colores, los mismos que estaremos la próxima temporada cuando muchas
de estas figuras dejen la institución. Ojalá sea en Primera.
Quedan seis puntos, hoy los necesitamos todos para no depender de nadie
más. Pero si se dan algunos resultados de aquí al lunes, solo precisaremos
tres. Se viene el duro Lanús, rival que en un nivel medio tiene las
herramientas para golear al Huracán que vimos ayer en el Ducó. Ojalá aparezca
motivación (dinero, prestigio, vergüenza, orgullo, amor por la camiseta o lo
que sea) para dejar todo en un compromiso que puede despertarnos
definitivamente de esta pesadilla.
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