Cada
partido es distinto. Pero Huracán y Atlético Nacional ya se conocen y buscan
contrarrestarse, oponer vallas a lo mejor de cada uno. Y esto pasó en el
partido de ida, donde Huracán con un buen desempeño general, no pudo quebrar a
los colombianos, que sin varias de sus figuras, de todos modos, por momentos,
creó zozobra en el área quemera. Empate en cero (el más favorable en este
caso), que deja la serie totalmente abierta para el juego de vuelta.
Síntesis
Martes
26 de abril de 2016
Copa
Libertadores 2016 – Octavos de Final – Partido de Ida
Huracán 0 – 0 Atlético Nacional (Medellín – Colombia)
Árbitro: Patricio Polic - Chile (bien)
Amonestados: Ábila (H) / Mejía, Pérez (AN)
Huracán: Marcos Díaz; José San Román, Martín Nervo, Federico
Mancinelli, Luciano Balbi; Matías Fritzler, Mauro Bogado; Cristian Espinoza,
Daniel Montenegro, Mariano González; Ramón Ábila. DT: Eduardo Domínguez.
Atlético Nacional (Medellín – Colombia): Franco Armani; Daniel Bocanegra,
Davinson Sánchez, Felipe Aguilar, Farid Díaz; Alexander Mejía, Sebastián Pérez;
Orlando Berrío, Alejandro Guerra, Jonathan Copete; Luis Carlos Ruiz. DT:
Reinaldo Rueda
Cambios: 21 2T Víctor Ibarbo por Ruiz (AN) /
31 2T Alejandro Romero Gamarra por Montenegro (H) / 32 2T Andrés Ibargüen por
Berrío (AN) / 38 2T Ezequiel Miralles por González (H) / 47 2T Rodin Quiñonez
por Guerra (AN).
Figura
del partido: Sebabtián
Pérez (AN)
Figura
de Huracán: Matías Fritzler
Se
abría una nueva meta, un hito más en la historia del Globo de Parque Patricios,
con el juego de ida de octavos de final de Copa Libertadores. Enfrente, el que
hasta acá mostró las credenciales de ser el mejor equipo de los 32 que iniciaron
la fase de grupos, Atlético Nacional de Medellín, que extrañamente dejaba fuera
del once titular a dos de sus mejores jugadores: el crack Ibarbo y la estrella
que surge, Marlos Moreno. En Huracán volvía Montenegro y era titular otra vez
Espinoza.
Lejos
de lo que se preveía y más teniendo en cuenta ese rival, fue Huracán quien se
hizo “cargo” del partido desde el inicio, con Fritzler que hacía pie en el
centro y desde allí, junto a Mariano González comenzaban los intentos quemeros.
En los primeros quince, hubo aproximaciones, y Espinoza sacó un centro que pasó
a todos en el área rival. Luego de eso, Nacional mejoró en el terreno, y se
empezó a aproximar también, y allí fue que Berrío llegó a ponerse mano a mano
con Díaz, picando a las espaldas de Balbi, pero Marcos fue rápido a atorar y
alejó el peligro.
Huracán
se mantenía bien pisado en el terreno, ante un rival ante el cual, cualquier
distracción se paga carísimo. Así fue que Ábila logró filtrarse hasta el fondo,
luego de un gran quite y pase de González, pero su buen centro no lo llega a
conectar Espinoza. El juego se mantuvo parejo, hasta el cierre, donde
Mancinelli encontró una pelota suelta en segunda jugada, y su volea salió alta.
Fue auspicioso el primer tiempo de Huracán, que si bien no creó jugadas muy
peligrosas, se mostró dominador de la situación en buena parte de la etapa,
plantándose de igual a igual a un equipo a todas luces superior.
El
arranque de la segunda parte se tornó de ida y vuelta, con un Globo que empezó
am mostrar una merma en el rendimiento físico, pero que siempre la suple con
coraje. Llegado el cuarto de hora, es otra vez Berrío quien logra pasar la
línea de zagueros de Huracán, y es de nuevo Marcos Díaz, quien logra desactivar
el claro riesgo con rapidez.
Lentamente
ese juego de ida y vuelta se tradujo en chatura, y solo el ingreso de Víctor
Ibarbo promediando la etapa, le daba algo de color al partido. Huracán trataba
de retener la pelota, y Nacional no lucía del todo fino, en lo que es habitual
respecto a su manejo de la pelota. De todos modos, empezó a dominarla algo más,
de la mano de Pérez en el centro, y con un Huracán que ya no podía con su alma.
El
partido se iba yendo, entre toque y toque poco profundo del visitante y los
cambios que intentaba Domínguez, que no aportaron soluciones. Pero llegaron los
minutos finales y los adicionados, y allí cada equipo tuvo su chance, casi la
más plena de todo el partido, como para coronar, ambos, una victoria que
hubiera sido injusta, ya que el empate es el traje que mejor le quedó a este
partido.
Nacional
casi se lo lleva con un gran remate de afuera del área de su mejor valor de la
noche, Pérez, que sale apenas alto. Y en la última jugada del partido, ya en el
tiempo adicional, luego de un córner, en segunda jugada, la pelota queda a
merced de Mancinelli, quien unos pasos detrás del punto penal, saca un remate
seco, que Armani, el golero argentino del rival, saca en una tremenda atajada,
y que incluso, vuelve a salvar en segunda instancia, cuando ya Miralles se aprestaba
a tocar al gol tras el rebote. El tiro del final no salió.
Y
todo quedó abierto para la revancha. Si bien no se logró viajar con la ventaja
de una victoria, el empate en cero no fue mal visto por jugadores y cuerpo
técnico, que ya no ven un “cuco” en este equipo colombiano, que sabe que, si a
su cuota de amor propio, le agrega su juego y la chance de marcar, le hará muy
cuesta arriba la tarea a su gran rival. Nada está dicho, habrá que esperar.
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