viernes, 7 de abril de 2017

Un punto sin trascendencia

Tras empatar como visitante, Huracán necesitaba revalidar la “media inglesa” ganando en casa. Lo buscó, dominó, pero fue inocuo e intrascendente, ante un rival que se paró en función de buscar el punto. El Globo no salió del cero con Patronato de Paraná en casa y dejó de lado dos puntos que más adelante mucho servirán.




Síntesis


Domingo 2 de abril de 2017

Primera División  - Fecha 18

Jugado en: Estadio Tomás Ducó - Ciudad Autónoma de Buenos Aires


Huracán 0 – 0 Patronato (Paraná – ER)

Goles: no hubo



Árbitro: Federico Beligoy (mal)

Amonestados: Fritzler (5ta), Díaz (5ta), Mancinelli (5ta) / Arce, Geminiani, Márquez (P)


Huracán: Marcos Díaz; Nicolás Romat, Martín Nervo, Federico Mancinelli, Lucas Villalba; Mauro Bogado, Matías Fritzler, Mariano González; Norberto Briasco, Diego Mendoza, Julio Angulo. DT: Juan Azconzábal.

Patronato (Paraná – ER): Sebastián Bértoli; Lautaro Geminiani, Walter Andrade, Renzo Vera, Lucas Márquez; Gabriel Graciani, Damián Lemos, Nicolás Bertocchi, Damián Arce; Matías Quiroga, Fernando Telechea. DT: Rubén Forestello.


Cambios: 0 2T Marcelo Guzmán por Arce (P) / 17 2T Abel Masuero por Geminiani (P) / 22 2T Alejandro Romero Gamarra por Mendoza (H) / 32 2T Daniel Montenegro por González (H) / 37 2T Patricio Toranzo por Bogado (H) / 40 2T Lautaro Comas por Bertocchi (P)


Figura del partido:  Julio Angulo



La molesta lluvia hizo que vaya algo menos de público, pero todos con la misma intención de ver al Globo llevarse los tres puntos, para reivindicar el empate conseguido en Liniers. Pero finalmente todos los quedamos con un sabor agridulce, ya que la sana intención de mantener el control de la pelota, llegando hasta el área rival, se diluía sin generar riesgo y no más que una tres o cuatro jugadas de riesgo en todo el partido. De hecho, fue Patronato, que con dos líneas de cuatro se paró bien atrás y nada propuso, fue quien tuvo la opción de casi llevarse la contienda, cuando sobre la línea Bertocchi se equivoca y toca al gol en evidente offside, cuando la exquisita definición de Matías Quiroga ante Díaz se cruzaba la línea de meta sin inconvenientes. Zafó el Globo.

En líneas generales, siempre la correcta tarea de Fritzler y la generosidad y desborde de Angulo, fueron lo mejor de un Huracán que en el resto de sus individualidades lució poco y nada. Sólo se notó una mejoría cuando Romero Gamarra ingresó al partido, pero su tiempo no alcanzó ni soluciona el problema más importante: la falta de gol. Mendoza se debate entre los zagueros, hace el trabajo sucio, pero no los goles. Esta ve tuvo una muy clara en el primer tiempo que ese veterano y buen arquero que es Bértoli le desactivó.

Un detalle final: se le vienen al equipo dos partidos fundamentales, en especial el próximo, y el “querido” referí Beligoy, con tarjetas amarillas absurdas, nos dejó sin la columna vertebral del once de Azconzábal: Marcos Díaz, Mancinelli y Fritzler llegaron a la quinta amonestación y no viajan a Rafaela. Veremos como soluciona esto el DT, y pone un equipo en cancha que plasme lo que desea e intenta en resultados.

Una vez más, para dejar expuesto al detalle el partido, aporto la mirada técnica de la crónica de Nicolás Ziccardi de mis amigos de Soy Quemero:

Sequía bajo la lluvia
Huracán no pudo romper el cero ante Patronato en el Palacio Ducó y dejó pasar una oportunidad muy importante para seguir alejándose del descenso. El Globo hizo un gran primer tiempo, buscó por todos lados, pero sufrió una notoria falta de jerarquía en el área rival. En el complemento se perdió ritmo y verticalidad, hasta que nos quedamos sin tiempo.
La lluviosa tarde de domingo que vivió la Ciudad de Buenos Aires no impidió que el Pueblo Quemero se acercara hasta el Palacio Tomás Adolfo Ducó para acompañar a este Huracán en levantada. Juan Manuel Azconzábal regresaba al once que había sumado seis de seis antes de empatar con Vélez, Norberto Briasco regresaba al primer equipo en lugar del ni siquiera concentrado Lucas Chacana.

A pesar de unos primeros minutos de acomodamiento y dominio repartido Huracán tardó poco en imponer sus condiciones, priorizando mover la pelota por el piso y a la espera del momento justo para cambiar el ritmo con balones largos buscando el despegue de los extremos ofensivos. El Globo comenzó a llegar con mucho criterio al área de Patronato, pero le faltaba alguien capacitado para llevarse marcas o romper posicionalmente en búsqueda del anticipo.

Diego Mendoza estaba enchufado y participativo, pero totalmente perdido en el momento de jugar dentro del área. La llave estaba en poder del tándem Angulo - Villalba, al Globo le sobraba profundidad pero tenía una clara carencia de contundencia. Patronato sacó jugo de un error defensivo de Bogado para generar su situación de gol más clara en la noche, Matías Quiroga define excelente solito ante Marcos Díaz y Bertocchi juega en contra de su equipo tocando la pelota (que tenía destino de gol) en clara posición adelantada. Lo más cerca que estuvo Huracán de irse en ventaja fue con un gran pivoteo de Mariano González que derivó en el buen derechazo de Mauro Bogado, que Bértoli envió al córner.

Ya en el complemento la cosa cambió negativamente. Huracán no mermó en su búsqueda, pero los intérpretes perdieron, lógicamente, ritmo y el rival comenzó a desplegar todas sus armas para que los segundos corran sin la pelota en el campo de juego. Para colmo el equipo se topó con un caricaturesco Federico Beligoy, con un accionar corporal más digno de calle corrientes que de un partido de fútbol. Es un error de este plantel salirse de foco ante un par de fallos desacertados, claro que lo entiendo, pero es un ítem a trabajar. No fue decisivo pero la actitud del magistrado sacó al partido de su molde. Ante Vélez Beligoy fue cuarto árbitro, con Patronato el principal, quizás aparezca de juez de línea la próxima semana en Rafaela.

Al minuto veinte Azconzábal dispuso el ingreso de Alejandro Romero Gamarra por Diego Mendoza, y aquí la polémica. Está claro que el Vasco banca a Mendoza, sin embargo y más allá del mal segundo tiempo que estaba haciendo el delantero cuesta entender la decisión de quitar al único punta definido en un trámite de partido como el que se venía dando. Más aún sin otro centrodelantero en el banco de suplentes y sabiendo que aunque Briasco pueda rebuscárselas sus mejores virtudes fueron vistas jugando por los extremos.

Lo concreto es que Kaku no entró en sintonía directa, y Huracán recién pudo recuperar el dominio del partido a falta de diez minutos cuando los ingresos de Daniel Montenegro y Patricio Toranzo por Mariano y Bogado. Y aquí otra del laberinto de nuestro entrenador, Kaku, Rolfi y Pato pasaron de ni siquiera compartir banco a jugar los tres juntos con la obligación de encontrar el resultado.

Romero Gamarra gestó la más clara que tuvimos para ganarlo, un centro al palo contrario donde Mancinelli aparece en soledad pero no puede cabecear a gol ni buscar al solitario Briasco. Enseguida el propio Toranzo ubicó a Montenegro dentro del área y este a Briasco en el punto penal, donde Sebastián Bértoli atenazó sin ceder nada.

Final sinsabor en el Palacio. Huracán desplegó todas sus herramientas en el primer tiempo para llevárselo, pero no encontró un jugador con la capacidad de transformar uno de los muchísimos centros buenos en gol. Si se pretende ser un equipo vertical y de presión alta, es muy esperable bajar considerablemente el ritmo durante la segunda mitad, sobre todo con los intérpretes que entran en cancha y también con los que aguardan en el banco de suplentes.

Huracán sumó por quinto partido seguido y eso es un motivo más que válido para no restar valor. Azconzábal necesita un triunfo más para igualar como entrenador del Globo la misma cantidad de puntos que conseguimos en todo el primer semestre con Domínguez, Caruso y Apuzzo.

Es el momento de buscar una variante arriba, y aquí hay un trabajo para el Cuerpo Técnico, que deberá sacar su chapa para sobreponerse al accionar dirigencial. ¿Depetris? ¿Molina? ¿Otro juvenil? Hay que probar, difícilmente cualquier nombre realice menos de lo que se viene mostrando allá arriba.


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