martes, 2 de mayo de 2017

Condenados a sufrir

Uno de los rivales “complicados” llegaba al Ducó. El Newells de Osella, segundo en el torneo y con una racha más que apreciable, era el reto que tenía por delante el equipo de Azconzábal. Y no se vio nada muy distinto a lo estamos acostumbrados, para el fastidio quemero general: la exasperante liviandad ofensiva, que trae, ante el menor desatino, una derrota. Otra vez más el Globo se queda sin nada, y la condena a sufrir por el descenso hasta el final, acecha.



Síntesis


Sábado 29 de abril de 2017

Primera División – Fecha 22

Jugado en: Estadio Tomás Ducó – Ciudad Autónoma de Buenos Aires


Huracán 0 – 1 Newells Old Boys (Rosario)

Gol:

28 2T 1-0: Ignacio Scocco (NOB) con remate cruzado desde la izquierda a palo cruzado y de rastrón sobre el borde del área grande, supera la estirada de Díaz.


Árbitro: Héctor Paletta (horrible)

Amonestados: Villalba, Romat, Romero Gamarra (H) / Formica (NOB)

Incidencias: 31 1T el partido estuvo detenido diez minutos por el árbitro, por cánticos en su contra de la hinchada de Huracán.


Huracán: Marcos Díaz; Nicolás Romat, Martín Nervo, Federico Mancinelli, Lucas Villalba; Lucio Compagnucci, Matías Fritzler, Mariano González; Alejandro Romero Gamarra, Norberto Briasco, Julio Angulo. DT: Juan Azconzábal.


Newells Old Boys (Rosario): Luciano Pocrnjic; José San Román, Sebastián Domínguez, Néstor Moiraghi, Nehuén Paz; Joel Amoroso, Juan Sills, Facundo Quignón; Mauro Formica, Maximiliano Rodríguez; Ignacio Scocco. DT: Diego Osella.


Cambios: 0 2T Jacobo Mansilla por Amoroso (NOB) / 17 2T Ignacio Pussetto por Angulo (H) / 26 2T Víctor Figueroa por Sills (NOB) / 27 2T Mauro Bogado por González (H) / 35 2T Daniel Montenegro por Compagnucci (H) / 41 2T Sebastián Prediger por Rodríguez (NOB)


Figura del partido: Alejandro Romero Gamarra



Newells llegó precedido de una racha importante de partidos sin caer e incluso sin goles en contra. Y así se mostró, como un equipo utilitario e inteligente, que supo sostener el trámite del juego, y en la única pelota que llegó con peligro al área de Díaz, la pericia individual de su goleador y la fortuna de un pique impredecible del balón, le dieron victoria.

Delante de eso, un Huracán irresoluto y algo pacato, que intentó, y que si bien tuvo algunas de riesgo, pecó de una soberana liviandad ofensiva, que permitió a los centrales rivales despejar las acciones de riesgo hasta casi con comodidad. Hasta podemos decir que una vez más, fueron doce nuestros rivales, ya que el proyecto de artista frustrado, y puesto a referí, llamado Paletta, ignoró un penal, de esos que siempre se cobran, y contra Huracán mucho más, que le cometen a Alejandro Romero Gamarra promediando el primer tiempo. Son el tipo de situaciones que definen juegos cerrados, en donde de un lado se traban las acciones y del otro no se alcanza a desnivelar.

Como sea, promediando el segundo tiempo, el goleador rival de tantos años, Scocco, dejó de lado a Romat, encaró hacia el medio y pisando el área grande, despachó un derechazo cruzado, bien angulado y de rastrón, que pasó entre las piernas de los zagueros del Globo, y superó la estirada de Díaz. La pelota parecía tener un duende, ya que los piques que dio, dejaron a nuestro arquerazo sin chance alguna.

Amargo final intentando y el rival salvando cada llegada con solvencia, para una derrota injusta pero que se olía en el ambiente. Además, varios equipos por debajo de la tabla sumaron puntos, y a Huracán la punta de la espada del descenso cada vez se le asoma más. Algo tiene que pasar, algún revulsivo debe tomar este plantel, porque pocas desde acá, serán las chances de escapar.

Para la mejor comprensión de lo comentado, dejó expuesta la siempre soberbia crónica de mi amigo Nicolás Ziccardi de Soy Quemero.


¿Y ahora?
Huracán hizo méritos para llevarse el partido pero terminó perdiéndolo por la mínima ante Newell´s Old Boys  en el único tiro al arco del conjunto rosarino. Aunque cedió la pelota el Globo fue mucho más peligroso que su rival, sin embargo la falta de peso ofensivo ya es casi irreversible. Quedamos al borde del abismo, cedimos otro cotejo increíble como local y se vienen tres clásicos consecutivos. Ah, además los árbitros vuelven a tener incidencia sistemática y negativa en nosotros.

Otra parada brava para Huracán, esta vez en casa y con la misma obligación de sumar. No solo para volver al triunfo sino también para darle valor definitivo a la igualdad conseguida en La Plata la semana pasada. Juan Manuel Azconzábal mantenía el cambio de esquema y sostenía a Compagnucci en lugar de Bogado, lógicamente concretaba los regresos de Nervo y Romat.

El Globo salió con todo en dirección al arco de Pocrnjic, sin importarle los 20 puntos de diferencia que había entre ambos equipos. En los primeros minutos y tras un despeje del portero Lucas Villalba saco un zurdazo que estuvo realmente cerca de filtrarse. Huracán le entregaba el dominio a La Lepra pero bien lejos de Díaz, sin embargo Newell´s logró meterse a fuerza de toques cortos para lograr una seguidilla de tres saques de esquina, todos ellos despejados por el fondo Quemero.

Pasando los veinte minutos llegaría lo mejor de Huracán, que no abrió el marcador de milagro luego que Matías Fritzler desperdiciara de forma increíble un cabezazo frontal mano a mano y sin marca. Luego de otra pelota quieta preparada Alejandro Romero Gamarra se metería al área a pura habilidad para ser derribado por Néstor Moiraghi. Siga siga dijo Héctor Paletta, que recibió reprobación total por parte de los presentes con una canción más vieja que la mentira y la corrupción. El juez suspendió momentáneamente el partido, no tuvo tacto para sostener una situación que no se corrió ni siquiera un centímetro del cántico generalizado. ¿Está bien que lo pare? Sí, jamás en la vida se vio en este contexto, pero por algún lado hay que empezar. Lamentablemente la firmeza del juez duró minutos, ya que enseguida retomó el partido. Y seguramente la próxima vez que escuche un canto así ni siquiera levantará la vista, ojalá que así no sea.

Lo concreto es que la jugada que generó la bronca de los presentes fue un claro penal, Moiraghi no golpea con su pie a Romero Gamarra pero sí le hace perder la vertical con un empellón de su cadera. No hace falta que sea un puntinazo a la tibia para sancionar penal, tampoco que Romero Gamarra dé tres vueltas justifica la no sanción del juez. Fue penal, en la cancha, en la TV, en cámara rápida y en cámara lenta. 

Para cerrar el tema y más allá de repudiar todo hecho de violencia, cabe destacar que el Pueblo Quemero no tiró ni siquiera un vaso de gaseosa al campo de juego. Solamente dos personas se treparon al alambrado de la Miravé y bajaron enseguida, no hubo una sola manifestación de violencia más allá del canto que tocó fibras intimas del gran Héctor Paletta, nuevo héroe de Patricios.

El partido retomó y aunque la intensidad bajó (Diego Osella declaró en conferencia de prensa que la pseudo-suspensión favoreció a su equipo) Huracán tuvo varias para logar el gol. Otro cabezazo de Fritzler que pudo ser más peligroso, una buena de Mariano González que terminó con Briasco definiendo ancho y la más increíble de todas cuando Lucio Compagnucci dejó a Angulo mano a mano con Pocrnjic pero el ecuatoriano no se animó a patear con su pierna buena, sino que intentó engancha para la zurda dándole tiempo a toda la defensa visitante de comérselo en dos panes. Aplausos para el Globo camino a la manga.

Durante el complemento el nivel del Globo mermó ante un Newell´s cada vez más atrás. El esperado ingreso de Pussetto, en lugar del contrariado Angulo, renovó las esperanzas aportando frescura en ataque y empezó a meternos cada vez más cerca del uno visitante. Huracán empezó a recuperar pelotas en el mediocampo y a cortarle los circuitos ofensivos a La Lepra, con Compagnucci como bandera.

Los espacios cedidos por Huracán permitieron la primera acción peligrosa para Newell´s, un pase filtrado de Maxi Rodríguez que Marcos Díaz capturó bien antes que llegue Scocco. El gol estaba al caer para Huracán en el momento que Bogado ingresó por Mariano González, en un cambio reprochable. Enseguida La Lepra encontró el gol cuando una pared entre Scocco y Formica terminó con Nacho ejecutando el primer tiro a puerta que, tras desviarse en Nervo, finalizó en gol.

El Ducó si vino abajo y también el equipo, más allá de otro intento desesperado para que Montenegro arregle todo en solo diez minutos. La única que tuvo Huracán para empatar fue una lanzada de Villalba quien metiéndose al área enganchó para su derecha y sacó un tirito en gran posición (¿Por qué los jugadores del Globo se acomodan para su pierna menos hábil a la hora de shotear?).

Final y derrota, durísima derrota. No tanto por caer ante un rival que se fue del Palacio puntero del campeonato, sí por un trámite favorable que termina desmoronándose por un rebote y la poca precisión ofensiva. El mal armado del plantel nos volvió a pegar en la cara y otros resultados de la fecha nos dejan al borde de la zona roja.

Queda no bajar los brazos, hacer lo que se pueda y esperar atinar alguna contra. Me parece que este fue el plan que eligió la Comisión Directiva, si no nada se explica.


No hay comentarios:

Publicar un comentario