Con el resultado puesto, con
un amigo quemero charlábamos. Nos pusimos a discernir, si el tiempo de la “mala
suerte” o “mala vibra” de Huracán había pasado definitivamente o no. Y nos
quedamos pensando, que tras la atajada de Marcos en San Juan en noviembre de
2014, algo se alteró, y que empezaban a llegar “las buenas”. Pocas horas
después, tuvimos que reveer nuestra idea, ya que la tragedia nos rozó. Pero ese
es otro capítulo.
Huracán vivió dos milagros en
Venezuela. Uno deportivo y otro de vida.
En el deportivo, tras un
partido en el que hicieron todo mal, el tiro del final salió, y a dos minutos
que el tiempo adicionado finalice, tras una buena combinación entre Toranzo y
Miralles y centro de éste último, Diego Mendoza logró con su cabeza meter la
bola en el arco local, y así lograr el tanto como visitante que, aún en la
derrota “harto” merecida, le diera el pase al Globo a la fase de grupos de la
Copa Libertadores. Una suma de prestigio y dólares, producto del “gol de los
casi dos millones de dólares”
Síntesis
Martes 9 de febrero de 2016
Copa Libertadores 2016 – Fase
Previa - Vuelta
Caracas FC (Venezuela) 2 – 1 Huracán
1-0: 45 1T Rubert Quijada
(CFC) de cabeza al borde del área chica y en el segundo palo, en segunda jugada
tras un córner, escapando de la marca de Nervo.
2-0: 37 2T Paulo César Arango
(CFC) con un violento remate desde fuera del área, al palo izquierdo de Díaz
que no llega, tras un control y media vuelta.
2-1: 47 2T Diego Mendoza (H)
de cabeza en el segundo palo, a centro de Miralles tras buena combinación con
Toranzo
Árbitro: Enrique
Cáceres –Paraguay- (mal)
Amonestados: Sánchez,
Quijada (CFC) / San Román, González, Fritzler, Nervo (H)
Expulsado: 29 2T
Mariano González (H)
Caracas FC (Venezuela): Wuilker Fariñez; Jefre Vargas, Andrés Sánchez, Giácomo Di
Giorgi, Rubert Quijada; Christian Flores, Ricardo Andreutti, Robert Garcés,
Robert Hernández; Paulo César Arango, Over García. DT: Antonio Franco.
Huracán: Marcos Díaz; José San Román, Martín
Nervo, Federico Mancinelli, Luciano Balbi; Matías Fritzler, Mauro Bogado;
Mariano González, Daniel Montenegro, Patricio Toranzo; Ramón Ábila. DT: Eduardo
Domínguez.
Cambios: 33 2T Evelio Hernández por Flores
(CFC) / 36 2T Lucas Villarruel por Montenegro (H) / 39 2T Diego Mendoza por
Fritzler (H) / 41 2T William Díaz por Arango (CFC) / 43 2T Ezequiel Miralles
por San Román (H) / 44 2T Rodrigo Febres por García (CFC).
Figura del partido: Robert Garcés (CFC)
Figura de Huracán: Patricio
Toranzo
Luego de la derrota ante
Rafaela, se esperaba que el equipo tradujese la frustración de esa derrota en
algo positivo. Pero no fue para nada así, y en Caracas, el team de Eduardo
Domínguez mostró su peor costado. Si bien el inicio del juego fue en el campo
rival, lentamente el local empezó a controlar las acciones, llevando la pelota
a su ritmo, todo en el marco de un suelo impresentable, en donde directamente
era imposible jugar, lo que se diría, un potrero.
Allí Caracas generó dos
opciones de riesgo que nos tuvieron en vilo. Primero con un centro picante que
hizo esforzar a Díaz, y luego, con un tiro libre cruzado al corazón del área,
que nadie tocó y se metió en el arco quemero, pero que el referí Cáceres, al
parecer erróneamente, no convalidó en gol, por la presunta posición de adelanto
de un delantero que quiso intervenir. Muy dudosa, Huracán se salva. El Globo
solo tuvo dos llegadas tibias, en las cuales Mariano González (presente en
lugar de Espinoza) no pudo sacar provecho. La primera parte se iba con la
sensación de dominio del local, que pudo sacar ventaja de ella en la última
jugada de esa etapa.
Un córner de la izquierda fue
jugado para Garcés, que ejecuta un buen centro al segundo palo, donde el
lateral Quijada apareció en soledad tras burlar la atención de Nervo, y anotó
de cabeza sobre el borde del área chica, el 1 a 0 que fue una mala noticia para
todos los que en Buenos Aires ya presentíamos una jornada difícil para el
Globo.
El segundo tiempo continuó
con la misma tónica, incluso con un Huracán que se deshilachaba aún más. Sólo
Ábila arriba luchando contra molinos de viento. Nada más Mariano González
arrimaba algo de riesgo, mientras Toranzo no daba en la tecla. Así pasó media
hora sin variantes, ante un contrario que si bien era más, poco pesaba y que a
pesar de la localía, empezaba a mirar con agrado el lanzamiento de penales.
Al minuto 29 la cosa parecía
peor, cuando Mariano González se va expulsado por una falta innecesaria que
genera su segunda tarjeta amarilla. Allí Domínguez ensaya la primera variante e
ingresa Villarruel por Montenegro para equiparar al Caracas en la marca en el
medio, que se empezaba a animar al ver al visitante con un jugador menos. No
obstante justo en ese ínterin, Huracán tenía la mejor llegada en todo el juego,
cuando un remate de Fritzler que era gol, fue salvado por el bueno de Fariñez.
Pero tres minutos después, el castillo de naipes quemero se derrumbaba. Arango
recibió de espaldas al arco, al borde
del área grande, aprovechó la siesta de los centrales del Globo, y sacó un
remate preciso a media altura, que se clavó doloroso en el palo más lejano de
un Díaz que nada tenía para hacer. Dos
a cero en contra.
Con poco más de diez minutos
por delante, Huracán se quedaba afuera y sin ningún viso de recuperación,
inmerso en una maraña de intrascendencia, de la que sólo un milagro iba a poder
sacarlo.
Y el milagro llegó, cuando
habían pasado dos minutos de los cuatro que adicionaba el árbitro. Miralles
tomó la pelota como wing derecho y la retrocedió para Toranzo. Este hizo un
rodeo para la pausa, y vio el pique corto de Miralles entre zaguero y lateral,
y hacia allí puso el balón con pasmosa precisión. Miralles hizo todo bien: ganó
en velocidad y antes de llegar al fondo, levantó la vista, vio bien ubicado a Mendoza
en el segundo palo y allí puso el balón con un eximio centro. El nueve solo
tuvo que elevarse casi sin marcas y dentro del área pequeña, decir que si con
la cabeza e impulsar el balón al fondo de la red, de un arquero Fariñez que “no
salía en la foto”. Gol y explosión. Gol de visitante que aseguraba la
clasificación, para el estallido de todos los quemeros, aquí y allá.
Así se dio el pase de ronda.
Injustificadamente, ya que nada hizo el Globo en este juego para merecerlo,
pero desde la épica de un corazón quemero que no sabe de alegrías sin pasar por
el sufrimiento.
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