martes, 13 de mayo de 2014

Sencillez y sentimiento

Dosis de aplomo defensivo, constancia en la marca y claridad y eficacia en su idea ofensiva, es decir, una buena mezcla de sencillez y sentimiento, fueron los sustentos de una importantísima victoria del Globo ante el puntero del campeonato, que se fue de la Quema con el bolso lleno de goles y claramente fastidiado. ¿Como se hace para detener o tranquilizar a la ola de esperanza quemera que se extiende?





Desde el primer momento del juego y en la intensidad de su accionar, se notó la actitud de Huracán que salió a la cancha a intentar someter al puntero del campeonato. Presionando desde la salida del visitante, ahogaba las acciones en la mitad de la cancha, dificultando que Banfield lleve peligro al arco de Díaz, tarea mayúscula teniendo en cuenta la fiereza y eficacia de la dupla rival, Chávez y Salcedo. No obstante esto, la primera chance clara de gol, y la mejor que tuvo en esta etapa, fue para el “taladro”, cuando un remate de Toledo exigió el esfuerzo de Marcos Díaz.

Toda la media hora inicial tuvo la misma tónica, con un Banfield con un poco más de tenencia de balón, enfrentado a un Huracán firme, sobretodo en su bloque defensivo, y que intentaba por las bandas, de buena forma y llevando riesgo, llegar lo más cerca posible de la valla de Servio. Ese juego táctico planteado, se quebró, por suerte y pericia propia, a favor del Globo, cuando en el minuto 37, Gonzalo Martínez en la banda izquierda de su ataque, se interpone en la pelea de Capurro con un rival por la pelota, la obtiene e inicia una diagonal con pasos largos, que termina cuando a 30 metros, saca un remate fuerte y extraño en su parábola, que se incrusta en el palo pegada al poste izquierdo de un sorprendido arquero banfileño. Golazo, ventaja e inicio de un nuevo partido. Porque ese gol, fue el impulso necesario para que pronto el Globo encuentre otro. Cuatro minutos después, Cristian Espinoza ejecuta un tiro de esquina en forma precisa, con la altura y la comba requeridas, para que cruce el área, y llegando al segundo palo, caiga en la cabeza de Domínguez, que había zafado y perdido a su marca, que en soledad, clavó tranquilo el segundo, para el delirio de todo el estadio. Festejo loco, dos a cero y el equipo a descansar tranquilo.

Tal como se esperaba, en la segunda parte Banfield salió a quemar “sus naves”, incluso con dos cambios que buscaban sacudir el sueño de los diez minutos finales del primer tiempo. Así fue que la visita se encontró con un Huracán que se mantenía, aunque algo más retrasado, bien parado, y que aventaba todo riesgo, a partir del trabajo de una defensa que en este juego lució sólida, con Mancinelli como puntal de la misma. En ese lapso, era poco lo que hacía en ataque, pero lentamente iba aumentando el fastidio y la frustración de un Banfield, que fue perdiendo el control del trámite, con llegadas que eran simplificadas por Díaz. Y para eso, fue importante el ingreso de Leandro Caruso, en lugar de un Ábila que no estuvo cómodo nunca en el partido. El ex Arsenal y River, fue importante a la hora de colaborar con Toranzo para aguantar y mantener la pelota en poder de Huracán. En ese momento, tuvo su mejor chance Banfield, con un tiro libre de Salcedo que por poco no fue el descuento.

Pero a partir de allí, en los quince minutos finales, todo comenzó a ser quemero. Toranzo puso en la contra una estocada para la diagonal de Espinoza, que en el pie a mano con Servio, perdió cuando quiso gambetearlo, en total soledad y con tiempo suficiente para pensar en cualquier otra opción. Pero un rato después, Caruso retiene el balón en ataque sobre el fondo de la cancha por derecha, ante un par de marcadores gana, y cede a Toranzo, que se interna en el área, y es tackleado tontamente en el vértice del área grande por Erviti, justo enfrente del árbitro Loustau, que pita el penal para Huracán, y que el propio Toranzo cambia por gol con mucha tranquilidad. Tres a cero, asunto totalmente liquidado, y final del encuentro.

Claramente se trataba de uno de los rivales más dificultosos que podía esperar Huracán, y el equipo lo sacó adelante, comprobando una buena cuota de aplomo, seriedad, buena gestión de bloque defensivo, y eficacia para convertir en gol las chances limitadas que origina. Tercera victoria al hilo, y es imposible de parar la ola de esperanza quemera que se empieza a expandir, cada día más quemeros se ilusionan. Yo insisto, que el Globo creció a partir de mirar en si mismo, de potenciar sus virtudes e intentar corregir sus defectos. Y así debe continuar.





Síntesis

Huracán 3 - 0 Banfield


Huracán: Marcos Díaz; Germán Mandarino, Federico Mancinelli, Federico Domínguez y Carlos Arano; Lucas Villarruel, Alejandro Capurro, Patricio Toranzo y Gonzalo Martinez; Ramón Ábila y Cristian Espinoza. DT: Frank Kudelka


Banfield: Gaspar Servio; Gustavo Toledo, Nicolás Bianchi Arce, Fabián Noguera y Nicolás Tagliafico; Walter Erviti y Nicolás Domingo; Juan Cazares; Ricardo Noir, Santiago Salcedo y Andrés Chávez. DT: Matías Almeyda.


Cambios: 0 2T Nicolás Bertolo por Cazares (B) y Emiliano Terzaghi por Noir (B) /19 2T Leandro Caruso por Abila (H) / 38 2T Lucas Villafañez por Martínez (H) / 43 2T Ezequiel Gallegos por Espinoza (H)


Goles: 37 1T Gonzalo Martínez (H), con un remate recto a media altura desde 30 metros, al palo de la mano derecha de Servio / 41 1T Eduardo Domínguez (H), de cabeza en el área chica tras corner de Espinoza / 42 2T Toranzo (H), de penal, por falta de Erviti al propio Toranzo en el ángulo izquierdo del área grande.


Árbitro: Patricio Loustau (aceptable)

Amonestados: Mandarino, Villarruel, Toranzo (H) / Noir, Chávez (B)


Figura del partido: Alejandro Capurro


No hay comentarios:

Publicar un comentario