viernes, 16 de diciembre de 2016

Somos Huracán

Una versión más apagada de Huracán, de la ya amarga que se venía presentando en el ciclo Caruso Lomabrdi, fue la que cayó ante Banfield como visita por la mínima diferencia. A pesar de no tener reacción ni conciencia de juego alguna, el Globo contó con las chances de empatar, en un juego en el que fue dominado en su casi totalidad. Nada ni nadie que destacar, de un equipo que no transmite nada y que cayó en la zona de descenso, por virtudes propias.




Síntesis


Domingo 11 de diciembre de 2016

Primera División  - Fecha 13

Jugado en: Estadio Florencio Sola – Banfield - Provincia de Buenos Aires


Banfield 1 – 0 Huracán

40 1T 1-0: Emanuel Cecchini (B) con remate fuerte, rasante y cruzado desde el borde del área grande, tras un mal rechazo de Fritzler.


Árbitro: Jorge Baliño (bien)

Amonestados: Sarmiento (B) / Fritzler, Bogado (H)

Expulsado: 11 2T Matías Fritzler (H)


Banfield: Hilario Navarro; Gonzlo Bettini, Carlos Matheu, Jorge Rodríguez, Alexis Soto; Eric Remedi, Emanuel Cecchini; Mauricio Sperdutti, Walter Erviti, Nicolás Bertolo; Santiago Silva. DT: Julio Falcioni.

Huracán: Marcos Díaz; Carlos Araujo, Martín Nervo, Federico Mancinelli, Luca Sosa; Mauro Bogado, Matías Fritzler; Julio Angulo, Daniel Montenegro, Alejandro Romero Gamarra; David Depetris. DT: Néstor Apuzzo.


Cambios: 0 2T Matías Giordano por Díaz y Germán Lesman por Depetris (H) / 33 2T Thomas Rodríguez por Sperdutti (B) / 36 2T Lucas Chacana por Angulo (H) / 46 2T Brian Sarmiento por Erviti (B).


Figura del partido: Nicolás Bertolo (B)

Figura de Huracán: No hubo


Huracán una vez más jugó mal. No está demás decirlo y repetirlo. No queda otra. Lo que cambió en este último partido, es que esta vez no tuvo siquiera, los atisbos de reacción que demostró en los segundos tiempos del ciclo de Caruso Lombardi. Si, tuvo oportunidades de empatarlo: un par de mano a mano con el arquero rival, un remate de Romero Gamarra al travesaño y sobre el cierre, una definición de Chacana que Soto salvó de cabeza en la línea, in extremis.

Pero no se notó esta vez, ni la sensación de tratar de sacarse de encima la modorra tuvo el Globo, y lo que pintó para bien en los primeros diez minutos, al toque se hizo añicos. El rival no fue una “máquina” ni mucho menos, pero todo el partido impuso condiciones, con la base de ganar las condiciones del mediocampo. Un Fritzler desconocido y justamente expulsado, perdió siempre con los jóvenes volantes centrales rivales, y Bogado es una sombra de quien era. Bertolo fue imparable para quien lo marcara, y Santiago Silva, con sus viejas mañas, fue un caso sin solución para Nervo y Mancinelli desconocidos.

Una derrota más, y la caída a la zona del descenso es un alerta muy sonoro en la cabeza de todos los quemeros. Los que nos preguntamos, como después de un 2015 tan positivo, se pudo llegar nuevamente a esto. La respuesta es una sola: somos Huracán.

Les dejo el análisis completo y pormenorizado, con la opinión de Nicolás Ziccardi para Soy Quemero:


Caída libre
Huracán jugó mal, volvió a perder y por primera vez en el campeonato toca de lleno los puestos de descenso directo. Banfield justificó su victoria por la mínima con lo realizado en el cierre de la primera mitad, donde pudo anotar algún gol más. El Globo jamás encontró respuestas pese a que pegó un tiro en el travesaño y le sacaron el empate sobre la línea.
Ya sin Ricardo Caruso Lombardi y con un nuevo interinato de Néstor Apuzzo Huracán saltaba al terreno de juego del Florencio Sola con la urgencia de sumar, sabiendo que de lo contrario finalizaría la fecha compartiendo la primera plaza de descenso junto a Sarmiento de Junín.

Sin grandes variantes desde lo posicional se destacaba el regreso de Mauro Bogado y Daniel Montenegro a la titularidad, Julio Angulo también iba desde el arranque y David Depetris volvía a ser la única referencia ofensiva.

Los primeros diez minutos fueron los mejores del Globo en toda la tarde, presionando sobre la salida de Banfield. Así Romero Gamarra robó y Depetris abrió bien el juego con Montenegro antes de meterse en diagonal al área. Rolfi lo deja mano a mano con un gran pase y el delantero se nubla mano a mano ante un Hilario Navarro que desactiva el peligro con cierta tranquilidad. Banfield comenzó a generar fútbol a espaldas de nuestra línea media y conseguía llegar a Marcos atacando por los costados, primero Díaz se la sacó a Bertolo y luego a Silva, en dos oportunidades bastante claras.

Huracán no podía generar peligro más allá de los intentos de Montenegro. Mauro Bogado estaba a contramano de los intereses del equipo y la pelota no circulaba en su zona, Angulo lograba desnivelar en cuenta gotas y Depetris pivoteaba una sí y cinco no. Otra vez el peligro llegó por la presión, cuando el intermitente Romero Gamarra vuelve a recuperar el balón, y tras pared con Montenegro busca el arco con un buen zurdazo que terminó desviado.

Después de esa jugada se apagó Huracán, que comenzó a ser superado con claridad por un Banfield que con poco logró llegarnos en profundidad. El buen momento local culminó con la apertura del marcador, una pelota que Matías Fritzler deja corta en el despeje y servida a posición de Emanuel Cecchini, quien con un impecable derechazo vence la resistencia de Marcos. Enseguida Díaz le tapa bien un tiro a Silva, que termina errando una oportunidad increíble en el rebote. Al descanso en desventaja.

El complemento arrancó con el ingreso de Matías Giordano por el lastimado Díaz y Germán Lesman en lugar de Depetris. Huracán no encontró fútbol ni circulación, pese a que tuvo enseguida el empate con un pase de Kaku  que Lesman deja correr entre sus piernas, Montenegro queda solo dentro del área pero se demora en su afán de acomodarse perdiendo la posibilidad de un remate limpio.

A los diez llegaría un punto de quiebre en el partido, la evitable expulsión de Matías Fritzler. El Polaco, amonestado y segundos después que Baliño le perdonara la vida, vuelve a pegar una patada muy fuerte en una zona segura. Una maniobra que nada tiene que ver con su jerarquía.

Creer o reventar el pasaje más parejo del juego, con expresión de esos minutos del arranque favorables, fueron con Huracán con diez. Bogado quedó como único volante central y su actuación mejoró (Difícilmente podía empeorar), Montenegro corría por todos pero fallaba en la última puntada y Lesman era productivo siempre y cuando la pelota fuera a su posición, cosa que pasó poco.

Banfield bajó intensidad y el Globo dependía de alguna lucidez individual, que no llegaba. Con decir que cada tiro de esquina a favor terminó con la pelota en posesión de Banfield, y prácticamente ocurrió lo mismo con los tiros libres, fuerte reflejo de la poca concentración y empuje que han mostrado estos jugadores.

Giordano salvó con rebote largo un tiro de Sperdutti en la más clara que tuvo Banfield durante el complemento, llegando al último cuarto de hora el Globo conseguiría dos oportunidades imperdibles para empatar. La primera estuvo en la zurda de Alejandro Romero Gamarra, un tiro cargado de rosca que se estrelló en el travesaño. La última fue en tiempo de adición, cuando Hilario Navarro pierde increíblemente la pelota dentro de su área y el ingresado Lucas Chacana aprovecha el balón suelto para shotear a puerta, donde Soto despeja con la cabeza sobre la línea. Buena reacción de Chacana, que dominó y disparó, claro que de haber levantado la cabeza sus oportunidades hubiesen sido mayores. No hay demasiado por reprocharle.

Final y dura derrota, ya que nos deja al menos por una semana en zona de descenso. Huracán lleva ocho partidos sin ganar, solo se impuso una vez en las trece fechas que van de campeonato y solamente logró mantener su arco en cero durante dos oportunidades. El coctel es letal, refuerzos que no rinden, que viven lesionados, referentes con el nivel por el piso y pibes que no tienen oportunidades. Ocurrió lo que se veía venir, una caída libre que ninguna pata del club está logrando revertir.

Puede haber y hubo falencias, errores de gestión y de conducción técnica y táctica. Lo que uno imagina que no puede faltar en una situación como esta es el empuje y compromiso de los jugadores que defienden los intereses del club dentro del campo de juego. Hoy esas ganas de revertir la situación desde la hierba no están, o por lo menos los espectadores no la percibimos.

Cerrar el año en descenso sería un fracaso institucional y deportivo tremendo, imperdonable.


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