Si
bien era hora de dar el zarpazo y treparse a la pelea por el torneo, Huracán
sintió el peso de la seguidilla de partidos y no encontró respuestas a su
condición física y a las limitaciones del terreno para su juego. Por esto, no
pasó más que del empate ante el último en las posiciones, Argentinos, que le
ofreció resistencia y en un partido parejo, hasta lo pudo haber vencido.
Síntesis
Lunes
28 de marzo de 2016
Primera
División – Transición 2016 – Zona B – Fecha 4
Argentinos Juniors 0 – 0 Huracán
Árbitro: Facundo Tello (mal)
Amonestados: Torrén, Ledesma (AJ) / Risso, Ábila (H)
Argentinos Juniors: Federico Lanzilotta; Joaquín Laso,
Miguel Torrén, Patricio Matricardi, Gabriel Piovi; Braian Romero, Cristian
Ledesma, Esteban Rolón, Luciano Cabral; Emilio Zelaya, Lautaro Rinaldi. DT: Raúl
Sanzotti
Huracán: Marcos Díaz; José San Román, Mario
Risso, Federico Mancinelli, Luciano Balbi; Lucas Villarruel, Mauro Bogado;
Cristian Espinoza, Daniel Montenegro, Alejandro Romero Gamarra; Ramón Ábila.
DT: Eduardo Domínguez.
Cambios: 0 2T Mariano González por Espinoza
(H) / 12 2T Carlos Bueno por Zelaya (AJ) / 23 2T Lucas Chacana por Romero
Gamarra (H) / 25 2T Damián Batallini por Romero (AJ) / 40 2T Federico Insúa por
Cabral (AJ).
Figura
del partido: Luciano
Cabral (AJ)
Figura
de Huracán: Federico
Mancinelli
Bajó
el pie del acelerador. Una actuación deslucida de un Globo que se mostró
desgastado por el trajín. En La Paternal, Huracán empató sin goles ante
Argentinos, un equipo menos que discreto, y quedó a dos puntos del líder de la
zona, cuando ya transcurrió la mitad del certamen. Argentinos llegaba con bajas
actuaciones y último en la tabla y en el promedio, por lo que era vital una
buena perfomance.
Desde
que se fue armando el partido, quedó claro que el Globo iba a sentir mucho la
ausencia de Fritzler, con un Villarruel que no siente o no puede con la marca,
Argentinos tenía privilegios en esa zona y controlaba buena parte del juego.
Pero ese control llegaba hasta la línea defensiva quemara, que con Mancinelli
como estandarte no tenía problemas para desmembrar las pocas luces ofensivas
del rival. Los pocos inconvenientes venían de parte de Cabral, que hacía
trabajar de más a San Román en su marca.
En
su labor ofensiva, Huracán fue pobre. Trataba de hacer pasar el juego por
Montenegro, que en el día de su cumpleaños treinta y siete fue una sombra de lo
que venía siendo y hasta falló pases simples; Espinoza rebotaba contra el
lateral rival y se fastidiaba; y Romero Gamarra empezó lúcido y se fue
apagando. De esta manera, Ábila no recibía juego y su esfuerzo se hacía
estéril.
Para
dar una idea, lo mejor del primer tiempo para el Globo fue un centro – shot de
Espinoza que controló Lanzilotta y varios tiros de afuera a las manos del
golero; mientras Argentinos pudo haber sacado ventaja si Rinaldi no definía
horrible una chance clara. Parejo y aburrido el primer tiempo.
En
el segundo tiempo, la pobreza de la primera continuó. Con Mariano González en
lugar de Espinoza, el Globo mantuvo las mismas limitaciones, con una cancha que
no ayuda a su estilo de juego y una clara limitante física en su accionar.
Su
mejor jugada en el partido, promediando la etapa, casi le da el triunfo, ya que
luego de una jugada entre San Román y Montenegro, llegó el centro de González
justo a la cabeza de Ábila, que remató al primer poste y obligó a una gran
respuesta de Lanzilotta para sacarla al córner. Luego también un pelotazo de
Bogado estuvo cerca. Argentinos intentaba, cada vez más, pero totalmente
desordenado, aunque Huracán tomaba mayores precauciones, ya que era inquietante
la presencia de Bueno en el área. La mejor del bicho, y hasta del partido, fue
una definición de Rinaldi que se estrelló en un poste de un Marcos Díaz de
reacción tardía.
En
la última, pudo ser para el Globo, pero el empate quedó como el resultado que
mejor le sentó al partido, sobre todo luego de un tramo final en el que Huracán
hasta desapareció del juego. En general, hace unos meses, Huracán terminaba
perdiendo este tipo de partidos, queda claro que algo cambió y que es lo
valorable. El grupo es consciente de sus virtudes y limitaciones, y Huracán se
transforma en un conjunto práctico, que hasta terminó valorando el punto
obtenido, como un punto ganado.
Un
punto que lo deja con diez rivales por debajo en la tabla de los promedios y
como único escolta de Lanús. Por eso claramente, Huracán “esforzó su máquina” y
contribuyó de todas maneras con un punto que no le cae nada mal a sus pretensiones.
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