lunes, 16 de octubre de 2017

Otra vez volverá a ser

Empate en cero y derrota por penales para cerrar un paso más por la Copa Argentina. Vélez con poco y nada, de la mano de su golero Rigamonti se llevó el boleto a los cuartos de final, ante un Huracán que no aprovechó las mayores y mejores ocasiones que tuvo de ganar.



Síntesis

Viernes 6 de octubre de 2017

Copa Argentina - 8vos de final

Jugado en: Estadio Diego Arnmando Maradona – Ciudad Autónoma de Buenos Aires


Huracán 0 (1) – (3) 0 Vélez Sarsfield


Goles: no hubo

Definición por penales: Coniglio (H) gol 1-0 / Díaz (VS) gol 1-1 / Ábila (H) desviado 1-1 / Cufré (VS) gol 1-2 / Toranzo (H) atajado 1-2 / Vargas (VS) gol 1-3 / Romero Gamarra (H) atajado 1-3


Árbitro: Patricio Loustau – mal

Amonestados: Toranzo (H) / Caseres, Domínguez, Rigamonti, Amarilla, Correa (VS)


Huracán: Marcos Díaz; Cristian Chimino, Martín Nervo, Saúl Salcedo, Lucas Villalba; Ignacio Pussetto, Patricio Toranzo, Adrián Calello, Mariano González; Nazareno Solís, Ramón Ábila. DT: Gustavo Alfaro.

Vélez Sarsfield: César Rigamonti; Gastón Díaz, Emiliano Amor, Fausto Grillo, Braian Cufré; Fabricio Alvarenga, Santiago Cáseres, Nicolás Domínguez, amtías Vargas; Federico Andrada, Maximiliano Romero. DT: Omar De Felippe


Cambios: 12 2T Alejandro Romero Gamarra por Solís (H) / 22 2T Luis Amarilla por Romero (VS) / 24 2T Fernando Coniglio por González (H) / 36 2T Jorge Correa por Andrada (VS).


Incidencia: 34 2T César Rigamonti (VS) le atajó un penal a Alejandro Romero Gamarra (H)


Figura del partido: César Rigamonti (VS)

Figura de Huracán: Saúl Salcedo



Otra vez más el paso de Huracán en la Copa Argentina se ve frustrado por una definición por penales, que si bien fue la manera en que la obtuvimos, son más las veces en la que nos deja afuera de su lucha. El empate en la chapa final del partido, fue más por culpa del Globo que de su rival, ya que tuvimos las mejores opciones de llevarnos el premio, pero la impericia y la buena faena del arquero Rigamonti, a la postre la figura absoluta de la definición, le negaron el acceso a los cuartos de final.

Una opción que se devora Ábila, desde casi el punto del penal al definir de zurda al cuerpo del arquero, y el penal, en una acción de juego súper discutida, que el mismo Rigamonti le detiene a Romero Gamarra, fueron sin discusión dos hitos en un juego que allí debió verse definido.

Pero pasado eso, y con el envión anímico del uno rival, más una notable impericia de los ejecutantes del Globo, la noche se volcó para el lado de Vélez, que con casi nada se llevó el cheque y el boleto a los cuartos de final, que tiene en su conformación un cuadro más que accesible, para que cualquiera llegue a una presunta final ante River Plate. Otra vez, volverá a ser.

Párrafo aparte para la acción que se dio a los 34 minutos del complemento. Pelotazo largo al pique de Ábila. Sale Rigamonti fuera del área, y tras un mal cálculo, no le queda otra opción que recurrir a detener la pelota con la mano, cuando el nueve quemero iba a quedar con el arco a su merced. Allí el árbitro, otorgó el tiro libre pertinente, pero sólo amonestó al golero, quien justo un minuto después, se transformaba en vital. El tiro libre ejecutado por Romero Gamarra fue detenido con la mano por el jugador Amarilla, que integraba la barrera del cuadro de Liniers. Penal, y el nacimiento de un “paso teatral” entre Ábila, el designado para la ejecución en esos casos, y el propio “Kaku”, quien claramente le suplicaba a “Wanchope” que se lo deje patear, para su mamá, que hacía pocos días había fallecido. Tras un rato de ida y vuelta, finalmente ejecutó Romero Gamarra, de buena forma y con fuerza, pero una gran estirada de Rigamonti, evitó el gol, que luego el poste devolvió. Allí se diluyó la chance quemera, que luego se esfumó totalmente en la definición por penales, donde sólo Coniglio estuvo a la altura de la ocasión.

Para entender los detalles, el análisis completo de Nicolás Ziccardi de Soy Quemero:


Los dueños del penal

Huracán empató sin goles ante Vélez, perdió la definición por penales y terminó eliminado en la Copa Argentina. El Globo tardó en arrancar pero creció con los minutos, sin embargo erró dos opciones insólitas para ganarlo: Clarísimo mano a mano de Ábila y un penal de Romero Gamarra. Rigamonti, figura excluyente del cotejo, debió ser expulsado antes de sus atajadas decisivas.

Las tribunas vacías del Diego Armando Maradona no coincidían con el importantísimo partido que allí se disputaba. Huracán y Vélez se medían en el marco de los octavos de final de la Copa Argentina de Fútbol, buscando un lugar entre los ocho mejores del torneo. Que los organismos de seguridad no sean los primeros en crear inseguridad.

Huracán presentaba a Mariano González en lugar de Fernando Coniglio, pero realmente tardó bastante en hacer pie. Vélez agarró la pelota en los primeros minutos metiéndonos en apuros, un balón cruzado dejó solo a Maximiliano Romero, quien erró una opción muy nítida de convertir.

El Globo no lograba sostener la tenencia para meter gente en campo rival, lejos de eso la perdía rápido y eso le quitaba firmeza en sus líneas. Mariano González generó una buena posibilidad disparando desde media distancia al arco, César Rigamonti tapó perfecto mandando el rebote lejos del solitario Pussetto.

El último cuarto de hora de la primera mitad tuvo al Globo mejor parado, encontrando pases positivos con la creciente figura de Toranzo y los aportes de Mariano. Aun así Vélez volvió a quedar de cara al gol con un contragolpe que Marcos ayudó a contener bloqueando justo en la previa al desviado tiro.

La más clara del Globo llegaría en este periodo, Mariano González rompe líneas en el círculo central habilitando a Ignacio Pussetto; Nacho toca justo para dejar solo a Ábila, pero Wanchope se nubla sin oposición definiendo al cuerpo de Rigamonti. Insólita opción perdida por Ramón, difícil de perdonar debido a su jerarquía.

La primera mitad se iba con Huracán superado en juego, pero parejo en opciones de gol.

El complemento arrancó nuevamente con Vélez protagonista, sin embargo el Globo tardó mucho menos en hacer pie y recuperar la equidad del trámite. Marcos tapó la más clara del rival en el complemento, un tiro cruzado de Andrada.

El ingreso de Romero Gamarra por Solís, de pésima actuación, elevó un poco la presencia Quemera en el mediocampo. Huracán estaba mejor que en el primer tiempo pero tenía dificultades para pisar el área con claridad.

Pasando la media hora llegaría la polémica de la noche. Ábila pica habilitado en un pelotazo que agarró muy mal al fondo rival y César Rigamonti corta la acción agarrando la pelota con sus manos claramente fuera del área. Era roja, la modificación del último recurso aplica a lo que ocurre dentro del área y aun así queda en decisión del juez la sanción. Rigamonti comete una infracción antideportiva y frena un avance con destino de gol. Era roja.

Patricio Loustau sanciona y solo amonesta, sin embargo “salva las papas” pitando enseguida un clarísimo penal por mano de Amarilla en su área, tras el tiro libre de Romero Gamarra.

Kaku se hace cargo de la pena máxima, luego de discutir con Wanchope, pero César Rigamonti adivina el palo con una tremenda estirada que amortigua el shot antes que este se estrelle en el hierro derecho. Fue una buena ejecución de Romero Gamarra, que sin dudas tuvo responsabilidad al no convertir, pero no puede quedar fuera del análisis la poca fortuna de un arquero que solo desvía a un poste que completa el trabajo.

Wanchope Ábila tuvo la última en los noventa, pero agarró muy mal la pelota de aire en un derechazo del que se podría haber sacado mucho más jugo. Final y penales.

Poco hay para agregar sobre la definición. Díaz, Cufré y Vargas patearon muy bien sus tiros ante un Marcos Díaz que adivinó intenciones pero no estuvo cerca de evitar conquista. Fernando Coniglio abrió perfecto el camino Quemero, pero Ramón Ábila desperdició increíblemente el suyo. Mal por Wanchope, que no estuvo a la altura de nuestras necesidades.

En los shots perdidos por Alejandro Romero Gamarra y Patricio Toranzo hay que destacar mucha más deficiencia en los pateadores que mérito en el arquero. Kaku tiró sin ningún tipo de confianza, o al menos eso proyectó. Pato, en el decisivo, revivió viejos fantasmas sirviendo la portada a Rigamonti, que atajó gratis la definición.

Perdió Huracán la posibilidad de avanzar en una Copa absolutamente abierta. El Globo pagó carísimo los errores en la definición, si hasta malogró un penal durante los noventa minutos. En lo estrictamente futbolístico fue superado y superior, mostró mejores momentos que otros pero en líneas generales sigue lejos de lo que la gran mayoría de Quemeros pretendemos. No pongamos al arbitraje en el centro de la escena, tampoco dejémoslo completamente fuera de las reflexiones.

No es momento de señalar con el dedo ni pedir cabezas, pero jamás debemos dejar de exigir. Mucho más a aquellos que tienen las herramientas para destacarse. A pensar en Olimpo, nuestra verdadera lucha.


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