Empate en cero y derrota por penales
para cerrar un paso más por la Copa Argentina. Vélez con poco y nada, de la
mano de su golero Rigamonti se llevó el boleto a los cuartos de final, ante un
Huracán que no aprovechó las mayores y mejores ocasiones que tuvo de ganar.
Síntesis
Viernes 6 de octubre de 2017
Copa Argentina - 8vos de final
Jugado en: Estadio Diego Arnmando
Maradona – Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Huracán 0 (1)
– (3) 0 Vélez Sarsfield
Goles: no hubo
Definición por penales: Coniglio (H) gol 1-0 / Díaz
(VS) gol 1-1 / Ábila (H) desviado 1-1 / Cufré (VS) gol 1-2 / Toranzo (H)
atajado 1-2 / Vargas (VS) gol 1-3 / Romero Gamarra (H) atajado 1-3
Árbitro: Patricio Loustau – mal
Amonestados: Toranzo (H) / Caseres, Domínguez, Rigamonti, Amarilla,
Correa (VS)
Huracán: Marcos Díaz; Cristian Chimino, Martín Nervo, Saúl Salcedo,
Lucas Villalba; Ignacio Pussetto, Patricio Toranzo, Adrián Calello, Mariano
González; Nazareno Solís, Ramón Ábila. DT: Gustavo Alfaro.
Vélez Sarsfield: César Rigamonti; Gastón Díaz,
Emiliano Amor, Fausto Grillo, Braian Cufré; Fabricio Alvarenga, Santiago
Cáseres, Nicolás Domínguez, amtías Vargas; Federico Andrada, Maximiliano
Romero. DT: Omar De Felippe
Cambios: 12 2T Alejandro Romero Gamarra por Solís (H) / 22 2T
Luis Amarilla por Romero (VS) / 24 2T Fernando Coniglio por González (H) / 36
2T Jorge Correa por Andrada (VS).
Incidencia:
34 2T César Rigamonti (VS) le atajó un penal a Alejandro Romero Gamarra (H)
Figura del partido: César Rigamonti (VS)
Figura de Huracán: Saúl Salcedo
Otra vez más el paso de Huracán en la
Copa Argentina se ve frustrado por una definición por penales, que si bien fue
la manera en que la obtuvimos, son más las veces en la que nos deja afuera de
su lucha. El empate en la chapa final del partido, fue más por culpa del Globo
que de su rival, ya que tuvimos las mejores opciones de llevarnos el premio,
pero la impericia y la buena faena del arquero Rigamonti, a la postre la figura
absoluta de la definición, le negaron el acceso a los cuartos de final.
Una opción que se devora Ábila, desde
casi el punto del penal al definir de zurda al cuerpo del arquero, y el penal,
en una acción de juego súper discutida, que el mismo Rigamonti le detiene a
Romero Gamarra, fueron sin discusión dos hitos en un juego que allí debió verse
definido.
Pero pasado eso, y con el envión
anímico del uno rival, más una notable impericia de los ejecutantes del Globo,
la noche se volcó para el lado de Vélez, que con casi nada se llevó el cheque y
el boleto a los cuartos de final, que tiene en su conformación un cuadro más
que accesible, para que cualquiera llegue a una presunta final ante River
Plate. Otra vez, volverá a ser.
Párrafo aparte para la acción que se dio
a los 34 minutos del complemento. Pelotazo largo al pique de Ábila. Sale
Rigamonti fuera del área, y tras un mal cálculo, no le queda otra opción que
recurrir a detener la pelota con la mano, cuando el nueve quemero iba a quedar
con el arco a su merced. Allí el árbitro, otorgó el tiro libre pertinente, pero
sólo amonestó al golero, quien justo un minuto después, se transformaba en
vital. El tiro libre ejecutado por Romero Gamarra fue detenido con la mano por
el jugador Amarilla, que integraba la barrera del cuadro de Liniers. Penal, y
el nacimiento de un “paso teatral” entre Ábila, el designado para la ejecución
en esos casos, y el propio “Kaku”, quien claramente le suplicaba a “Wanchope”
que se lo deje patear, para su mamá, que hacía pocos días había fallecido. Tras
un rato de ida y vuelta, finalmente ejecutó Romero Gamarra, de buena forma y
con fuerza, pero una gran estirada de Rigamonti, evitó el gol, que luego el
poste devolvió. Allí se diluyó la chance quemera, que luego se esfumó
totalmente en la definición por penales, donde sólo Coniglio estuvo a la altura
de la ocasión.
Para entender los detalles, el
análisis completo de Nicolás Ziccardi de Soy Quemero:
Los dueños del penal
Huracán empató sin goles ante Vélez, perdió la definición por
penales y terminó eliminado en la Copa Argentina. El Globo tardó en arrancar
pero creció con los minutos, sin embargo erró dos opciones insólitas para
ganarlo: Clarísimo mano a mano de Ábila y un penal de Romero Gamarra.
Rigamonti, figura excluyente del cotejo, debió ser expulsado antes de sus
atajadas decisivas.
Las tribunas vacías del Diego
Armando Maradona no coincidían con el importantísimo partido que allí se
disputaba. Huracán y Vélez se medían en el marco de los octavos de final de la
Copa Argentina de Fútbol, buscando un lugar entre los ocho mejores del torneo. Que los organismos de seguridad
no sean los primeros en crear inseguridad.
Huracán presentaba a Mariano
González en lugar de Fernando Coniglio, pero realmente tardó bastante en hacer
pie. Vélez agarró la pelota en los primeros minutos metiéndonos en apuros, un
balón cruzado dejó solo a Maximiliano Romero, quien erró una opción muy nítida
de convertir.
El Globo no lograba sostener la
tenencia para meter gente en campo rival, lejos de eso la perdía rápido y eso
le quitaba firmeza en sus líneas. Mariano González generó una buena posibilidad
disparando desde media distancia al arco, César Rigamonti tapó perfecto
mandando el rebote lejos del solitario Pussetto.
El último cuarto de hora de la
primera mitad tuvo al Globo mejor parado, encontrando pases positivos con la
creciente figura de Toranzo y los aportes de Mariano. Aun así Vélez volvió a
quedar de cara al gol con un contragolpe que Marcos ayudó a contener bloqueando
justo en la previa al desviado tiro.
La más clara del Globo llegaría
en este periodo, Mariano González rompe líneas en el círculo central
habilitando a Ignacio Pussetto; Nacho toca justo para dejar solo a Ábila, pero
Wanchope se nubla sin oposición definiendo al cuerpo de Rigamonti. Insólita
opción perdida por Ramón, difícil de perdonar debido a su
jerarquía.
La primera mitad se iba con
Huracán superado en juego, pero parejo en opciones de gol.
El complemento arrancó nuevamente con Vélez protagonista, sin
embargo el Globo tardó mucho menos en hacer pie y recuperar la equidad del
trámite. Marcos tapó la más clara del rival en el complemento, un tiro cruzado
de Andrada.
El ingreso de Romero Gamarra
por Solís, de pésima actuación, elevó un poco la presencia Quemera en el
mediocampo. Huracán estaba mejor que en el primer tiempo pero tenía
dificultades para pisar el área con claridad.
Pasando la media hora llegaría
la polémica de la noche. Ábila pica habilitado en un pelotazo que agarró muy
mal al fondo rival y César Rigamonti corta la acción agarrando la pelota con
sus manos claramente fuera del área. Era roja, la modificación del último
recurso aplica a lo que ocurre dentro del área y aun así queda en decisión del
juez la sanción. Rigamonti comete una infracción antideportiva y frena un
avance con destino de gol. Era roja.
Patricio Loustau sanciona y
solo amonesta, sin embargo “salva las papas” pitando enseguida un clarísimo
penal por mano de Amarilla en su área, tras el tiro libre de Romero Gamarra.
Kaku se hace cargo de la pena
máxima, luego de discutir con Wanchope, pero César Rigamonti adivina el palo
con una tremenda estirada que amortigua el shot antes que este se estrelle en
el hierro derecho. Fue una buena ejecución de
Romero Gamarra, que sin dudas tuvo responsabilidad al no convertir, pero no
puede quedar fuera del análisis la poca fortuna de un arquero que solo desvía a
un poste que completa el trabajo.
Wanchope Ábila tuvo la última
en los noventa, pero agarró muy mal la pelota de aire en un derechazo del que
se podría haber sacado mucho más jugo. Final y penales.
Poco hay para agregar sobre la
definición. Díaz, Cufré y Vargas patearon muy bien sus tiros ante un Marcos
Díaz que adivinó intenciones pero no estuvo cerca de evitar conquista. Fernando
Coniglio abrió perfecto el camino Quemero, pero Ramón Ábila desperdició
increíblemente el suyo. Mal por Wanchope, que no estuvo a la altura de nuestras
necesidades.
En los shots perdidos por
Alejandro Romero Gamarra y Patricio Toranzo hay que destacar mucha más deficiencia en los
pateadores que mérito en el arquero. Kaku tiró sin ningún tipo de
confianza, o al menos eso proyectó. Pato, en el decisivo, revivió viejos
fantasmas sirviendo la portada a Rigamonti, que atajó gratis la definición.
Perdió Huracán la posibilidad
de avanzar en una Copa absolutamente abierta. El Globo pagó carísimo los
errores en la definición, si hasta malogró un penal durante los noventa
minutos. En lo estrictamente futbolístico fue superado y superior, mostró
mejores momentos que otros pero en líneas generales sigue lejos de lo que la
gran mayoría de Quemeros pretendemos. No pongamos al arbitraje en el centro de
la escena, tampoco dejémoslo completamente fuera de las reflexiones.
No es momento de señalar con el
dedo ni pedir cabezas, pero jamás debemos dejar de exigir. Mucho más a aquellos
que tienen las herramientas para destacarse. A pensar en Olimpo, nuestra
verdadera lucha.
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