Uno de los rivales “complicados” llegaba al Ducó. El
Newells de Osella, segundo en el torneo y con una racha más que apreciable, era
el reto que tenía por delante el equipo de Azconzábal. Y no se vio nada muy
distinto a lo estamos acostumbrados, para el fastidio quemero general: la
exasperante liviandad ofensiva, que trae, ante el menor desatino, una derrota.
Otra vez más el Globo se queda sin nada, y la condena a sufrir por el descenso
hasta el final, acecha.
Síntesis
Sábado 29 de abril de 2017
Primera División – Fecha 22
Jugado en: Estadio Tomás Ducó – Ciudad Autónoma de Buenos
Aires
Huracán 0 – 1
Newells Old Boys (Rosario)
Gol:
28 2T 1-0:
Ignacio Scocco (NOB) con remate cruzado desde la izquierda a palo cruzado y de
rastrón sobre el borde del área grande, supera la estirada de Díaz.
Árbitro: Héctor Paletta (horrible)
Amonestados: Villalba, Romat, Romero Gamarra (H)
/ Formica (NOB)
Incidencias: 31 1T el partido estuvo detenido diez minutos por el árbitro, por cánticos en su contra de la hinchada de
Huracán.
Huracán: Marcos Díaz; Nicolás Romat, Martín
Nervo, Federico
Mancinelli, Lucas Villalba; Lucio Compagnucci, Matías Fritzler, Mariano
González; Alejandro Romero Gamarra, Norberto Briasco, Julio Angulo. DT: Juan Azconzábal.
Newells Old
Boys (Rosario): Luciano Pocrnjic; José San Román,
Sebastián Domínguez, Néstor Moiraghi, Nehuén Paz; Joel Amoroso, Juan Sills,
Facundo Quignón; Mauro Formica, Maximiliano Rodríguez; Ignacio Scocco. DT:
Diego Osella.
Cambios: 0 2T Jacobo Mansilla por Amoroso (NOB) / 17 2T Ignacio
Pussetto por Angulo (H) / 26 2T Víctor Figueroa por Sills (NOB) / 27 2T Mauro
Bogado por González (H) / 35 2T Daniel Montenegro por Compagnucci (H) / 41 2T
Sebastián Prediger por Rodríguez (NOB)
Figura del partido: Alejandro
Romero Gamarra
Newells llegó precedido de una
racha importante de partidos sin caer e incluso sin goles en contra. Y así se
mostró, como un equipo utilitario e inteligente, que supo sostener el trámite
del juego, y en la única pelota que llegó con peligro al área de Díaz, la
pericia individual de su goleador y la fortuna de un pique impredecible del
balón, le dieron victoria.
Delante de eso, un Huracán
irresoluto y algo pacato, que intentó, y que si bien tuvo algunas de riesgo,
pecó de una soberana liviandad ofensiva, que permitió a los centrales rivales
despejar las acciones de riesgo hasta casi con comodidad. Hasta podemos decir
que una vez más, fueron doce nuestros rivales, ya que el proyecto de artista
frustrado, y puesto a referí, llamado Paletta, ignoró un penal, de esos que
siempre se cobran, y contra Huracán mucho más, que le cometen a Alejandro
Romero Gamarra promediando el primer tiempo. Son el tipo de situaciones que
definen juegos cerrados, en donde de un lado se traban las acciones y del otro
no se alcanza a desnivelar.
Como sea, promediando el segundo
tiempo, el goleador rival de tantos años, Scocco, dejó de lado a Romat, encaró
hacia el medio y pisando el área grande, despachó un derechazo cruzado, bien
angulado y de rastrón, que pasó entre las piernas de los zagueros del Globo, y
superó la estirada de Díaz. La pelota parecía tener un duende, ya que los
piques que dio, dejaron a nuestro arquerazo sin chance alguna.
Amargo final intentando y el rival
salvando cada llegada con solvencia, para una derrota injusta pero que se olía
en el ambiente. Además, varios equipos por debajo de la tabla sumaron puntos, y
a Huracán la punta de la espada del descenso cada vez se le asoma más. Algo
tiene que pasar, algún revulsivo debe tomar este plantel, porque pocas desde
acá, serán las chances de escapar.
Para la mejor comprensión de lo
comentado, dejó expuesta la siempre soberbia crónica de mi amigo Nicolás
Ziccardi de Soy Quemero.
¿Y
ahora?
Huracán
hizo méritos para llevarse el partido pero terminó perdiéndolo por la mínima
ante Newell´s Old Boys en el único tiro
al arco del conjunto rosarino. Aunque cedió la pelota el Globo fue mucho más
peligroso que su rival, sin embargo la falta de peso ofensivo ya es casi
irreversible. Quedamos al borde del abismo, cedimos otro cotejo increíble como
local y se vienen tres clásicos consecutivos. Ah, además los árbitros vuelven a
tener incidencia sistemática y negativa en nosotros.
Otra parada brava para
Huracán, esta vez en casa y con la misma obligación de sumar. No solo para
volver al triunfo sino también para darle valor definitivo a la igualdad
conseguida en La Plata la semana pasada. Juan Manuel Azconzábal mantenía el
cambio de esquema y sostenía a Compagnucci en lugar de Bogado, lógicamente
concretaba los regresos de Nervo y Romat.
El
Globo salió con todo en dirección al arco de Pocrnjic, sin importarle los 20
puntos de diferencia que había entre ambos equipos. En los primeros minutos y
tras un despeje del portero Lucas Villalba saco un zurdazo que estuvo realmente
cerca de filtrarse. Huracán le entregaba el dominio a La Lepra pero bien lejos
de Díaz, sin embargo Newell´s logró meterse a fuerza de toques cortos para
lograr una seguidilla de tres saques de esquina, todos ellos despejados por el
fondo Quemero.
Pasando
los veinte minutos llegaría lo mejor de Huracán, que no abrió el marcador de
milagro luego que Matías Fritzler desperdiciara de forma increíble un cabezazo
frontal mano a mano y sin marca. Luego de otra pelota quieta preparada
Alejandro Romero Gamarra se metería al área a pura habilidad para ser derribado
por Néstor Moiraghi. Siga siga dijo Héctor Paletta, que recibió reprobación
total por parte de los presentes con una canción más vieja que la mentira y la
corrupción. El juez suspendió momentáneamente el partido, no tuvo tacto para
sostener una situación que no se corrió ni siquiera un centímetro del cántico
generalizado. ¿Está bien que lo pare? Sí, jamás en la vida se vio en este
contexto, pero por algún lado hay que empezar. Lamentablemente la firmeza del
juez duró minutos, ya que enseguida retomó el partido. Y seguramente la próxima
vez que escuche un canto así ni siquiera levantará la vista, ojalá que así no
sea.
Lo
concreto es que la jugada que generó la bronca de los presentes fue un claro
penal, Moiraghi no golpea con su pie a Romero Gamarra pero sí le hace perder la
vertical con un empellón de su cadera. No hace falta que sea un puntinazo a la
tibia para sancionar penal, tampoco que Romero Gamarra dé tres vueltas
justifica la no sanción del juez. Fue penal, en la cancha, en la TV, en cámara
rápida y en cámara lenta.
Para
cerrar el tema y más allá de repudiar todo hecho de violencia, cabe destacar
que el Pueblo Quemero no tiró ni siquiera un vaso de gaseosa al campo de juego.
Solamente dos personas se treparon al alambrado de la Miravé y bajaron
enseguida, no hubo una sola manifestación de violencia más allá del canto que
tocó fibras intimas del gran Héctor Paletta, nuevo héroe de Patricios.
El
partido retomó y aunque la intensidad bajó (Diego Osella declaró en conferencia
de prensa que la pseudo-suspensión favoreció a su equipo) Huracán tuvo varias
para logar el gol. Otro cabezazo de Fritzler que pudo ser más peligroso, una
buena de Mariano González que terminó con Briasco definiendo ancho y la más
increíble de todas cuando Lucio Compagnucci dejó a Angulo mano a mano con
Pocrnjic pero el ecuatoriano no se animó a patear con su pierna buena, sino que
intentó engancha para la zurda dándole tiempo a toda la defensa visitante de
comérselo en dos panes. Aplausos para el Globo camino a la manga.
Durante
el complemento el nivel del Globo mermó ante un Newell´s cada vez más atrás. El
esperado ingreso de Pussetto, en lugar del contrariado Angulo, renovó las
esperanzas aportando frescura en ataque y empezó a meternos cada vez más cerca
del uno visitante. Huracán empezó a recuperar pelotas en el mediocampo y a
cortarle los circuitos ofensivos a La Lepra, con Compagnucci como bandera.
Los
espacios cedidos por Huracán permitieron la primera acción peligrosa para
Newell´s, un pase filtrado de Maxi Rodríguez que Marcos Díaz capturó bien antes
que llegue Scocco. El gol estaba al caer para Huracán en el momento que Bogado
ingresó por Mariano González, en un cambio reprochable. Enseguida La Lepra
encontró el gol cuando una pared entre Scocco y Formica terminó con Nacho
ejecutando el primer tiro a puerta que, tras desviarse en Nervo, finalizó en
gol.
El Ducó
si vino abajo y también el equipo, más allá de otro intento desesperado para
que Montenegro arregle todo en solo diez minutos. La única que tuvo Huracán
para empatar fue una lanzada de Villalba quien metiéndose al área enganchó para
su derecha y sacó un tirito en gran posición (¿Por qué los jugadores del Globo
se acomodan para su pierna menos hábil a la hora de shotear?).
Final y
derrota, durísima derrota. No tanto por caer ante un rival que se fue del
Palacio puntero del campeonato, sí por un trámite favorable que termina
desmoronándose por un rebote y la poca precisión ofensiva. El mal armado del
plantel nos volvió a pegar en la cara y otros resultados de la fecha nos dejan
al borde de la zona roja.
Queda
no bajar los brazos, hacer lo que se pueda y esperar atinar alguna contra. Me
parece que este fue el plan que eligió la Comisión Directiva, si no nada se
explica.
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