El Globo de Eduardo Domínguez visitó el Monumental luego del buen
partido en la Sudamericana ante Tigre, y le plantó batalla al “campeón de
América”, a partir de la pretendida solidez de su zaga central, sumando el
segundo empate sucesivo en el torneo. Si bien no fue dominador del juego, nunca
se vio muy asediado y no pasó mayores sofocones. Ahora tiene que llegar la hora
de las victorias, justo cuando se cierne una serie de partidos muy importante
en el corto plazo.
A partir de un gol en el primer
cuarto de hora, el partido se presentaba a pedir de River. Parecía que la
intención de mantener un buen orden defensivo de Huracán había cedido, pero no
fue así. Con una disposición táctica claramente defensiva, incluso con Espinoza
actuando de volante por la derecha y Ábila en soledad, Vismara y Bogado
trababan lucha en el medio y en general lograban aminorar los embates de un
River, que si bien mantuvo un cierto dominio de las acciones en todo el
partido, no fue profundo ni del todo peligroso. El rival, mostró sus mejores
armas por las bandas, donde Carlos Sánchez por una, era el motorcito que
traccionaba cada avance de su equipo, y el ex quemero Gonzalo Martínez por la
otra, se empecinaba en gambetear buscando los últimos metros.
Y fue por la banda, la derecha, que
vino la apertura del marcador, que tomó mal parado y desatento a parte del
bloque defensivo quemero. De un lateral, sale un pase bombeado, Sánchez gana a
su marcador y la pelota, sobre la línea de fondo, le queda alta, ante la
apresurada salida de Marcos Díaz. La logra puntear, llovida sobre el centro del
área, donde Martínez apareció, le ganó en el salto a San Román, y cabeceó alto,
de mala forma, hacia la valla desguarnecida de Huracán. En ese momento, trató
de cerrar Nervo sobre la raya, pero otra vez Sánchez, en flagrante posición adelantada
lo obstaculizó, y no le permitió despejar, por lo que la pelota lo sobrepasó, y
cayó tras su espalda y dentro del arco. Uno a cero para el local, y el plan del
Globo que era desbaratado en quince minutos.
Creo yo, que aquí apareció lo mejor
de Huracán. Nunca se desesperó, y mantuvo su estilo, aguardando su momento para
atacar y tomando mayores precauciones defensivas. No obstante, hubo un momento promediando
la etapa, que River lo tuvo a mal traer, con varias opciones claras sucesivas
que pudieron haber aumentado el marcador. Pero en ese interín, tal vez cuando menos
se esperaba, llegó el empate quemero, luego de una salida en falso del local.
Maidana exige a Ponzio, que se equivoca al devolver corto hacia su área, y se
interpone Montenegro. A pocos pasos del área, logra dominar con dificultad, y
rápido saca un fuerte remate, que intención quiso ser cruzado, pero que tras
chocar en una pierna de Álvarez Balanta, fue recto, y se metió bajo y rasante,
en una esquina del arco de River, a pesar de la esforzada estirada de Barovero.
Cierre de la primera parte con igualdad, que parecía un premio excesivo hasta
ahí.
El segundo tiempo, si bien no tuvo
mayores alternativas, fue un tanto más parejo, con un Huracán basado en las
figuras de Nervo y Vismara, que sostenían la estructura defensiva
convenientemente. River tuvo sus chances, con dos acciones, una de cal y otra
de arena de Marcos Díaz: un cabezazo que sobre la línea se le escurría de las
manos y salvó “in extremis”; y una atajada bárbara a puro reflejo, de un tiro
libre muy cerca de Mora. El Globo tuvo sus ocasiones, que Ábila no pudo
concretar y le hubieran dado la victoria, pero en ningún momento de la etapa
pudo ser un conjunto peligroso y Barovero no pasó por problemas. El ritmo del
partido fue decayendo, decantando en un empate que le pareció poco a ambos,
pero sobre todo a River, por su localía y la necesidad de no caer del tren de
las primeras posiciones.
En definitiva, la imagen de Huracán
en los tres juegos con Domínguez como DT, traen aspecto de mayor compromiso y
actitud defensiva, pero con un cierto descuido del ataque, aunque se nota una
mejora en individualidades, caso Montenegro, que crean expectativas a corto
plazo. Si bien el equipo deja de lado algunas intenciones con el objeto de
presionar y no ser vulnerado, es un inicio aceptable, para una idea de conjunto
que deberá consolidarse rápido. Lo más rápido posible.
Síntesis
River Plate
1 – 1 Huracán
River Plate: Marcelo
Barovero; Gabriel Mercado, Jonathan Maidana, Eder Álvarez Balanta, Leonel
Vangioni; Carlos Sánchez, Leonardo Ponzio, Luis González, Gonzalo Martínez;
Rodrigo Mora, Tabaré Viudez. DT: Marcelo Gallardo
Huracán: Marcos
Díaz; José San Román, Martín Nervo, Federico Mancinelli, Luciano Balbi; Mauro
Bogado, Federico Vismara; Cristian Espinoza, Daniel Montenegro, Patricio
Toranzo; Ramón Ábila. DT: Eduardo Domínguez.
Cambios: 22 2T David Distéfano por Montenegro (H)
/ 24 2T Javier Saviola por González (RP) / 35 2T Nicolás Bruna por Toranzo (H)
/ 40 2T Ezequiel Miralles por Ábila (H).
Goles: 14 1T Gonzalo
Martínez (RP) de cabeza, tras una bola llovida de Sánchez y sin que Nervo en la línea pueda despejar, obstruido por Sánchez, en offside / 40 1T Daniel Montenegro (H), con remate de derecha desde fuera del área que rebota en Álvarez Balanta, tomando un mal pase atrás de Ponzio.
Árbitro: Saúl Laverni (mal)
Amonestados: Mora, Ponzio (RP) / San Román, Bogado (H)
Figura del
partido: Carlos Sánchez (RP)
Figura de
Huracán: Martín Nervo
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