sábado, 20 de febrero de 2016

Huracán de los milagros (1): el deportivo

Con el resultado puesto, con un amigo quemero charlábamos. Nos pusimos a discernir, si el tiempo de la “mala suerte” o “mala vibra” de Huracán había pasado definitivamente o no. Y nos quedamos pensando, que tras la atajada de Marcos en San Juan en noviembre de 2014, algo se alteró, y que empezaban a llegar “las buenas”. Pocas horas después, tuvimos que reveer nuestra idea, ya que la tragedia nos rozó. Pero ese es otro capítulo.

Huracán vivió dos milagros en Venezuela. Uno deportivo y otro de vida.

En el deportivo, tras un partido en el que hicieron todo mal, el tiro del final salió, y a dos minutos que el tiempo adicionado finalice, tras una buena combinación entre Toranzo y Miralles y centro de éste último, Diego Mendoza logró con su cabeza meter la bola en el arco local, y así lograr el tanto como visitante que, aún en la derrota “harto” merecida, le diera el pase al Globo a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Una suma de prestigio y dólares, producto del “gol de los casi dos millones de dólares”






Síntesis


Martes 9 de febrero de 2016

Copa Libertadores 2016 – Fase Previa - Vuelta

Caracas FC (Venezuela) 2 – 1 Huracán


1-0: 45 1T Rubert Quijada (CFC) de cabeza al borde del área chica y en el segundo palo, en segunda jugada tras un córner, escapando de la marca de Nervo.
2-0: 37 2T Paulo César Arango (CFC) con un violento remate desde fuera del área, al palo izquierdo de Díaz que no llega, tras un control y media vuelta.
2-1: 47 2T Diego Mendoza (H) de cabeza en el segundo palo, a centro de Miralles tras buena combinación con Toranzo


Árbitro: Enrique Cáceres –Paraguay- (mal)


Amonestados: Sánchez, Quijada (CFC) / San Román, González, Fritzler, Nervo (H)


Expulsado: 29 2T Mariano González (H)


Caracas FC (Venezuela): Wuilker Fariñez; Jefre Vargas, Andrés Sánchez, Giácomo Di Giorgi, Rubert Quijada; Christian Flores, Ricardo Andreutti, Robert Garcés, Robert Hernández; Paulo César Arango, Over García. DT: Antonio Franco.

Huracán: Marcos Díaz; José San Román, Martín Nervo, Federico Mancinelli, Luciano Balbi; Matías Fritzler, Mauro Bogado; Mariano González, Daniel Montenegro, Patricio Toranzo; Ramón Ábila. DT: Eduardo Domínguez.


Cambios: 33 2T Evelio Hernández por Flores (CFC) / 36 2T Lucas Villarruel por Montenegro (H) / 39 2T Diego Mendoza por Fritzler (H) / 41 2T William Díaz por Arango (CFC) / 43 2T Ezequiel Miralles por San Román (H) / 44 2T Rodrigo Febres por García (CFC).


Figura del partido: Robert Garcés (CFC)

Figura de Huracán: Patricio Toranzo


Luego de la derrota ante Rafaela, se esperaba que el equipo tradujese la frustración de esa derrota en algo positivo. Pero no fue para nada así, y en Caracas, el team de Eduardo Domínguez mostró su peor costado. Si bien el inicio del juego fue en el campo rival, lentamente el local empezó a controlar las acciones, llevando la pelota a su ritmo, todo en el marco de un suelo impresentable, en donde directamente era imposible jugar, lo que se diría, un potrero.

Allí Caracas generó dos opciones de riesgo que nos tuvieron en vilo. Primero con un centro picante que hizo esforzar a Díaz, y luego, con un tiro libre cruzado al corazón del área, que nadie tocó y se metió en el arco quemero, pero que el referí Cáceres, al parecer erróneamente, no convalidó en gol, por la presunta posición de adelanto de un delantero que quiso intervenir. Muy dudosa, Huracán se salva. El Globo solo tuvo dos llegadas tibias, en las cuales Mariano González (presente en lugar de Espinoza) no pudo sacar provecho. La primera parte se iba con la sensación de dominio del local, que pudo sacar ventaja de ella en la última jugada de esa etapa.

Un córner de la izquierda fue jugado para Garcés, que ejecuta un buen centro al segundo palo, donde el lateral Quijada apareció en soledad tras burlar la atención de Nervo, y anotó de cabeza sobre el borde del área chica, el 1 a 0 que fue una mala noticia para todos los que en Buenos Aires ya presentíamos una jornada difícil para el Globo.

El segundo tiempo continuó con la misma tónica, incluso con un Huracán que se deshilachaba aún más. Sólo Ábila arriba luchando contra molinos de viento. Nada más Mariano González arrimaba algo de riesgo, mientras Toranzo no daba en la tecla. Así pasó media hora sin variantes, ante un contrario que si bien era más, poco pesaba y que a pesar de la localía, empezaba a mirar con agrado el lanzamiento de penales.

Al minuto 29 la cosa parecía peor, cuando Mariano González se va expulsado por una falta innecesaria que genera su segunda tarjeta amarilla. Allí Domínguez ensaya la primera variante e ingresa Villarruel por Montenegro para equiparar al Caracas en la marca en el medio, que se empezaba a animar al ver al visitante con un jugador menos. No obstante justo en ese ínterin, Huracán tenía la mejor llegada en todo el juego, cuando un remate de Fritzler que era gol, fue salvado por el bueno de Fariñez. Pero tres minutos después, el castillo de naipes quemero se derrumbaba. Arango recibió de espaldas al arco,  al borde del área grande, aprovechó la siesta de los centrales del Globo, y sacó un remate preciso a media altura, que se clavó doloroso en el palo más lejano de un Díaz que nada tenía para hacer. Dos  a cero en contra.

Con poco más de diez minutos por delante, Huracán se quedaba afuera y sin ningún viso de recuperación, inmerso en una maraña de intrascendencia, de la que sólo un milagro iba a poder sacarlo.

Y el milagro llegó, cuando habían pasado dos minutos de los cuatro que adicionaba el árbitro. Miralles tomó la pelota como wing derecho y la retrocedió para Toranzo. Este hizo un rodeo para la pausa, y vio el pique corto de Miralles entre zaguero y lateral, y hacia allí puso el balón con pasmosa precisión. Miralles hizo todo bien: ganó en velocidad y antes de llegar al fondo, levantó la vista, vio bien ubicado a Mendoza en el segundo palo y allí puso el balón con un eximio centro. El nueve solo tuvo que elevarse casi sin marcas y dentro del área pequeña, decir que si con la cabeza e impulsar el balón al fondo de la red, de un arquero Fariñez que “no salía en la foto”. Gol y explosión. Gol de visitante que aseguraba la clasificación, para el estallido de todos los quemeros, aquí y allá.

Así se dio el pase de ronda. Injustificadamente, ya que nada hizo el Globo en este juego para merecerlo, pero desde la épica de un corazón quemero que no sabe de alegrías sin pasar por el sufrimiento.


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