¡Como
duele perder un partido en el último de los minutos de adición! Luego de dejar todo
en la cancha, hasta lo último de esfuerzo físico y jugar con el corazón en la
mano, el Globo cayó en la última jugada, en un final emocionante.
Indudablemente no fue para nada un buen partido del conjunto de Domínguez, pero
su confianza lo había llevado a empatar y casi ganar, en esa ciudadela tucumana
en la que ningún visitante vence hace más de un año.
Síntesis
Viernes
1 de abril de 2016
Primera
División – Transición 2016 – Zona B – Fecha 9
Atlético Tucumán 2 – 1 Huracán
43
1T: Luis Rodríguez (AT) define de derecha al borde del área menor, luego de un
centro de Méndez que Menéndez le bajó con el hombro.
26
2T: Mariano González (H) define de derecha por sobre Luchetti, al tomar el rebote
en un defensor tras un remate de Montenegro.
50
2T: Rodrigo Aliendro (AT) define solo en el área de derecha, tras buena jugada
individual y asistencia de Menéndez.
Árbitro: Ariel Penel (horrible)
Amonestados: Méndez (AT) / Araujo, Nervo (H)
Atlético Tucumán: Cristian Luchetti; Nicolás Romat, Bruno Bianchi, Franco
Sbuttoni, Pablo Cáceres; José Méndez, Nery Leyes, Lucas Villalba, Leandro
González; Luis Rodríguez, Cristian Menéndez. DT: Juan Azconzábal
Huracán: Marcos Díaz; Carlos Araujo, Martín
Nervo, Federico Mancinelli, Luciano Balbi; Mariano González, Mauro Bogado;
Cristian Espinoza, Daniel Montenegro, Alejandro Romero Gamarra; Ramón Ábila.
DT: Eduardo Domínguez.
Cambios: 16 2T Ezequiel Miralles por Ábila
(H) / 20 2T Matías Ballini por Leyes (AT) / 27 2T Lucas Chacana por Romero Gamarra
(H) / 31 2T Fernando Zampedri por Rodríguez (AT) / 34 2T Rodrigo Aliendro por
Méndez (AT) / 45 2T Lucas Villarruel por Montenegro (H).
Figura
del partido: Cristian
Menéndez (AT)
Figura
de Huracán: Mariano
González
Los
quemeros sabíamos que el desgaste de un mes de marzo muy trajinado, luego de lo
que fue el accidente de Caracas, iba a hacer mella en un plantel, que si bien
se lo nota bien preparado físicamente, todos sabemos que resulta “corto” a
nivel de nombres, y que algunas ausencias se hacen sentir.
No
obstante, el viaje a Tucumán se sabía complejo. Un equipo que posee una localía
muy fuerte y un andar correcto en el torneo, era un paso aún mayor que días
anteriores Argentinos.
El
partido se fue mostrando parejo con el correr de los minutos, pero con un
Huracán que no lograba mantener la posesión de la pelota lo suficiente para
crear jugadas asociadas. A pesar de esto, le bastó para que un desborde pegue
en la mano del central Bianchi que cruzaba, en un claro penal que el árbitro no
juzgó de la misma manera; y para una jugada preparada de pelota detenida que
Mancinelli no llegó a definir por poco.
A
todo esto, Atlético presionaba y con el correr de los minutos se iba haciendo
fuerte, sobretodo volcando su juego por las bandas, con un volante como Méndez
que era una pesadilla para Balbi, que no recibía ayuda en la marca de sus
compañeros volantes, o con Leandro González que le daba trabajo extra a Araujo,
al cual se lo vio muy flojo en el desarrollo del partido. Igual, Huracán tuvo
otra clara opción, cuando un remate de Bogado fue bien controlado por un
Luchetti que tuvo que exigirse.
Ya
llegado el último tercio de la etapa, el dominio local ya era pleno y un
cabezazo en el área que se fue por poco, y un tiro en el palo, lo tuvieron a
mal traer a Marcos Díaz. Hasta que a dos del final de ese primer tiempo, Méndez
escapa por la banda a Balbi, y saca el centro a Menéndez, que le gana en el
salto a Nervo, y le baja la pelota al “pulga” Rodríguez, que solo en el medio
del área y habilitado claramente por Araujo que quedó enganchado, toca la bola
rápido al gol, antes que Díaz atine a reaccionar. Amargo final de la etapa,
todo un preludio de lo que sería el final del juego. Una pena porque en lo
parejo que habían sido los 45 minutos, Huracán no definió en su momento y el
rival, sí.
Desde
el inicio del segundo tiempo, el local se mantuvo como dueño del partido, e
incluso pudo rápido aumentar (se encontró con Díaz que lo evitó), pero el Globo
parecía otro equipo en la cancha. Empezó a surgir una actitud mejorada, que si
bien no era acompañada con juego, siempre puso a tiro a Huracán el empate.
Además, tuvo que lidiar con la salida de Ábila, que claramente estaba
disminuido físicamente, tras una semana en la que estuvo enfermo, y las chances
de definición claras mermaban.
Y
la chance llegó, de la mano de una carambola, pero con entrega y actitud.
Montenegro juega con Bogado, que le devuelve, y al verse en posición para
rematar desde fuera del área, lo intenta, pero es bloqueado por Villalba. Así,
la pelota le queda a disposición a Mariano González, quien en posición de “ocho”
acompañaba la jugada y se filtró sin marca en soledad, para conectar con
calidad por encima de la salida de Luchetti y poner el empate.
A
partir del gol de Huracán, nació otro partido. Fueron quince minutos, más unos
exagerados siete de adición, donde el juego fue palo y palo, de un área a otra,
con dos mediocampos que no paraban a nadie y eran zona de paso, pero con un
Globo que claramente desgastado por su trajín, parecía dejar todo en cada pelota.
Lo
tuvo Atlético, pero Marcos Díaz fue elástico y pudo salvar con su pie. En ese
momento estaba algo “averiado”, acalambrado. Al poco rato se lo perdió Nervo,
que claramente en situación de gol, cabeceó por encima del larguero. En la
adición, un desborde genial de Espinoza, de mal partido, pero de quince minutos
finales eléctricos, fue centro y de milagro nomás, Miralles y Chacana no
llegaron al gol. Casi vencido el tiempo, en una carrera de contra de más de
cincuenta metros, los “cuatro pulmones” de Espinoza le ganaron a todos, pero se
nubló al llegar al fondo y no vio la llegada de sus compañeros por el centro
del área en soledad, perdiendo la chance.
Tras
esa última intentona, nace la derrota. Ménendez hizo muy bien la individual y
ganó por la derecha de su ataque a Balbi y al cierre de Mancinelli, tocando al
medio para el ingresado Aliendro, que estaba habilitado por Araujo (nuevamente
él), y completamente solo definió al gol, ante un Díaz sin defensa alguna.
Explosión en Tucumán, mucha pena en todos nosotros, ya que ese gol que nos
dejaba sin nada, apareció cuando menos Huracán lo merecía. Si bien en términos
generales, Atlético siempre pareció un poco mejor, Huracán tuvo sus buenos
momentos, y generó, sobretodo en el final, opciones claras como para no irse de
Tucumán con las manos vacías.
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