lunes, 26 de septiembre de 2011

Huracán salió mareado de Quilmes

Luego de un primer tiempo malo y parejo, cuando el segundo se iniciaba controlado, una expulsión en contra y un par de distracciones en pelotas paradas dejaron al equipo de Apuzzo sin reacción y con una derrota en el bolso para el regreso a Patricios.


Rodrigo Lemos tratando de contener a Cauteruccio. El juvenil uruguayo recibió la expulsión. que marco el inicio del fin del partido para Huracán



Huracán llegaba al estadio del cervecero con la intención de marcar tendencia, es decir confirmar la reacción que pareció esbozar el domingo pasado, cuando venció sin discusiones a Independiente Rivadavia mendocino. Pero la cuestión quedó en intenciones y en un segundo tiempo donde el nivel del equipo bajó ostensiblemente, dejó escurrir tres puntos sin pena ni gloria.

El primer tiempo pareció más una carrera de velocidad que un partido de fútbol. Un ida y vuelta continuo, de defensa a defensa, sin llegadas claras de ambos lados y con una mitad que solo pudo retener el juego en contados momentos. Todo era vorágine en el Globo, con Machín manejando ese ritmo, que para nada le conviene al conjunto de Apuzzo. Pocas veces la bola pasó por los pies del jugador más claro que es Battaglia, que recostado por la banda izquierda en ese período, inquietaba a la última línea rival. Pablo López y Milano se sumaban al vértigo y trataban de ser verticales, generando opciones para un Nahuel Oviedo que se mostraba generoso en su despliegue. Justamente él fue quien tuvo la ocasión de gol más importante, la única que se puede considerar, cuando recibió una habilitación de Pablo López, entrando por izquierda al área con potencia, y definió cruzado por sobre el arquero, pero su tiro bien intencionado, se escapó muy cerca del segundo caño del arquero rival. Quilmes en ese primer tiempo, fue puro “barullo” y pierna fuerte, casi sin llegadas que inquieten a Monzón.

El arranque del segundo tiempo dejaba vislumbrar un trámite similar, cuando en el minuto 8 comenzó a cambiar la historia. Luego de un córner a favor y una contra rival, Lemos debió cometer un foul en el círculo central para detener el avance, por lo que el árbitro le mostró la segunda amarilla y posterior roja, ya que en el primer tiempo había recibido una con total justicia. Aquí me detengo, porque digo y sostengo que esa segunda amonestación el referí pudo haberla obviado. En el fútbol de primera división se ven juego tras juego jugadores que poseen total impunidad en este mismo tipo de jugadas, ya sea por “portación” de camiseta o de nombre. Pero Rodrigo Lemos, jugador impetuoso y correcto no tiene “chapa” y debió irse a duchar antes de tiempo.

Desde allí, el ánimo de Quilmes creció, y adelantó un tanto las líneas dentro del esquema amarrete que había pergeñado Caruso Lombardi. En ese momento, Apuzzo manda a la cancha al juvenil debutante Matías Martínez de 20 años para reforzar la banda derecha, retrasando a Machín como lateral en lugar de Lemos. Ante esto, salió Mauro Milano, y allí las esperanzas ofensivas quemeras parecieron diluirse. Y unos minutos después, una doble distracción defensiva genera el primer gol de Quilmes. 19 minutos, córner ejecutado corto a dos toques sin oposición alguna (primer distracción), centro al segundo palo donde dos atacantes esperaban recibir solos (segunda distracción), uno de ellos devuelve de cabeza al medio del área chica, donde Facundo Diz debe solamente empujar fácil al gol sin ninguna oposición defensiva, salvo el desesperado intento de Pautasso sobre la línea para evitarlo. Uno a cero para el local y baldazo de agua fría para los diez jugadores de Huracán que ahora debían salir a buscar el empate.

No obstante esto, el dominio de Quilmes se ahondó, generando riesgo a Monzón. Así cinco minutos después, a los 24, llegó un tiro libre que ejecutó Cauteruccio desde la izquierda al centro del área grande de Huracán, en el que todos fueron con la marca de los más altos, dejando descuidado a Caneo, que picó al vacío, peinó la bola y dejó “cocinado” a un Monzón estático, que jugaba a las estatuas. Dos a cero para Quilmes en la mitad de la segunda etapa y un jugador menos, situación que se tornaba, y finalmente así lo fue, indescontable. A partir de allí, un par de intentos de Huracán y un Quilmes que bajó el barrilete y se dedicó a esperar el final y la victoria. Matías Martínez tuvo la más clara, definiendo mal y desviado una clarísima chance que había fabricado tras excelente jugada Mauro Villegas, que había ingresado minutos antes por el chico Oviedo. Esos últimos veinte minutos demostraron que el Globo tuvo un único jugador que no bajó los brazos tras la expulsión, y se dedicó a conducir los intentos quemeros, poniendo sobre sus hombros toda la responsabilidad. No tiene 30 años, ni doscientos partidos en primera. Es un chico de sólo 19, que tendrá apenas 20 partidos en total, pero el aplomo y jerarquía de un crack: Rodrigo Battaglia. El resto del equipo se mareó, se desvaneció, como los tres puntos de las manos quemeras.

 
Quilmes 2 – 0 Huracán

Síntesis

Quilmes: Dulcich; Leyes, S. Martínez, Agüero, Corvalán; Garnier, Rimoldi, Mansilla, Caneo; Cauteruccio, Diz. DT: Caruso Lombardi. Cambios: 26 2T Mandarino por Mansilla; 34 2T Iglesias por Diz; 41 2T L. Díaz por Rimoldi

Huracán: Monzón, Lemos, González, Villán, Pautasso; Machín, Leiva, Battaglia, Pablo López; Milano, Oviedo. DT: Nestor Apuzzo. Cambios: 11 2T M. Martínez por Milano; 41 2T Villegas por Oviedo.


Arbitro: Juan Pablo Pompei (mediocre)

Goles: 19 2T Diz (Qui), toca al gol una devolución al centro del área chica, tras un centro llovido al segundo palo. / 24 2T Caneo (Qui), de cabeza peinando un centro de Cauteruccio tras tiro libre

Amonestados: Quilmes: Diz, Rimoldi, Iglesias / Huracán: Lemos, Leiva, González

Expulsado: 8 2T Lemos

Figura del partido: Miguel Caneo

Figura de Huracán: Rodrigo Battaglia


En vídeo, los goles del partido:

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