Se
escapó. Se nos fue. La puerta estaba abierta y en el paso final, trastabillamos
y la copa se fue a otras manos. En definición por disparos desde el punto del
penal y tras 210 minutos de (poco) fútbol, Independiente Santa Fe de Colombia
venció a Huracán y ganó la Copa Sudamericana.
Algunos
sintieron tristeza. Más de uno lanzó al aire sus insultos. Muchos terminamos
con amargura. Pero seguramente la mayoría de los quemeros terminamos con un
tremendo orgullo, que si bien no nos llenaba el pecho, nos dejaba la dosis de
gratitud hacia plantel y cuerpo técnico, que termine con algunas dudas del
pasado reciente. El equipo cayó de pie. Dejó bien parado el Globo que llevan en
su casaca.
A
cualquiera de nosotros, que el 1 de noviembre de 2014 le hubieran preguntado si
firmaba como cheque en blanco ser subcampeón de un torneo internacional, luego
de la derrota desgarradora ante Sportivo Belgrano de Córdoba en casa, lo
hubiera hecho. Poco hacía pensar, que siquiera se consiguiera el ascenso. Menos
obtener la Copa Argentina, jugar la Copa Libertadores, ganar la Supercopa
Argentina, y llegar hasta acá, al borde de un sueño impensado, rozando con los
dedos la Copa Sudamericana.
Ante
Independiente Santa Fe en Bogotá fueron ciento veinte minutos de espanto
futbolístico. Un bodrio total, con un equipo local absolutamente superado por
su condición de protagonista, y un Huracán limitado en lo físico a sostener un
orden táctico que no le hiciera pasar zozobras. Con un condimento adicional: un
balón que parecía enjabonado, y que se deslizaba muy rápida por el terreno,
seguramente blando del campín de Bogotá. Si a esto, le sumamos el condimento de
la altura (2600 metros), que condicionaba cada pelotazo a la distancia, el
cóctel era explosivo para el Globo, que casi no pudo manejar la pelota en el
medio, en un partido que, de haberlo podido hacer, le era claramente favorable.
Con
sólo decir, que todas las intervenciones en ataque de Huracán en el partido
fueron, un error / blooper de Robinson Zapata que no pudo capitalizar Ábila en
el primer minuto de juego y un remate lejano de Bogado que se fue cerquita del
primer palo de la valla rival, casi sobre el minuto noventa, pintamos lo que
fue el desarrollo para el Globo. A lo sumo otro remate perdido de Montenegro…
Huracán se resumió en la monumental actuación de Federico Mancinelli, ganando
todo lo que le anduvo cerca; la ubicuidad exacerbada de Federico Vismara,
siempre presente donde se lo necesitaba; la seguridad de Marcos Díaz,
interviniendo en los miles de centros del rival; y el despliegue incansable de
Mauro Bogado. Buena labor también de Balbi, San Román y Nervo. Lamentablemente,
del medio para arriba, en este juego y en el Ducó, las cosas no salieron. Pero
nada se puede reprochar, ya que por ellos hasta allí se había llegado.
De
los locales, como había mencionado, puros centros y nada de juego asociado.
Sólo su luz de esperanza se les encendía a partir que el ex Boca Omar Pérez
tomaba la pelota. Sólo él. Su situación de gol más concreta, fue un cabezazo
que Marcos controló con algún esfuerzo. Nada más.
La
definición por penales, esta vez, nos dejó con las manos vacías. No voy a
recargar las tintas, a esta altura no vale la pena, pero el adelantamiento
totalmente fuera de lugar del arquero Zapata, al detener el primer penal, de
Bogado, debió ser sancionado, y repetido el lanzamiento. El orate del árbitro
brasileño se hizo el bobo. Luego, Díaz casi detiene el disparo de Pérez, y a
partir de eso, todo fue cuesta arriba. Nosotros pateamos mal y ellos bien. Sólo
Mancinelli le acertó al arco. Nervo y Toranzo al travesaño y la historia se
acabó.
Queda
por decir, que ojalá exista la prudencia de mantener la base y reforzar. 2016
será otro año de mucha cantidad de partidos, ya que el primer semestre nos trae
la Copa Libertadores. Varios contratos se vencen, y muchos de ellos de pilares
del plantel. Dios quiera que se actúe con buen tino y criterio práctico, sobre
todo a la hora de sumar incorporaciones, en un plantel cuyo mayor defecto en el
año, resultó el de ser corto, es decir, que pocos de sus integrantes rindieron
en la medida de lo esperado. Ojalá así sea.
Gracias
plantel y cuerpo técnico, por lo hecho en 2015. Nadie hubiera podido
imaginarlo. De mi parte, estamos a mano, las deudas anteriores, quedan saldadas…
Síntesis
Independiente Santa Fe (Colombia) 0 (3) – (1) 0 Huracán
Huracán: Marcos Díaz; José San Román, Martín
Nervo, Federico Mancinelli, Luciano Balbi; Federico Vismara, Mauro Bogado;
Cristian Espinoza, Patricio Toranzo, Daniel Montenegro; Ramón Ábila. DT:
Eduardo Domínguez.
Independiente Santa Fe (Colombia): Robinson Zapata; Yeimar Anchico,
Yerri Mina, Francisco Meza, Leyvin Balanta; Juan Daniel Roa, Baldomero Perlaza,
Jeison Gordillo, Luis Manuel Seijas; Wilson Morelo, Daniel Angulo. DT: Gerardo
Pelusso
Cambios: 0 2T Miguel Borja por Angulo (ISF)
/ 26 2T Omar Pérez por Gordillo (ISF) / 32 2T David Distéfano por Montenegro
(H) / 6 1TS Agustín Torassa por Espinoza (H) / 2 2TS Sergio Otálvaro por
Anchico (ISF) / 14 2TS Carlos Arano por Torassa (H).
Goles: no hubo tras 120 minutos.
Definición por tiros desde el punto del penal: Bogado (H) atajado 0-0 / Pérez (ISF) gol
0-1 / Nervo (H) desviado 0-1 / Seijas (ISF) gol 0-2 / Mancinelli (H) gol 1-2 / Balanta
(ISF) gol 1-3 / Toranzo (H) desviado 1-3
Árbitro: Héber Lopes (mal)
Amonestados: Seijas, Borja (ISF) / Espinoza (H)
Expulsado: 12 2TS Ramón Ábila
Figura
del partido: Federico
Mancinelli
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