La “Gran Huracán”

Otra vez llegó el tiempo de la frustración. Parece ser que todos los quemeros debemos acostumbrarnos a cada tanto recibir cachetazos. Huracán perdió tras cinco sin derrotas (seis si se considera el torneo local), en su propia casa y por primera vez en la historia, ante un Arsenal de Sarandí, que llevaba cinco derrotas sucesivas, con un tanto a dos minutos del final del juego. Otra vez, la “Gran Huracán”.

Síntesis

Viernes 14 de abril de 2017

Primera División  - Fecha 20

Jugado en: Estadio Tomás Ducó – Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Huracán 1 – 2 Arsenal

Goles:

24 1T 0-1: Juan Brunetta (A) de tiro libre, con pierna derecha, desde el borde del área grande, con chanfle de pierna derecha, al primer palo de Díaz.

30 2T 1-1: Norberto Briasco (H), de cabeza desde el punto penal de arremetida, a centro de Mariano González.

43 2T 1-2: Juan Sánchez Sotelo (A) define ante Díaz en el área, tras un centro proveniente de un gran desborde de Fragapane, que le gana por derecha un repliegue lento de Fritzler.

Árbitro: Fernando Rapallini (mal)

Amonestados: Nervo, Mancinelli, Romat, Romero Gamarra (H) / Velázquez, Corvalán, Milo, Pérez (A)

Expulsado: 19 2T Nicolás Romat (H)

Huracán: Marcos Díaz; Nicolás Romat, Martín Nervo, Federico Mancinelli, Lucas Villalba; Mauro Bogado, Matías Fritzler, Mariano González; Norberto Briasco, Tomás Molina, Julio Angulo. DT: Juan Azconzábal.

Arsenal: Pablo Santillo; Leandro Marín, Franco Bellocq, Claudio Corvalán; Leonardo Rolón, Sergio Velázquez, Renzo Pérez, Federico Milo; Lucas Wilchez, Juan Brunetta; Julio Rodríguez. DT: Humberto Grondona

Cambios: 0 2T Alejandro Romero Gamarra por Bogado (H) / 20 2T Franco Fragapane por Rolón (A) y Patricio Toranzo por Molina (H) / 27 2T Gonzalo papa por Brunetta (A) / 34 2T Daniel Montenegro por González (H) / 35 2T Juan Sánchez Sotelo por Rodríguez (A).

Figura del partido: Juan Brunetta (A)

Figura de Huracán: Alejandro Romero Gamarra

En lo que era un típico partido de seis puntos. En uno de esos partidos que hay que ganar con la camiseta. En uno de esos partido en el que el rival llega en las peores condiciones. En esos partidos aparece “la Gran Huracán”.

Porque el Globo deja pasar los trenes uno tras otro y permite a los rivales agrandarse y darse lujos que cualquier otro equipo no aceptaría.

Sencillamente, el partido del equipo de Azconzábal fue un "Azco". No generó juego asociado nunca. Su medio campo fue zona de tránsito y generación de juego suelto para un rival pequeño, al que sólo le bastó con un chico de 19 años y un puñado de partidos en primera para complicar. Sólo por una jugada lúcida, promediando la segunda parte pudo igualar. Pero los minutos, y el esfuerzo pasaron factura, y lo que parecía empate se transformó en crudísima derrota a dos del final del tiempo reglamentario.

Final y bronca, para asumir una semana donde hablar de fútbol para los quemeros fue tabú. ¿Actuaciones individuales? Todos flojos o muy mal. Sólo queda por decir: ¿cómo puede ser que en esta situación, Alejandro Romero Gamarra no esté en cancha desde el inicio todos los partidos?. ¿Cómo es posible que Toranzo o Montenegro no puedan tener un poco más de rodaje y conectar un circuito de juego, donde hoy no lo hay? ¿Dónde está el Bogado de hace un año?. Y varias preguntas más, en las que no vale la pena abundar,, porqué las cartas ya están echadas y el plantel ya está armado.

Para dejar la crónica como corresponde del partido, expongo a continuación la opinión de Nicolás Ziccardi, mi amigo de Soy Quemero.

Lapidario

Huracán cayó derrotado por dos a uno ante Arsenal en el Ducó, mancándose en un partido clave por la permanencia y complicando nuevamente su futuro. El Globo hizo unos primeros sesenta minutos muy malos, empató gracias a Norberto Briasco y cuando el viento soplaba a su favor terminó perdiéndolo a dos del final tras un indigerible error de Matías Fritzler. Sin rendimiento ni resultado, el equipo proyectó la imagen de ser vulnerable ante cualquiera que lo enfrente. 

Había olor a partido decisivo en la previa. Un poco por la necesidad de cortar con los tres empates en fila para poder darle finalmente un valor claro a esas unidades obtenidas, otro tanto por saber que recibíamos al último de la tabla. Arsenal había perdido 13 de los 19 partidos que disputó en el torneo, los últimos cinco de forma consecutiva. Solo había conseguido un triunfo, ante Vélez, y jamás en la historia sumó de a tres en el Palacio Ducó.

Azconzábal repetía esquema con la vuelta de Marcos Díaz, Mancinelli y Fritzler. Tomás Molina volvía a ser el centrodelantero titular sin un relevo natural en el banco de los suplentes. Pero hubo una importante diferencia actitudinal en el inicio, al menos en la imagen que se proyectaba desde el campo de juego hacia las gradas. Arsenal buscaba lastimar y presionaba en cada sector de la cancha, Huracán hacía todo lento y anunciado, buscando en todos los tiros el desborde de Romat. Pese a que el visitante jugaba con la intensidad de su urgencia, el Globo tuvo las dos más claras con un tiro libre de Villalba que Santillo mandó al córner y un clarísimo cabezazo de Nervo que el capitán direccionó pésimo.

El Globo tenía grandes problemas en la salida y retroceso, Arsenal bloqueaba a los receptores y eso le quitaba posibilidad de pase a los del fondo. De una mala salida llegó la infracción de Nervo a Renso Pérez en inmediaciones del área, Juan Brunetta ejecuta un excelente tiro libre que vence la resistencia de Marcos Díaz poniendo en ventaja al visitante. Y el segundo estuvo al caer enseguida, luego que Mauro Bogado regalara un balón tras otra “jugada preparada” pésimamente ejecutada que no terminó con gol de Arsenal pura y exclusivamente gracias a la casualidad. Así se iba otro tiempo para el olvido, en sintonía directa con lo producido en Rafaela y el complemento ante Patronato.

En la segunda parte Huracán mantuvo las dudas en cada sector del campo, pero esta vez el entrenador sí vio lo mismo que casi todos e incluyó a Alejandro Romero Gamarra en lugar de Bogado. Kaku se mostró súper activo e intentó desnivelar las acciones a favor, con resultados dispares. Pasado el cuarto de hora Toranzo reemplazó a Molina y Nicolás Romat vio la segunda amarilla dejando al equipo con diez; a partir de ese momento el Globo revivió anímicamente y comenzó a empujar con más fuerza.

Mucho desborde, mucho centro que cruzaba sin que nadie toque la redonda, poca contundencia. El esbozo de cambio actitudinal tendría su premio a los treinta, Romero Gamarra recupera la pelota en campo propio y Matías Fritzler ubica un excelente unipersonal de Mariano González desbordando por derecha para lanzar el preciso centro que Norberto Briasco transformó en gol con un certero cabezazo de pique al piso. Briasco, que en terrenos de la normalidad estaría continuando con su proceso de formación, se hace cargo de los errores dirigenciales y los caprichos del cuerpo técnico anotándose nuevamente en el marcador.

El viento soplaba para Huracán y el segundo gol estaba al caer, ese era la sensación, aún sin claridad ni peso ofensivo. Montenegro ingresó y enseguida tuvo la más clara del Globo, pero la pelota le pasó entre las piernas sin éxito. Hubo otra conquista, insólitamente fue para el visitante. Un pelotazo en terreno propio para que Fragapane se coma crudo a Fritzler contra la banda derecha, en una pelota que el Polaco parecía tener controlada. Marcado error de Fritzler que le permitió desbordar al rival encontrando a Sánchez Sotelo solo con el resto del equipo en pose ofensiva, el delantero solo tocó mano a mano con Marcos Díaz para poner eldos a uno en 87 minutos.

Cayó Huracán en un partido que deja secuelas, que le permite a todos los rivales directos descontar puntos y que deja una imagen de vulnerabilidad muy marcada. Más allá del resultado es el rendimiento lo que preocupa, Azconzábal no se corre un centímetro de su libreto y sin zapatazos sobre la hora puede ser perjudicial. 

Pero más allá del entrenador hay un nivel colectivo e individual que atenta contra nuestro objetivo de permanencia, que no se suple siquiera con otra actitud. Pasó el tramo de enfrentar mano a mano a aquellos que pelean abajo, y la cosecha no alcanza para encaminar la salvación. Tendremos que buscar los puntos que necesitamos ante aquellos que pelean el torneo, con dos juveniles como delanteros y experimentados que cada vez dejan más dudas.