Huracán tuvo las de ganar y se le escapó. Cayó por
penales y quedó eliminado de la Copa de la Superliga 2019 ante San Lorenzo,
luego que a un minuto del final del partido, Fernando Monetti le detuviera un
penal a Lucas Barrios.
Síntesis
Viernes 19 de abril de 2019
Copa de la Superliga - Fase 1 – Partido de Vuelta
Jugado en: Estadio Tomás A. Ducó – Ciudad Autónoma
de Buenos Aires
Huracán 0 (3) – (4) 0 San Lorenzo
Goles: no hubo
Incidencia: 43 2T Fernando Monetti (SL) le atajó un penal
a Lucas Barrios (H)
Definición por penales: Lucas Gamba (H) gol (1-0) / Nicolás Reniero
(SL) gol (1-1) / Lucas Barrios (H)
desviado (1-1) / Gonzalo Rodríguez (SL) gol (1-2) / Pablo Álvarez (H) gol (2-2)
/ Raúl Loaiza (SL) gol (2-3) / Andrés Roa atajado (2-3) / Cristian Barrios (SL)
atajado (2-3) / Omar Alderete (H) gol (3-3) / Andrés Rentería (SL) gol (3-4)
Árbitro: Néstor Pitana (discreto)
Amonestados: Sills, Álvarez (H) / Barrios, Martínez, Salazar (SL)
Huracán: Fernando Pellegrino; Pablo Álvarez, Saúl Salcedo, Omar Alderete, Carlos
Araujo; Norberto Briasco, Juan Sills, Walter
Pérez, Carlos Auzqui; Andrés Roa; Andrés Chávez. DT: Antonio Mohamed.
San Lorenzo: Fernando Monetti; Marcelo Herrera, Fabricio
Coloccini, Marcos Senesi, Víctor Salazar; Gonzalo Castellani, Raúl Loaiza,
Román Martínez; Rubén Botta, Andrés Rentería, Cristian Barrios. DT: Jorge
Almirón
Cambios: 15 2T Jerónimo
Poblete por Castellani (SL) / 20 2T Lucas Gamba y Lucas Barrios por Briasco y
Chávez (H) / 23 2T Nicolás Reniero por Botta (SL) / 29 2T Iván Rossi por Auzqui
(H) / 34 2T Gonzalo Rodríguez por Martínez (SL)
Figura del partido: Fernando Monetti (SL)
Figura de Huracán: Carlos Auzqui
En un juego muy flojo,
con escasas llegadas a los dos arcos, Huracán dejó la impresión de ser algo
más, aunque jugando mal, desde el punto de vista de la intención. Con un Roa
movedizo y que luego se fue apagando, y con Auzqui y un desgaste envidiable, el
Globo dejó mejor imagen durante todo el juego, incluso hasta de poder
controlarlo. Ya con la entrada de Gamba, las aproximaciones se hacían un tanto
más peligrosas, hasta que a dos minutos del final del juego, Coloccini se lo
lleva puesto al mendocino en el área, en una falta leve, pero de penal.
Allí nuestros corazones
galopaban. Pero el de Lucas Barrios no. Con una clara displicencia, su remate a
una punta sin fuerza, fue desviado al córner por Monetti, que se llenó de
energía, para enfrentar lo que se venía luego de eso, que era justamente la tanda
de penales para definir el pase de ronda.
Allí nos volvimos a topar
con Lucas Barrios. En el segundo penal de la tanda, esta vez el experimentado
delantero quiso liquidar la cosa, y su remate violento se fue alto luego de
rozar el travesaño. También el colombiano Roa, en el cuarto turno le dejó servido
a Monetti la pelota para que se convierta en figura y venza el visitante, dejando
sin caso la buena atajada de Pellegrino al penal de Cristian Barrios.
Otra decepción y otra
mancha al “tigre Mohamed” que no está haciendo mucho mal.
Dejo en esta bitácora de
recuerdos, la excelente crónica de Nicolás Ziccardi para Soy Quemero, que
refleja con un poco más de ganas que yo, un momento que nos dolió a todos.
Solo del alambrado para afuera
Huracán no estuvo a la altura de la ilusión de su gente, fue el
mejor de los 180 minutos pero aun así no le alcanzó para quedarse con la serie
clásica. El rival se llevó lo que vino a buscar, un cero a cero que le diera la
oportunidad desde los doce pasos. El Globo necesitó realmente poco más para
convertir pero el penal que Lucas Barrios falló con displicencia a tres minutos
del cierre nos bañó con una sensación de derrota de la que no pudimos
recuperarnos. Por suerte al semestre le queda cada vez menos.
Con muchísimo público en los cuatro sectores habilitados
saltó Huracán al verde césped del Palacio Tomás Adolfo Ducó. La ilusión no
coincidía con el pésimo semestre realizado bajo la conducción de Antonio
Mohamed, sin embargo la igualdad en el Bajo Flores había dado algunos motivos
válidos para cambiar de página y esperar tener una buena alegría ante el rival
de siempre. El Globo necesitaba ganar para avanzar en la Copa de la Superliga,
de todas formas el entrenador no realizaba grandes modificaciones en relación a
la última formación; Carlos Araujo ingresaba por el suspendido Merolla mientras
que Carlos Auzqui lo hacía en lugar de Toranzo. ¿Rossi y Damonte? En el banco,
viendo el doble cinco formado por Sills y Walter Pérez.
Huracán
quemó naves desde el arranque, con Chávez y Roa clavados en la
medialuna del área rival y mucha velocidad para lastimar por los costados,
fundamentalmente con las penetraciones de un Auzqui que inició por la banda
izquierda. Pero lamentablemente el Globo no logró imprimir su esfuerzo en
situaciones nítidas, más allá de los no menos de cuatro buenos centros al
corazón del área que no ubicaron a ningún jugador en posición limpia. Andrés
Chávez empezó a recostarse sobre la izquierda para tener participación y esto
le quitó peso a la ofensiva, Huracán ganó el salto en casi todos los balones
quietos que tuvo a su disposición, pero tampoco encontró la precisión
necesaria.
Pasando
los veinte minutos el equipo sintió, exageradamente pronto, el desgaste. La
presión ofensiva se volvió estéril y el rival controló la pelota a su gusto.
Los del Bajo Flores llevaron la tensión del juego a su favor con muchas
libertades en mitad de cancha, Huracán tardó en acomodar su última línea pero
la visita apenas logró un par de tiros desde afuera del área que no atinaron a
los tres postes defendidos por Fernando Pellegrino.
La
opción más clara de la primera mitad fue para Huracán, una enorme maniobra de
Andrés Felipe Roa en el círculo central terminó dejando al colombiano en
carrera por el carril central del ataque, soltando la redonda para el ingreso
al área por izquierda de Andrés Chávez; el Comandante limpió en velocidad a
Coloccini pero llegó exigido a la definición y su zurdazo, que venció el salto
de Monetti, terminó desviado por muy poco al primer poste.
Ya
en el complemento la cosa arrancó de ida y vuelta, sin embargo con el correr de
los minutos los de Almagro fueron tirándose contra su propio arco sin ningún
tipo de disimulo. Las excursiones ofensivas del Globo eran
demasiado esporádicas y por eso en veinte minutos Mohamed dispuso los ingresos
de Lucas Gamba y Lucas Barrios, reemplazando al fundido Chávez y un Norberto
Briasco demasiado pendiente de la marca; el Beto había protagonizado una muy
buena maniobra personal tras bochazo largo, le ganó la posición a Salazar pero
terminó arrojándose en plena área visitante, cuando tenía el tiro claro.
La
sola presencia de Gamba hizo aparecer otros espacios ofensivos, Lucas rompió en
velocidad por ambos vértices pero como ocurrió durante todo el semestre le
costó encontrar resoluciones claras. De todas formas un pivoteo de Barrios
encontró una buena defensa de la posición del mendocino en el área rival, Gamba
bancó a Coloccini y sacó un tímido derechazo que Monetti desactivó.
Auzqui
terminó dejando la cancha sentido en lo físico y Mohamed reconfiguró la línea
media metiendo a Rossi, las dos o tres primeras intervenciones de Iván
confirmaron absolutamente todas las teorías de tablón: Dejarlo afuera, pudiendo
ponerlo, resultó una decisión imposible de entender.
Y
Huracán fue con lo que le quedó, con la posibilidad de los penales en el horizonte
y el rival desnudando todas sus intenciones con el ingreso de Gonzalo Rodríguez
(Defensor central) por Martínez (Mediocampista). Cuando faltaban menos de cinco
minutos para el cierre Barrios bancó la pelota larga de Álvarez, Sills la tomó
en posición de diez y filtró un buen pase para que Lucas Gamba supere la línea
de Coloccini para ser derribado por el defensor; Néstor Pitana no dudó en
sancionar penal por agarrón al mendocino.
Lucas
Barrios tomó la pelota desde el primer momento y cobró la factura con un
derechazo levemente cruzado, sin demasiada potencia y a media altura; Fernando
Monetti se volcó sobre su derecha mandando el tiro al córner. Hay mérito en el
golero pero también falencia del ejecutante, ya que el disparo no tuvo grandes
dificultades y fue a un sector que el meta pudo cubrir con solo un paso.
Lo
que más jode es la displicencia de la ejecución, esa carrera
corta que nada tuvo que ver con el nerviosismo de la instancia. “Si entraba era
un golazo”, pero no entró, y lejos de eso la opción perdida fue un verdadero
baldazo de agua helada. En ese momento se perdió la serie, al menos en lo espiritual.
Con
el ánimo por el piso debió afrontar Huracán la serie por penales, del otro lado
pura confianza con un golero vestido de héroe. Lucas Gamba, quien anotó todos
los penales que ejecutó con nuestra camiseta, le hizo honor a la estadística
cruzando el derechazo a gol. Reniero anotó para el local y para sorpresa de
varios fue Lucas Barrios el segundo en ejecutar, el delantero no tuvo el coraje
de volver a repetir su carrera corta y buscó un potente sablazo que besó el
travesaño y se fue afuera.
Era
difícil tomar la decisión de no darle la pelota a Barrios en el penal del
tiempo regular, ya que aún con más errores que aciertos desde su llegada al
Globo Lucas es el futbolista más experimentado en instancias decisivas que
tiene el plantel Quemero. Pero devolverle la confianza minutos después de perder una opción que
impactó decididamente en el ánimo de todos es un error imposible de pasar,
100% responsabilidad de Mohamed, conductor técnico del equipo.
Pero
ojo, la ejecución sí fue responsabilidad de Barrios. Primero nos dejó en claro
que tal vez no tomó la mejor decisión sobrando la primera ejecución, ya que no
repitió la misma carrera, luego errando, aún con el azar del poste en contra.
Lamentablemente por lo que fue, ya no tiene nada por hacer en Huracán.
Rodríguez
puso el 1-2 y Pablo Álvarez el 2-2. Loaiza recuperó la ventaja Bajoflorence,
aún con una buena volada de Pellegrino, y Andrés Roa repitió un tímido
derechazo apenas cruzado que encontró otra respuesta de Monetti.
Nahuel
Barrios tuvo la definición para el rival pero Fernando Pellegrino estiró el
suspenso adivinando el poste y atajando. Alderete fusiló para el 3-4 y Rentería
terminó dándole la victoria al visitante, ajustado entre la acertada volada de
Pellegrino y su poste derecho.
Perdió
Huracán sin perder ninguno de los dos partidos, y siendo
claramente el mejor de los dos. Pero con merecimientos no hacemos nada y esta
derrota pega muy duro en el ánimo de cara a la definición de la Copa
Libertadores.
¿Qué le hace una
mancha al tigre? Si hablamos del pésimo rendimiento general de Antonio Mohamed
como entrenador del Globo, profundizado en los últimos dos ciclos, esta mancha
no hace realmente ninguna diferencia. Al contrario, es la continuidad más
triste.
¿Hasta
cuándo estamos dispuestos a tolerar este constante desencanto? ¿De verdad lo
quieren después de junio? Hagamos lo que podamos en la Copa, paso previo a finalizar el peor
semestre de los últimos años.
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