Una
versión más apagada de Huracán, de la ya amarga que se venía presentando en el
ciclo Caruso Lomabrdi, fue la que cayó ante Banfield como visita por la mínima
diferencia. A pesar de no tener reacción ni conciencia de juego alguna, el
Globo contó con las chances de empatar, en un juego en el que fue dominado en
su casi totalidad. Nada ni nadie que destacar, de un equipo que no transmite
nada y que cayó en la zona de descenso, por virtudes propias.
Síntesis
Domingo
11 de diciembre de 2016
Primera
División - Fecha 13
Jugado
en: Estadio Florencio Sola – Banfield - Provincia de Buenos Aires
Banfield 1 – 0 Huracán
40
1T 1-0: Emanuel Cecchini (B) con remate fuerte, rasante y cruzado desde el
borde del área grande, tras un mal rechazo de Fritzler.
Árbitro: Jorge Baliño (bien)
Amonestados: Sarmiento (B) / Fritzler, Bogado (H)
Expulsado: 11 2T Matías Fritzler (H)
Banfield: Hilario Navarro; Gonzlo Bettini, Carlos Matheu, Jorge
Rodríguez, Alexis Soto; Eric Remedi, Emanuel Cecchini; Mauricio Sperdutti,
Walter Erviti, Nicolás Bertolo; Santiago Silva. DT: Julio Falcioni.
Huracán: Marcos Díaz; Carlos Araujo, Martín Nervo, Federico
Mancinelli, Luca Sosa; Mauro Bogado, Matías Fritzler; Julio Angulo, Daniel
Montenegro, Alejandro Romero Gamarra; David Depetris. DT: Néstor Apuzzo.
Cambios: 0 2T Matías Giordano por Díaz y
Germán Lesman por Depetris (H) / 33 2T Thomas Rodríguez por Sperdutti (B) / 36
2T Lucas Chacana por Angulo (H) / 46 2T Brian Sarmiento por Erviti (B).
Figura
del partido: Nicolás
Bertolo (B)
Figura
de Huracán: No
hubo
Huracán
una vez más jugó mal. No está demás decirlo y repetirlo. No queda otra. Lo que
cambió en este último partido, es que esta vez no tuvo siquiera, los atisbos de
reacción que demostró en los segundos tiempos del ciclo de Caruso Lombardi. Si,
tuvo oportunidades de empatarlo: un par de mano a mano con el arquero rival, un
remate de Romero Gamarra al travesaño y sobre el cierre, una definición de
Chacana que Soto salvó de cabeza en la línea, in extremis.
Pero
no se notó esta vez, ni la sensación de tratar de sacarse de encima la modorra
tuvo el Globo, y lo que pintó para bien en los primeros diez minutos, al toque
se hizo añicos. El rival no fue una “máquina” ni mucho menos, pero todo el
partido impuso condiciones, con la base de ganar las condiciones del
mediocampo. Un Fritzler desconocido y justamente expulsado, perdió siempre con
los jóvenes volantes centrales rivales, y Bogado es una sombra de quien era.
Bertolo fue imparable para quien lo marcara, y Santiago Silva, con sus viejas
mañas, fue un caso sin solución para Nervo y Mancinelli desconocidos.
Una
derrota más, y la caída a la zona del descenso es un alerta muy sonoro en la
cabeza de todos los quemeros. Los que nos preguntamos, como después de un 2015
tan positivo, se pudo llegar nuevamente a esto. La respuesta es una sola: somos
Huracán.
Les
dejo el análisis completo y pormenorizado, con la opinión de Nicolás Ziccardi
para Soy Quemero:
Caída libre
Huracán jugó mal, volvió a perder y por primera
vez en el campeonato toca de lleno los puestos de descenso directo. Banfield
justificó su victoria por la mínima con lo realizado en el cierre de la primera
mitad, donde pudo anotar algún gol más. El Globo jamás encontró respuestas pese
a que pegó un tiro en el travesaño y le sacaron el empate sobre la línea.
Ya sin Ricardo Caruso Lombardi y con un nuevo
interinato de Néstor Apuzzo Huracán saltaba al terreno de juego del Florencio
Sola con la urgencia de sumar, sabiendo que de lo contrario finalizaría la
fecha compartiendo la primera plaza de descenso junto a Sarmiento de Junín.
Sin grandes variantes desde lo posicional se
destacaba el regreso de Mauro Bogado y Daniel Montenegro a la titularidad,
Julio Angulo también iba desde el arranque y David Depetris volvía a ser la
única referencia ofensiva.
Los primeros diez minutos fueron los mejores
del Globo en toda la tarde, presionando sobre la salida de Banfield. Así Romero
Gamarra robó y Depetris abrió bien el juego con Montenegro antes de meterse en
diagonal al área. Rolfi lo deja mano a mano con un gran pase y el delantero se
nubla mano a mano ante un Hilario Navarro que desactiva el peligro con cierta
tranquilidad. Banfield comenzó a generar fútbol a espaldas de nuestra línea
media y conseguía llegar a Marcos atacando por los costados, primero Díaz se la
sacó a Bertolo y luego a Silva, en dos oportunidades bastante claras.
Huracán no podía generar peligro más allá de
los intentos de Montenegro. Mauro Bogado estaba a contramano de los intereses
del equipo y la pelota no circulaba en su zona, Angulo lograba desnivelar en
cuenta gotas y Depetris pivoteaba una sí y cinco no. Otra vez el peligro llegó
por la presión, cuando el intermitente Romero Gamarra vuelve a recuperar el
balón, y tras pared con Montenegro busca el arco con un buen zurdazo que
terminó desviado.
Después de esa jugada se apagó Huracán, que
comenzó a ser superado con claridad por un Banfield que con poco logró
llegarnos en profundidad. El buen momento local culminó con la apertura del
marcador, una pelota que Matías Fritzler deja corta en el despeje y servida a
posición de Emanuel Cecchini, quien con un impecable derechazo vence la
resistencia de Marcos. Enseguida Díaz le tapa bien un tiro a Silva, que termina
errando una oportunidad increíble en el rebote. Al descanso en desventaja.
El complemento arrancó con el ingreso de
Matías Giordano por el lastimado Díaz y Germán Lesman en lugar de Depetris.
Huracán no encontró fútbol ni circulación, pese a que tuvo enseguida el empate
con un pase de Kaku que Lesman deja correr entre sus piernas, Montenegro
queda solo dentro del área pero se demora en su afán de acomodarse perdiendo la
posibilidad de un remate limpio.
A los diez llegaría un punto de quiebre en el
partido, la evitable expulsión de Matías Fritzler. El Polaco, amonestado y
segundos después que Baliño le perdonara la vida, vuelve a pegar una patada muy
fuerte en una zona segura. Una maniobra que nada tiene que ver con su
jerarquía.
Creer o reventar el pasaje más parejo del
juego, con expresión de esos minutos del arranque favorables, fueron con
Huracán con diez. Bogado quedó como único volante central y su actuación mejoró
(Difícilmente podía empeorar), Montenegro corría por todos pero fallaba en la
última puntada y Lesman era productivo siempre y cuando la pelota fuera a su
posición, cosa que pasó poco.
Banfield bajó intensidad y el Globo dependía
de alguna lucidez individual, que no llegaba. Con decir que cada tiro de
esquina a favor terminó con la pelota en posesión de Banfield, y prácticamente
ocurrió lo mismo con los tiros libres, fuerte reflejo de la poca concentración
y empuje que han mostrado estos jugadores.
Giordano salvó con rebote largo un tiro de
Sperdutti en la más clara que tuvo Banfield durante el complemento, llegando al
último cuarto de hora el Globo conseguiría dos oportunidades imperdibles para
empatar. La primera estuvo en la zurda de Alejandro Romero Gamarra, un tiro
cargado de rosca que se estrelló en el travesaño. La última fue en tiempo de
adición, cuando Hilario Navarro pierde increíblemente la pelota dentro de su
área y el ingresado Lucas Chacana aprovecha el balón suelto para shotear a
puerta, donde Soto despeja con la cabeza sobre la línea. Buena reacción de
Chacana, que dominó y disparó, claro que de haber levantado la cabeza sus
oportunidades hubiesen sido mayores. No hay demasiado por reprocharle.
Final y dura derrota, ya que nos deja al
menos por una semana en zona de descenso. Huracán lleva ocho partidos sin
ganar, solo se impuso una vez en las trece fechas que van de campeonato y
solamente logró mantener su arco en cero durante dos oportunidades. El coctel
es letal, refuerzos que no rinden, que viven lesionados, referentes con el
nivel por el piso y pibes que no tienen oportunidades. Ocurrió lo que se veía
venir, una caída libre que ninguna pata del club está logrando revertir.
Puede haber y hubo falencias, errores de
gestión y de conducción técnica y táctica. Lo que uno imagina que no puede
faltar en una situación como esta es el empuje y compromiso de los jugadores
que defienden los intereses del club dentro del campo de juego. Hoy esas ganas
de revertir la situación desde la hierba no están, o por lo menos los
espectadores no la percibimos.
Cerrar el año en descenso sería un fracaso
institucional y deportivo tremendo, imperdonable.
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