martes, 9 de febrero de 2016

Nunca va a ser fácil

La chance concreta de comenzar de buena manera el año se dilapidó. Huracán perdió en su cancha tras mucho tiempo ante un rival que por momentos hizo mejor su trabajo y que fue inteligente para maniatar a un Huracán que jamás encontró los caminos para generar opciones de riesgo claras. Atlético Rafaela, estrenando diez de sus once titulares, venció a un Huracán casi igual al de 2015.




Síntesis


Viernes 5 de febrero de 2016

Primera División – Transición 2016 – Zona B – Fecha 1

Huracán 0 – 1 Atlético Rafaela (Santa Fe)


0-1: 24 1T Mauro Bogado en contra (AR) de cabeza a su propia valla tras un córner de la derecha.

Árbitro: Pablo Lunati (bien)


Amonestados: Fritzler, Risso, Miralles (H) / Orfano, Romero, Montoya (AR)



Huracán: Marcos Díaz; Carlos Araujo, Mario Risso, Federico Mancinelli, Luciano Balbi; Matías Fritzler, Mauro Bogado; Alejandro Romero Gamarra, Daniel Montenegro, Patricio Toranzo; Ramón Ábila. DT: Eduardo Domínguez.

Atlético Rafaela (Santa Fe): Germán Montoya; Matías Catalán, Norberto Paparatto, Víctor López, Nelson Benítez; Gabriel Graciani, Emiliano Romero, Agustín Díaz, Mathias Abero; Esteban Orfano, Federico Anselmo. DT: Jorge Burruchaga.


Cambios: 0 2T Diego Mendoza por Toranzo y Cristian Espinoza por Romero Gamarra (H) / 28 2T Federico Scoppa por Orfano (AR) / 31 2T Ezequiel Miralles por Bogado (H) / 34 2T Ignacio Pusetto por Anselmo (AR) / 46 2T Bruno Uribarri por Abero (AR).

Figura del partido: Agustín Díaz (AR)

Figura de Huracán: Marcos Díaz



Con el estreno de Araujo, el descanso de Espinoza y Risso en lugar de Nervo suspendido, inició Huracán el juego ante Rafaela con la intención de hacerse dueño del mismo y así rápidamente sacarse de encima los fantasmas de los malos momentos de 2015, máximo objetivo para DT y cuerpo técnico.

Manejo del balón, centros al área rival y un cabezazo de Mancinelli que con esfuerzo Montoya saca al córner, eran acciones que parecían presagiar un buen futuro para el Globo en el partido. Pero, lentamente, las acciones se fueron emparejando, y Rafaela, de la mano del ex Talleres de Córdoba, Agustín Díaz, era inteligente para asociarse y cerrarle los caminos a un Huracán que tenía mucho movimiento pero sin “punch” en Toranzo, un Ábila que luchaba ante un par de centrales que le quitaban todo espacio, y no hallaba a Romero Gamarra y Montenegro, muy deslucidos. Así las cosas, el partido se encaminaba a una igualdad, pero el destino se ensañó con Huracán, que solito anotó en su valla la diferencia.

Una malograda jugada de Bogado, a los 24 minutos, le dio la ventaja, a la postre definitiva a los visitantes. Córner de la derecha, dos defensores que saltan apareados a un rival, la pelota que inesperadamente los supera, y que cae sobre el volante quemero, que falto de reacción y sorprendido, cabecea a propia puerta, bien sobre el poste de Díaz, que a pesar de esforzarse no alcanzó a desviar. Rafaela, si opciones de gol propias claras, lograba ponerse al frente.

La segunda mitad de esta etapa, mostró a un Huracán que seguía sin encontrarse, y a un visitante que se prodigaba aún más, y que por momentos tomaba el control táctico de un juego que el Globo comenzaba a sufrir.

En la segunda parte, Huracán lució aún mas desordenado que en la primera. Si la paciencia había sido un importante capital para vencer a Caracas, frente a Rafaela no la utilizó, y además, los cambios del DT no ayudaron. El ingreso de Mendoza y Espinoza, y posteriormente el de Miralles, no hizo más que amontonar gente adelante sin ton ni son. En el revoleo, Rafaela casi se lleva otro gol, a través de Orfano, y no fue así por que en el arco del Globo estaba el cumpleañero Marcos Díaz, encendido.

Pelotazo y centro, la receta de un Huracán, cuya única clara de peligro, vino por una mala salida de Montoya, que pasó de largo en un centro, que cabeceó Risso y que Víctor López salvó sobre la línea. En ese menú, Paparatto y López los centrales se hicieron patrones y se devoraron a Ábila, que en esa etapa no la tocó. Los ingresaron poco pudieron hacer y la pelota fue y vino a pedir del visitante, que se sintió cómodo con el trámite, a pesar del intento de asedio por parte de Huracán.

Así se fue el partido, con un Rafaela que se llevó un premio gigante con casi ningún merecimiento, y un Huracán que dejó pasar su invicto, dejando claro que puede ganar o perder con cualquiera y en cualquier cancha, lo que llena a inquietud al quemero promedio, que no puede avizorar un 2016 tranquilo y sin apremios.


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