viernes, 23 de septiembre de 2016

Perdiendo el tiempo y varios puntos

Tercer partido consecutivo de actuación preocupante. Otra vez un planteo que tácticamente se hizo incomprensible, contra un rival que incluso nos superó desde la velocidad en el traslado del balón y que nos regaló un punto en la última jugada del partido, perdiendo las marcas ante un balón suelto en el área. Huracán empató con Tigre y sigue dejando puntos por el camino.





Síntesis


Viernes 19 de setiembre de 2016

Primera División  - Fecha 3

Jugado en: Estadio José Dellagiovanna – Tigre - Provincia de Buenos Aires


Tigre 1 - 1 Huracán



41 1T: Carlos Luna (T) de cabeza cruzado vence a Díaz, tras córner de Morales que Echeverría bajó de cabeza hacia el medio del área.

48 2T Hugo Nervo (H), con remate de derecha fuerte al medio del arco, luego que Mendoza baja de cabeza un pelotazo al área de Sosa.


Árbitro: Diego Abal (regular)

AmonestadosCastro (T) / Fritzler, Barrales (H)


Tigre: Nelson Ibañez; Martín Galmarini, Mariano Echeverría, Erick Godoy, Diego Sosa; Lucas Menossi, Gaspar Iñiguez; Sebastián Rincón, Diego Morales, Lucas Janson; Carlos Luna

Huracán: Marcos Díaz; Carlos Araujo, Martín Nervo, Luca Sosa, Ezequiel Garré; Mariano González, Matías Fritzler; Ignacio Pussetto, Patricio Toranzo, Daniel Montenegro; Diego Mendoza. DT: Eduardo Domínguez.



Cambios: 15 2T Alejandro Romero Gamarra por Toranzo (H) / 22 2T Alexis Castro por Menossi (T) / 25 2T Jerónimo Barrales por Pussetto (H) / 26 2T Emiliano Ellacópulos por Janson (T) / 33 2T Julio Angulo por Montenegro (H) / 34 2T Ramón Mierez por Luna (T).




Figura del partido: Diego Morales (T)

Figura de Huracán: Matías Fritzler



Variadas son las circunstancias que pueden observarse en la muy floja labor del equipo ante Tigre, sumando en la tercera jornada del torneo, tres actuaciones olvidables, ante rivales ante los cuáles era necesario sumar buena cantidad de puntos. Una, tal vez la que más resalta a la vista del quemero, es la debilidad extrema del esquema táctico que muestra el Globo. Durante 2015, el “dibujo 4-2-3-1”, se sostenía básicamente en que ese “1”, había nacido para ese lugar. Las características del juego de Ábila, se adecuaban a las asistencias que desde las bandas (en el caso de Espinoza, el ejemplo más claro) o por el centro Toranzo u otro volante le proveían; o al castigo de navegar sólo y arreglárselas entre los centrales sacando petróleo de las piedras... Además, la zona defensiva, en especial por las bandas era mucho mejor sostenida que ahora, todo sumado a que el rendimiento de algunas de las figuras decayó.

En este panorama, insistir en el mismo camino, es chocar contra una pared. El juego no fluye y se hace lento, y por momentos Fritzler es quien “aguanta los trapos”. Y aquí se planta otro de los aspectos a resaltar, ya que si bien el equipo no se nota flojo en la cuestión física, los rivales lo pasan por encima en el ritmo. Aún aquellos que futbolísticamente no son mucho más que Huracán.

Ante Tigre, en especial en la primera parte, Huracán fue superado claramente, y el gol que llegó hacia el final de la etapa de Luna, entregaba justicia al resultado. Hasta ahí, Marcos Díaz era la razón del empate.

En la segunda parte, sobre todo a partir del ingreso de Romero Gamarra y Barrales, el ritmo y la búsqueda se acrecentaron, aunque sin juego asociado y con arrestos aislados. Huracán contó con la suerte que el rival fue decayendo, sin quererlo retrocediendo, y que no acertó en la contra. Por esto, el gol de Nervo en la arremetida final, a falta de un segundo para cerrar el tiempo adicional, fue un baldazo de agua fría para el local, y un bálsamo para el Globo, que tiene demasiado por enderezar.



Para una mayor comprensión, dejo trascripto el análisis del amigo Nicolás Ziccardi para Soy Quemero:


Problemas Técnicos
Huracán rescató un agónico punto en Victoria, luego de hacer otro partido muy pobre. El Globo volvió a sufrir la falta de un hilo conductor en el planteo, Tigre aprovechó el desconcierto y se puso en ventaja durante la primera mitad. Los cambios no modificaron la ecuación pero el empellón de Martín Nervo en el último segundo evito una caída segura. Hay muchísimo por mejorar, mientras los cotejos siguen pasando.


Tercera presentación por el campeonato para este Huracán en transición, que viene ofreciendo realmente muy poco y no encuentra fútbol más allá de tampoco conseguir resultados. Partido nuevo mediocampo nuevo, parece ser la premisa entre lesiones y malas decisiones en el mercado. Mariano González apenas delante de Fritzler, Bogado afuera por lesión, Toranzo por izquierda y el Rolfi Montenegro del centro a su derecha. Pussetto como volante por derecha estático y la novedad de Diego Mendoza como titular.


El primer cuarto de hora fue terrorífico para el Globo, Tigre tomó la iniciativa con convicción y se lo terminó llevando puesto. Una insólita falla de Nervo y Garré dejó solo a Rincón, pero entre Marcos y su palo izquierdo se evitó la temprana desventaja. Huracán zafó de la tormenta para pisar el área rival por primera vez en la tarde, buen centro de Montenegro para que Mendoza ensaye una pirueta Wanchopera sin demasiado éxito.


Sin precisión el equipo comenzó a pisar mejor la cancha, la defensa encontró algunas respuestas y Mariano González fue más claro para jugar el balón corto. Montenegro recibe un centro pasado dentro del área para jugar una volea que termina desviada. Fue el propio Rolfi quien gestó la oportunidad más clara de la primera mitad, un gran pase entre líneas que Diego Mendoza olfateó excelentemente bien, pero definió muy mal tras la apresurada salida del portero Ibáñez.


Los últimos quince volvieron a ser favorables para Tigre, que hacía gala de la velocidad de sus volantes para sortear con poco un mediocampo Quemero cada vez más lento, solamente sostenido en el oficio de Matías Fritzler. Marcos Díaz sacó una con los pies, una con las manos y no logró contener la tercera, ese cabezazo de Carlos Luna que puso en ventaja al Matador. Echeverría gana con facilidades la pelota desde el córner y el delantero se impone tanto a Nervo como a Garré, para colocar la pelota a gusto. Ganaba el local a minutos del descanso y estaba bien.


El complemento comenzó sin cambios y con una oportunidad clarísima para empatar, unipersonal de Pussetto para llevarse la pelota a los tumbos y buen centro a la olla que Diego Mendoza no logra conectar. Lejos de capitalizar favorablemente el envión de palpar el empate Huracán volvió a perderse en un circuito de juego indefinido, Toranzo tenía la imprecisión como bandera y los únicos capaces de romper líneas eran Montenegro y Fritzler, que no podían cerrar productivamente sus participaciones.


Cambio cantado en quince minutos, Romero Gamarra por Toranzo. Kaku amagó a cambiar el partido, pero tardó muy poco en amalgamarse con el discretísimo nivel del equipo. Aun así el hábil zurdo tuvo su bala de plata, gestada a medias entre las facilidades para el pívot de Mendoza y la lucidez de Montenegro. Alejandro recibió solo en diagonal al área chica pero su remate al primer palo se estrelló contra la red lateral externa.


Barrales por el cansado Pussetto y Huracán que afrontaba los últimos veinte minutos con dos nueves, pero con muy poco juego. Algunas luces entre Montenegro y Romero Gamarra, que tardaban segundos en apagarse. Garré y Araujo eran quienes adelantaban al equipo con sus proyecciones, pero ambos tenían grandes dificultades para generar avances positivos. El ingreso de Julio Ángulo por Montenegro terminó de matar la gesta futbolística del Globo, que ya ni siquiera se acercaba al arco de Ibáñez.


Tigre tuvo el segundo en varios contragolpes, entre Marcos Díaz, los centrales y Fritzler lograron mantener la desventaja mínima. Barrales se mostraba claramente en inferioridad física y todos los caminos conducían a la derrota. Sin embargo y en la última jugada del partido, Huracán se encontraría con el gol como quien encuentra agua en el desierto.


Luca Sosa mete la segunda pelota al área rival con un zurdazo bombeado pero direccionado. Diego Mendoza salta entre sus marcadores para peinarla y encontrar el sorpresivo ingreso de Hugo Martín Nervo. El capitán mete un derechazo certero para vencer la resistencia de Ibáñez, anotar su primer gol con nuestra camiseta y asegurar un agónico empate en el segundo final del juego. Empató Huracán contra todo pronóstico.


La parda evapora la amargura del resultado adverso, pero no logra hacer que nos desentendamos de una nueva producción muy pobre de Huracán. El Globo juega como si no hubiera realizado pretemporada, demuestra ser un equipo en formación y preocupa por la falta de variantes tácticas que muestra. Carece de volumen futbolístico, de opciones ofensivas y sufre con poco en defensa.


Que la agonía del empate sirva para tomar fuerzas de cara a una nueva presentación como local. Será difícil volver a tolerar una actuación con tantas dudas conceptuales, con un equipo totalmente deshilachado.

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