Nuevamente
Huracán rifó 45 minutos y se dispuso tácticamente a jugar sin delantero
definido, ante un rival en formación, con problemas más acuciantes que los
nuestros con el descenso y que sólo llevó peligro ante indecisiones y
desprolijidades propias. Con algo más de amor propio y un poco de atención, el
Globo llegó al empate en un juego donde con poco más, debió haberse quedado con
los tres puntos. Esto de todos modos, no salva la muy floja actuación general del
equipo.
Síntesis
Viernes
9 de setiembre de 2016
Primera
División - Fecha 2
Jugado
en: Estadio Tomás Ducó – Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Huracán 1 – 1 Quilmes
24
1T: Federico Andrada (Q) con un remate de derecha desde fuera del área, que
toma mal parado y sin reacción a Díaz, tras un balón perdido por Romat.
24
2T Luca Sosa (H), de zurda, cruzado y a rastrón dentro del área, entrando por
el segundo palo, tras un rechazo de la defensa rival a un centro de Romat.
Árbitro: Héctor Paletta (regular)
Amonestados: Bogado, Garré (H) / Orihuela, Maximiliano González, (Q)
Huracán: Marcos Díaz; Nicolás Romat, Martín Nervo, Luca Sosa, Ezequiel
Garré; Mauro Bogado, Matías Fritzler; Ignacio Pussetto, Mariano González, Julio
Angulo; Daniel Montenegro. DT: Eduardo Domínguez.
Quilmes: César Rigamonti; Gastón Bottino, Diego Colotto, Matías
Sarulyte, Matías Orihuela; Hernán Da Campo, Matías Escobar, Maximiliano
González, Enzo Acosta; Federico Andrada, Cristian García. DT: Alfredo Grelak.
Cambios: 0 2T Jerónimo Barrales por Bogado
(H) y Patricio Toranzo por Garré (H) / 13 2T Juan Martínez Trejo por Acosta (Q)
/ 21 2T Nicolás Benegas por García (Q) / 22 2T Alejandro Romero Gamarra por Pussetto
(H) / 32 2T Matías Pérez Acuña por Da Campo (Q).
Figura
del partido: Federico
Andrada (Q)
Figura
de Huracán: Matías
Fritzler
Otra
flojísima presentación del equipo de Eduardo Domínguez. Falto de rumbo y con
errores individuales notorios (como en el gol rival, en donde fallan Romat
primero y Marcos Díaz luego), dejó pasar de largo la primera parte inmerso en
una apatía general, y nuevamente, sin al menos un referente de área hacia el
cual atraer las miradas de la defensa contraria. Esto se suma al extraño bajo
nivel que se encuentran atravesando jugadores claves del ciclo pasado (caso
Bogado y el propio Díaz),lo que confluye en un panorama por momentos desolador.
En
la segunda, “arriesgó el DT” colocando a Barrales de referencia, lo que al
menos hizo que la defensa quilmeña tuviera algo de qué preocuparse, aún ante el
bajo nivel del delantero, que solo complicó con un cabezazo llovido. Por
suerte, y obra del adelantamiento del pibe Luca Sosa, llegó el empate en una
jugada que se limpió tras un mal despeje rival, lo que dejó paso a un partido
donde ambos equipos pudieron haberse llevado los tres puntos.
Para
una mayor comprensión, dejo trascripto el análisis del amigo Nicolás Ziccardi
para Soy Quemero:
Dos veces con la misma piedra
Huracán tuvo una noche pésima en el Palacio
Ducó y apenas empató uno a uno ante Quilmes. Eduardo Domínguez volvió a platear
un equipo raro con acefalía ofensiva, e hizo cambios en el complemento que
contribuyeron al desorden general. Luca Sosa rescató una unidad anotando la
igualdad tras buen zurdazo, en medio de varias actuaciones individuales para el
olvido. Un punto de seis en un arranque donde la principal preocupación es el
funcionamiento.
Solo ilusión en el hermoso Tomás Adolfo Ducó,
allí en la última esquina de Parque de los Patricios, para el reencuentro entre
el Pueblo Quemero y Huracán. Claro que la expectativa, reflejada en una buena
convocatoria, comenzó a perder fuerza apenas Héctor Paletta pitó el inicio y el
Globo desnudó su planteo táctico.
Luca Sosa por el tocado Mancinelli y Romat
haciendo su presentación, hasta aquí todo lógico. Montenegro flotando entre el
doble cinco y Pusetto, bien tirado a la derecha; Julio Ángulo buscando desequilibrar
por la izquierda y Mariano González oficiando de única punta, desenvolviéndose
principalmente de espaldas al arco, casi sin contacto con el balón.
Naturalmente Huracán no se encontró, y pese a
una saludable intención de mover la pelota de un lado al otro muchos jugadores
no se mostraban cómodos con esa búsqueda, cometiendo varios errores en la
salida. Con los volantes bien abiertos en la punta y tanto Montenegro como
González absorbidos por los centrales rivales, era Fritzler quien oficiaba de armador,
por lo cual un error en la cesión de cualquiera le entregaba a Quilmes campo
abierto para atacar por el centro de la cancha.
Así fue como Huracán buscó
desnivelar con las posibilidades individuales de Ángulo y Pussetto, de
interesantísimas pinceladas. Quilmes cruzaba mitad de cancha casi al trote y
terminaría encontrando el gol tras dos errores muy marcados, en 23 minutos.
Nicolás Romat se resbala en la salida dejando el balón servido a Enzo Acosta,
quien traslada y toca al centro para Federico Andrada. El delantero avanza ante
el tardío cruce de Nervo, aun así saca un tiro débil sin demasiada dirección
que Marcos termina metiendo en su propia puerta. El remate es discreto, Díaz
llega a la pelota pero su manotazo no es firme y termina colándose. Como en
Mendoza, el Globo quedaba en desventaja tras un cúmulo de fatalidades.
El resto del primer tiempo no fue fácil.
Montenegro no pesaba en la generación más allá de contados pases filtrados, la
defensa era un flan y el 80% de los ataques finalizaban con algún defensor de
Quilmes anticipándose en el bochazo a Ángulo. Marcos no contribuía y volvía a
fallar dejando a la visita de cara al segundo. El Globo estuvo cerca de empatar
en dos situaciones, un buen cabezazo de Romat pisando el área que se fue desviado,
más el unipersonal de Pussetto que finalizó con remate contra la red lateral
izquierda.
En el complemento Domínguez decidió el lógico
ingreso de un centro delantero, Jerónimo Barrales en su vuelta, más Patricio
Toranzo. Fue un error los que salieron, aunque Garré venía haciendo un partido
para perder la titularidad de forma definitiva y Bogado estaba mal y
amonestado, el equipo se desarmó por completo, regaló el mediocampo y aglomeró
ciertos sectores de la cancha. Fritzler de seis junto a Nervo, Sosa de tres.
Mariano González como cinco de marca (una forma de decir) con Toranzo de
armador y Montenegro flotando por allí.
El ingreso de Barrales fue
por definición una mejora, juntando a los centrales rivales y aportando
presencia en el área. Huracán jugó los 45 minutos en pose ofensiva, sin embargo
cada pérdida de pelota era una invitación táctica para que Quilmes convirtiera
el segundo. Un riesgo innecesario.
Las situaciones aparecieron, un buen remate
de Montenegro que se fue apenas ancho y un cabezazo de Barrales que Rigamonti
salvó en su primera intervención del partido. Pussetto salía de forma
inentendible (Parece que fue una lesión) y la gente mostró su descontento.
Romero Gamarra se paró por izquierda mandando a Ángulo por derecha, al tiempo
que Mariano González se encontraba una pelota suelta en el área para
estrellarla con la curva superior del travesaño.
A falta de veinte el empuje
del Globo tendría su premio. Excelente pase de Patricio Toranzo para el
desprendimiento de Julio Ángulo y posterior centro al corazón del área. La
defensa de Quilmes despeja a medias y el entusiasta Luca Sosa toma el rebote
con una buena volea de zurda al sobre pique del balón, que se mete como una
bala ante la inmovilidad de Rigamonti. Uno a uno.
Lejos de acariciar el triunfo, Huracán sintió
el desorden y las piernas de varios jugadores cedieron ya sin cambios.
Montenegro, Mariano Gonzáles y hasta el propio Barrales se mostraban ahogados;
El pase largo de Toranzo perdía fuerza y la ofensiva se sostenía con los
enganches al centro de Romero Gamarra y los empellones de Ángulo. Quilmes tuvo
el segundo tras un nuevo error de Díaz, que logró recuperarse con lo justo.
Así se nos fue un nuevo
partido, empate con gusto a derrota. Domínguez planteó mal ambos tiempos, el Globo se vio en desventaja
tras dos errores marcados y terminó empatando producto de un empuje
desordenado. Varios jugadores en bajo nivel, y otros tantos que no están en
condiciones de jugar los noventa minutos completan un combo que al momento es
nocivo. Ahora un poco más de una semana de trabajo para intentar sumar en
Tigre, aunque más importante será que Huracán comience a dar signos vitales
desde el funcionamiento.
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