En el marco de una fiesta
grande, que se vivió como nunca, se dio un típico partido en el cual te debatís
contra el rival y tus propios nervios. Huracán fue maniatado y el empate fue
justo, en el juego de ida de la final de
la Copa Sudamericana ante Independiente Santa Fe de Colombia, por lo que
todo se definirá en Bogotá, el próximo miércoles. El corazón de todos nosotros,
quema más que nunca.
Partido histórico. Ocasión
única. Huracán en casa por una final del un torneo internacional. El fuego del
recibimiento saltaba del corazón de cada quemero, y la ilusión más grande, se
ponía en marcha, casi sin importar quien estuviera por delante. Pero claro está
que importó, y que el rival, los “cardenales” del Independiente Santa Fe,
jugaron su partido, el que vinieron a buscar y encontraron
Huracán tuvo su mejor versión
en los quince minutos iniciales, cuando la zaga visitante aún no le había
tomado el pulso al partido. El Globo era profundo, llegaba por las bandas, a
través de Espinoza, y tuvo la mejor con una tijera de Ábila que se fue lejos
del arco de Zapata. Pero de a poco, los
rivales ganaron en las divididas, su medio campo se hizo fuerte, y los
circuitos de conexión quemeros en la mitad desaparecieron. Vismara tuvo muchos
problemas, no pudiendo trasladar, Bogado era impreciso, y Toranzo y Montenegro
fueron absorbidos. Allí se dio el mejor tramo de Santa Fe, que llegó en la
mitad de la etapa, con la mejor chance de todo el juego: centro perfecto del
venezolano Seijas a la carrera de la izquierda, cabezazo de Angulo en soledad y
la pelota que se estrella de lleno en el travesaño, dejándonos impávidos y
luego aliviados a todos.
Huracán bajó su intensidad, y
los rivales la subieron, diferencia que claramente se marcó con el devenir de
los minutos. Si bien su dominio no era profundo, Santa Fe tomó el control y
tuvo una chance con un remate lejano de Seijas, que Díaz atrapa en dos tiempos.
La mitad de la cancha perdía siempre, el juego no llegaba a Espinoza y menos a
Ábila, y los centrales Mancinelli y en especial Nervo, comenzaban a mostrarse
dubitativos. No obstante, la última de la primera parte fue de Huracán, con una
media vuelta de Ábila en el área, que se fue un poco alta. La etapa se iba a
pedir del Globo, que necesitaba descanso y una vuelta de tuerca.
Si bien en el segundo tiempo,
se vio una mejora de Huracán, el trámite fue parecido al del primero. Sólo que
Ábila se las ingenió en soledad para crear un par de opciones, molestar a los
zagueros rivales y ser la única esperanza en materia de ataque en el partido.
Eso fue así, ya que antes de los quince, visiblemente maltrecho por la lesión
del partido con River, Espinoza tenía que dejar la cancha. Su reemplazante
Miralles, no dio la talla, nunca fue opción.
Santa Fe tuvo las suyas, con
centros que primero Angulo y luego Morelo no pudieron acertar al arco de Díaz.
Montenegro pudo sacar un remate, que atajó Zapata sin dramas. Pasaban los
minutos, y de a poco, Vismara volvía a hacer pie en el medio, tras una
actuación flojísima, y a Toranzo la pelota dejaba de rebotarle, para poder
hilvanar algún pase mas o menos decente. Así se fue dando opciones, no muy
profundas, pero que algún riesgo llevaron al arco visitante, siempre de la mano
de Ábila. Un remate que salva Zapata y una volea muy desviada, eran las chances
que el cordobés se creaba. También tras un corner, la tuvo Bogado, y su remate
se fue cerca.
Pero si bien se había
mejorado en la fluidez del juego ofensivo, todo lo contrario era en el fondo.
Las dudas de Mancinelli y Nervo se hicieron notorias, y los quemeros empezamos
a sufrir, con las pocas intentonas colombianas. El despliegue físico rival
podía contra un Huracán que ya echaba el resto, y de esa manera se fueron
pasando los minutos, con las energías de uno y las ganas del otro que se
contrarrestaron.
Final con el partido en cero,
festejado por Santa fe como una victoria, pero que a Huracán le deja un sabor
agridulce. Agrio por no haber podido sacar ventaja como local, pero dulce,
porque confirmó que no existe distancia con el rival, y que mejorando
rendimientos individuales, que en este juego no se encontraron, el desafío es
posible, y no cae en el marco de lo imposible.
Claramente se puede vencer a
este rival, tanto en Buenos Aires como en Bogotá, pero sin negociar el amor
propio y la concentración, como fue siempre la bandera de este plantel a lo
largo de esta Copa.
Síntesis
Huracán 0 – 0 Independiente Santa Fe (Colombia)
Huracán: Marcos Díaz; José San Román, Martín
Nervo, Federico Mancinelli, Luciano Balbi; Federico Vismara, Mauro Bogado;
Cristian Espinoza, Patricio Toranzo, Daniel Montenegro; Ramón Ábila. DT:
Eduardo Domínguez.
Independiente Santa Fe (Colombia): Robinson Zapata; Almir Soto, Yerri
Mina, Francisco Meza, Leyvin Balanta; Yeimar Anchico, Baldomero Perlaza, Jeison
Gordillo, Luis Manuel Seijas; Wilson Morelo, Daniel Angulo. DT: Gerardo
Pelusso.
Cambios: 16 2T Ezequiel Miralles por
Espinoza (H) / 28 2T Miguel Borja por Morelo (ISF) / 36 2T David Distéfano por
Montenegro (H) / 39 2T Omar Pérez por Angulo (ISF) / 44 2T Sergio Otálvaro por
Anchico (ISF).
Goles: no hubo
Árbitro: Antonio Arias (regular)
Amonestados: Mancinelli, Vismara (H) / Seijas,
Balanta, Otálvaro (ISF)
Figura del partido: Luis Seijas (ISF)
Figura de Huracán: Ramón Ábila
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