En un partido por el cual casi
nadie daba un peso, Huracán consiguió, de la mano del amor propio y una dosis
de épica, dar vuelta la serie que había arrancado de manera más que oscura en
Venezuela, ante Deportivo Anzoátegui, por la fase previa de la Copa
Sudamericana. Un planteo ultra ofensivo y la constante obsesión por el arco
rival, le permitieron alcanzar la goleada necesaria, cuando se jugaba el tiempo
adicionado al reglamentario.
Síntesis
Miércoles 31 de mayo de 2017
Copa Conmebol Sudamericana – Fase Previa – Partido de
vuleta
Jugado en: Estadio Tomás Ducó – Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Huracán 4 – 0
Deportivo Anzoátegui (Venezuela)
Goles:
22 1T 1-0:
Diego Mendoza (H) con toque de derecha en el área chica a arco vacío, tras un rechazo
con la mano del defensor Ramírez a remate de Romero Gamarra. La jugada comenzó
con un grave error de Velázquez que le deja servida la pelota en el área a
Briasco.
7 2T 2-0:
Norberto Briasco (H) de cabeza desde el punto penal abajo al segundo palo, tras
centro de Montenegro.
10 2T
3-0: Leandro Cuomo (H) con un remate de volea de derecha desde fuera del área
por el callejón central, que se clavó en el palo de la mano izquierda del
golero rival.
48 2T
4-0: Alejandro Romero Gamarra (H) con un remate cruzado de zurda, bajo y
fuerte, que se coló por el palo de la mano izquierda del arquero, tras un centro
de Chacana que no pudieron conectar Pussetto y Briasco.
Árbitro: Jorge Osorio (Chile) (bien)
Amonestados: Cuomo, Nervo, González (H) / Ramírez,
Guerra, Velázquez (DANZ)
Huracán: Gonzalo Marinelli; Martín Nervo, Carlos Araujo, Lucas
Villalba; Leandro Cuomo; Lucas Chacana, Daniel Montenegro, Alejandro Romero
Gamarra; Norberto Briasco, Diego Mendoza, Julio Angulo. DT: Juan Azconzábal.
Deportivo
Anzoátegui (Venezuela): Beycker Velázquez; Luis
Colmenarez, Rubén Ramírez, Gilbert Guerra, Renier Rodríguez; David Centeno,
Ricardo Martins, Manuel Medori, Yohan Cumaná; Néstor Canelón, Charlis Ortíz.
DT: Nicolás Larcamón
Cambios: 40 1T Ignacio Pussetto por Angulo (H) / 0 2T Johny
Mirabal por Medori (DANZ) / 24 2T Mariano González por Montenegro (H) / 41 2T
Jeremías Ugo Carabelli por Colmenarez (DANZ) / 43 2T Patricio Toranzo por Cuomo
(H) / 48 2T Rubén Rojas por Rodríguez (DANZ)
Figura del partido: Carlos Araujo
Ante la gran cantidad de bajas que ofrecía el plantel para
este partido, y el funesto resultado que había que levantar, poca era la
expectativa del quemero común. De hecho, claro está, se quería ganar, como
siempre, pero ante lo que mostró el equipo en el semestre, parecía utópico que
el equipo consiguiera los goles necesarios. Ante Boca había mostrado una
correcta versión y casi se queda sin nada dado su poco “poder de fuego”.
En este contexto, sorprendió absolutamente Asconzábal con
la formación inicial. Quemó los papeles de lo que venía haciendo e ideó un
esquema con seis jugadores netamente ofensivos, un 3-1-3-3, con un improvisado
Carlos Araujo como líbero, el debutante Leandro Cuomo como único volante de
marca y con Romero Gamarra y Montenegro como aduana casi obligada del inicio de
todos los avances en el centro de la cancha. Asimismo sorprendió con la
posición de Lucas Chacana, un “cuatro bis”, que con Villalba en la otra banda eran atacantes, por lo que Huracán casi se
sostenía con dos defensores.
Desde el arranque nomás se vio clara la intención del
Globo de ahogar y presionar al rival, pero también se notó, que Anzoátegui es
un equipo de dos caras: uno endeble en su sector defensivo, pero hábil e
incisivo en los últimos metros de ataque. En ese sentido, fue notable la tarea
de Araujo, que varias veces tuvo que cerrar llegadas rivales barriendo toda la
última línea con una gran solvencia, haciendo que Gonzalo Marinelli pasará
pocos sustos y no tuviera intervenciones importantes a lo largo del juego. Si
bien el rival tuvo sus llegadas, éstas no fueron lo profundas para dañar.
En tanto Huracán, esta vez sí fue profundo. Porque
constantemente generó el “dos-uno” por las bandas, porque Mendoza y Briasco se
debatieron aguantando a los centrales rivales, y porque Montenegro estaba muy
claro con los pases y Romero Gamarra encendido encaraba y pasaba rivales
siempre para adelante. Incluso el Globo antes de los diez, se perdía una
ocasión increíble a centímetros de la línea, cuando Briasco y Mendoza no podían
meterla entre un borbollón de piernas rivales.
Así las cosas, cayó el primero a los veintidós minutos. Y
fue muy necesario, porque hasta ahí, pasaba lo mismo que en juegos anteriores:
Huracán se arrimaba y no convertía. Presión a la defensa rival, la pelota llega
a los pies del arquero Velázquez, que se resbala en el momento de pasarla,
dejando la bola a merced de Briasco en plena área y en soledad. Con sangre
fría, el “20” toca a Alejandro Romero Gamarra, dejando fuera de acción al
golero. El “Kaku” remata de zurda a media altura al seguro gol, pero interviene
como si fuera arquero, el zaguero Ramírez, no dejando que la pelota ingrese.
Ante el claro penal, inmediatamente Diego Mendoza, que venía acompañando la
jugada, toca la pelota que había quedado suelta y picando en el área menor a un
metro del arco, toca a la red. Típico penal-gol, gol. Uno a cero para Huracán y
amonestación para el defensor que jugó a ser arquero.
El juego siguió con la misma tónica, con Huracán atacando
sin cesar, más afirmado en el medio con la muy buena labor de Cuomo en ese
sentido, y un Anzoátegui más retrasado, que se preocupaba más por defender que
acompañar al peligroso Ortíz, cada vez más sólo. Velázquez salvó muy bien el
segundo, cuando remató cruzado Montenegro desde dentro del área. Se fue el
primer tiempo, con un Huracán esperanzado, pero al que le faltaba bastante
trabajo por delante.
Ese trabajo, se solventó casi completo en los diez
primeros minutos del segundo tiempo. Ya con Pussetto en cancha por el lesionado
Angulo, Huracán fue un aluvión, que “gracias a Dios” encontró la red en dos
oportunidades. La primera con complicidad del golero contrario, que poco hizo
ante un cabezazo bien ubicado pero débil de Briasco, a centro de Montenegro
para el dos a cero. Y la segunda, merced a la incansable labor del mencionado
Cuomo, que con sacrificio luchó una pelota en tres cuartos, recibió un rebote
en callejón central, y desde fuera del área, veinte metros, despachó una
deliciosa y precisa volea para clavarla en el palo lejano de Velázquez que se
estiró y no llegó. Tarea inicial cumplida y con 35 minutos por delante, llegar
a la igualdad, con el tres a cero decretado.
Y en esa instancia fue que Huracán no se amilanó. Ya que
se podía haber retrasado, sintiendo la tarea cumplida y esperar los penales,
pero no fue así. Si bien el ritmo bajó, dada la gran intensidad física que le
imprimió al juego, continuó con la idea de atacar siempre. Briasco con un
remate lejano casi hace el cuarto. Ya González había tomado el lugar de un
Montenegro cansado y Toranzo casi en el final, suplantaba a un Cuomo
amonestado, como casi ya esperando los penales.
Pero eso no pasó. El rival estaba aprestando al arquero de
relevo para esa instancia y llegó la jugada final. El mini milagro del que
siempre dependemos. En un avance, Chacana desborda en la derecha y tira un
centro cruzado y llovido que Pussetto y Mendoza no pueden conectar y los
zagueros contrarios no pueden despejar. Pero al pasar esto, le quedó clarita y
en soledad a Alejandro Romero Gamarra, que desde la semana pasada quedó en “estado
de gracia”, y sin controlar de lleno le pegó “tres dedos” de zurda y cruzado,
incrustando la pelota, para el delirio quemero pleno de lleno contra el lateral
interno cercana al segundo palo. Grito desatado, cuatro a cero, sin penales y
clasificación abrochada.
No puede haber mejor aperitivo que este paso “milagroso”
de fase en la Copa, para la final que el Globo debe jugar el fin de semana en
bahía Blanca por su verdadera lucha, que es la de sumar en la liga local de
manera de despejar los fantasmas. Seguimos dependiendo de los milagros, siendo
lo bueno que al menos, en Huracán los hay.
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