Huracán le dio a su rival, a
su gente y a toda América, una de las sorpresas de la segunda fecha de la fase
de grupos de la Copa Libertadores. Con un equipo remendado por las ausencias,
construyó una actuación inteligente y se llevó una inobjetable victoria de
Montevideo ante un Peñarol decepcionante. Un triunfo histórico, para una página
de privilegio en vida del club.
Síntesis
Martes 1 de marzo de 2016
Copa Libertadores 2016 –
Grupo 4 – Fecha 2
Peñarol (Uruguay) 0 – 1 Huracán
0-1: 7 1T Alejandro Romero
Gamarra (H) con un remate de sobrepique, desde treinta metros al ángulo
izquierdo del arco rival, tras interceptar un mal pase de Tomás Costa.
Árbitro: César
Ramos –México- (mal)
Amonestados: Affonso
(P) / Miralles, Díaz (H)
Peñarol (Uruguay): Gastón Guruceaga; Matias Aguirregaray, Carlos Valdez,
Guillermo Rodríguez, Maximiliano Olivera; Nahitán Nandez, Tomás Costa,
Maximiliano Rodríguez, Luis Aguiar; Diego Forlán, Miguel Murillo. DT: Jorge Da
Silva.
Huracán: Marcos Díaz; José San Román, Mario
Risso, Luca Sosa, Luciano Balbi; Mauro Bogado, Mariano González; Cristian
Espinoza, Lucas Chacana, Alejandro Romero Gamarra; Ezequiel Miralles. DT:
Eduardo Domínguez.
Cambios: 38 1T Gianni Rodríguez por Valdez
(P) / 0 2T Cristian Palacios por M. Rodríguez (P) / 13 2T Daniel Monenegro por
Chacana (H) / 25 2T Carlos Araujo por Espinoza (H) / 31 2T Mauricio Affonso por
Aguiar (P) / 36 2T ramón Ábila por Miralles (H)
Figura del partido: José San Román
La primera sorpresa de
entrada, fueron las novedades en la formación inicial. Particularmente, la
presencia entre los suplentes de Ábila y Montenegro, que daba pie a nombres
como Miralles y Chacana juntos en la línea ofensiva.
A poco de comenzar el juego,
cuando Peñarol quería empezar a tener el control del balón, llegó el gol que a
la postre, sería el de la victoria, y que nace de un error rival. El argentino
Costa quiso cambiar de frente en una salida desde el fondo, y le dejó servida
la intercepción a Alejandro Romero Gamarra, que dio tres zancadas con la
pelota, y le pegó de sobrepique, violento y preciso, desde treinta metros, para
que ésta se hunda en el ángulo de la mano derecha de un Guruceaga que ni la
vio...
Un uno a cero temprano que
condicionó por demás al local. Y que permitió a Huracán mantener una actitud
rápida de reflejos y proactiva. Si bien Peñarol acumuló chances en la etapa,
Huracán se mostraba agazapado y saliendo con velocidad, en especial con Romero
Gamarra y un Miralles movedizo. Un remate apenas desviado de Forlán y un gran
rechazo de Marcos Díaz ante Nandez fue el mayor riesgo que pasó el Globo en ese
lapso.
Promediando la etapa, llegó
el mejor momento de los mirasoles, que fue sofocado por la buena labor de la
zaga, donde Risso y Luca Sosa se mostraron infalibles y firmes, bien acoplados
con los laterales y una labor sin fisuras de
Marcos Díaz. Faltando pocos minutos para el cierre de ese primer tiempo,
Huracán ejerció un duro embate a la valla de Peñarol, que comenzó con la lesión
de Valdez, su mejor defensor, y que incluyó una linda jugada combinada, que
dejó a Espinoza de cara al gol y Guruceaga salvó; más un lujoso remate lejano y
a colocar de Romero Gamarra que pegó en el travesaño ante un arquero que hacía
vista. Ese fue el cierre de un primer tiempo sencillamente asombroso.
La segunda parte, ya mostró a
un Huracán a la espera de ver que hacía el local, que en ningún momento se
hacía notar como un equipo que, con su historia, caía en su cancha ante treinta
y cinco mil hinchas. Con falta de generación de juego, y de a poco una suma
inútil de centrodelanteros, lentamente fue perdiendo terreno. Además, el DT del
Globo fue interpretando perfecto el desarrollo, y metió los cambios mas
certeros desde que debutó. Montenegro ingresó para pausar y ordenar la
ofensiva, y Araujo para solidificar la defensa aún más, aportando dinámica por
una banda, que ya estaba ocupada por el mejor jugador que tuvo el equipo: José
San Román, quien fue el mejor marcando, jugó con extremado criterio y fue dosis
en ataque cuando hacía falta.
Así pasaban los minutos con
un Huracán que no pasaba sofocones, y que mejoró aún un poco más, cuando a diez
del final, Ábila se sumó al juego y en poco rato ya con generó dos situaciones,
y tuvo la suya, ya casi sobre el silbato final, que por culpa del travesaño no
fue gol y justicia a la placa final.
Excelente suma de tres
puntos, que alivian la derrota de local, y que ponen al conjunto de Domínguez,
con una buena expectativa en el grupo, ya que si consigue aceptables resultados
en los dos partidos ante Sporting Cristal, el camino a la siguiente fase se
facilita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario