¡Cuánto le cuesta cada paso a este
Huracán! La noche del lunes pasado, Huracán pudo vencer sobre el final a
Atlético Rafaela, en un partido en el cual, jugando decididamente mal había
sacado ventaja, para luego dilapidarla y encontrar en el epílogo a un Ramón
Ábila que se inspiró y le dio el triunfo. Tres puntos absolutamente necesarios
y que instan a ir por más.
Un Ducó vacío y triste era el
escenario del juego de la fecha 14 del torneo de primera división, que sin
darnos casi cuenta, ya llegó a su mitad. Y con esa primera mitad desarrollada,
la escasa cosecha de puntos obliga a replantear conceptos, que hasta aquí
habían sido tapados por logros tales como la chance de jugar Libertadores y la
Supercopa Argentina. Huracán en los últimos tiempos se transformó en un equipo
lento y previsible, que no genera opciones y sustenta sus chances en lo que
puede hacer su zaga central y arquero en defensa de su valla. Salta a la vista
de ello, una estadística que es lapidaria: es el equipo que menos ocasiones de
gol generó hasta aquí en el torneo. Esto no debería pasar desapercibido.
Se encontró con un Atlético Rafaela
mediocre, de flojísimo presente y de similar apatía ofensiva, mezclada con
dosis de desconcierto defensivas. De todos modos y en ese panorama, logró
vulnerar dos veces al Globo y equiparar un marcador que le era adverso,
revirtiendo a su favor la situación del partido.
La jugada de Apuzzo de colocar un
volante adicional (Gallegos) al tándem de Vismara y Villarruel no surtió
efecto. Desde el comienzo y durante casi todo su desarrollo, la mitad de la
cancha fue zona de libre tránsito, de paso rápido para ambos equipos. Muy flojo
partido de Villarruel y Gallegos que se ubicaron a cada lado de Vismara y poco
lo asistieron en la tarea de recuperación, perjudicando también a los
marcadores de punta, que se vieron bastante en desventaja, sobretodo Zaragoza,
a quien en ocasiones le ganaban en el dos – uno. En ese marco, se dio un
trámite parejo con mayor posesión de pelota del visitante, pero las chances más
propicias para Huracán.
Dos fueron muy buenas antes de los
treinta: Torassa deja solo a Villarruel que resuelve mal; y en la más clarita,
una gran escapada de Toranzo y un centro atrás para dejar de cara al gol a
Ábila, que no puede conectar y empujar a la red. Rafaela en tanto, no era
profundo, y sus avances finalizaban controlados en general por Nervo y
Domínguez. Y fue este último, sobre los treinta minutos el responsable de poner
en ventaja al Globo. Tras un buen pase de Villarruel, Torassa encara rápido al
área por la izquierda dejando al último rival en el camino, cruzándose con la
salida del arquero Conde que casi sin proponérselo le comete claro penal.
Fuerte y a un palo, con su zurda Eduardo Domínguez selló por esa vía la ventaja
quemara. Esa ventaja casi se estira antes del final, cuando Conde reaccionó
bien ante una definición de Ábila. Así las cosas, el primer tiempo dejó una rara
sensación de justicia en el marcador, más por las chances del Globo que por
dominio de juego.
Con el devenir del segundo tiempo, el
dominio de Rafaela ya era más notorio, pero sus llegadas no lograban
profundidad. Huracán en ese momento, parecía un colador, y sus acciones en
defensa seguían dependiendo de lo que pudieran sostener sus centrales. Sin
embargo, logró aumentar. A los dieciséis minutos, Toranzo ejecuta un tiro libre
desde la izquierda en forma de centro al área, que llega justo al pique en
arremetida de Eduardo Domínguez, que tras la distracción de su marcador llega
por detrás de la última línea rival, y casi sobre la línea del área menor, toca
de zurda de aire para vencer a Conde que no llegó a interceptarlo. Dos a cero y
olor a mucho.
Casi de inmediato, la progresión del
ataque visitante derivó en gol. Y fue cuatro minutos después, que Federico
González recibe la pelota en el ángulo derecho del área grande del Globo, y a
pura gambeta, se deshace de Gallegos, Balbi y Villarruel casi en una baldosa, y
saca un furibundo remate cruzado que deja sin chance a Marcos Díaz, para el
descuento. Tan así continuó la cosa, que Eluchans solo por izquierda manda un
centro pasado que cruza el área completa, que encuentra a Pussetto, que se
había desprendido de la marca de Balbi, y aprovecha para poner el empate.
Baldazo helado para todos (los pocos que estaban en la cancha y los varios más
que lo veíamos por tele). A esa panorama, era difícil empeorarlo, pero se
consiguió poquitos minutos después, cuando Vismara colecciona su segunda
amarilla y se lleva la tarjeta roja por un foul evitable en mitad de la cancha.
Recién allí, Apuzzo intenta un golpe
de timón. Afuera Gallegos, Torassa se retrasa a volantear y adentro Gil
Clarotti para cabecear lo que le tiren, a desmedro que, si la mitad de la
cancha antes era zona libre, ahora lo era aún más. En ese lapso del partido,
cuando se veía más cercano el gol visitante que el nuestro, llegó la maniobra
que definió todo. Faltando cinco minutos, pelotazo de Toranzo que lo ubica a
Ábila picando. El “Negro” logra controlar la pelota, y sobre la línea de fondo,
amaga y deja desairado a Colombo, defensor que lo perseguía. Al salir el arquero
Conde, ya sobre el borde del área chica, le hace un amague largo hacia el
centro, y a la altura del punto penal, saca un pelotazo fuerte y alto, que se
clava en el medio y arriba de la valla de la “crema”, que era cubierto por tres
defensores que volvían rápido en retroceso y nada de nada podían hacer. Golazo
con marca propia de Ábila y la ventaja que llegó cuando nadie lo esperaba, la
que en definitiva sirvió para ganar.
Allí Apuzzo trató de cerrar la cosa
mandando a la cancha a Arano (en su vuelta tras seis meses) y Moreno y
Fabianesi para intentar sostener el embate que se presagiaba del rival, que
finalmente no fue tal, ya que ese tanto del Globo lo afectó y su intensidad
bajó, sin provocar hasta el cierre del partido opciones que fueran de mayor
riesgo.
El triunfo era lo que se necesitaba,
y se logró, pero por cierto, no de la mejor manera. No obstante esto, el equipo
está obligado a más, y dentro de eso, se agrega a la necesidad de puntos, la
obligación de jugar de mejor manera. Poco pero preciso lo de Toranzo; Ábila una
de cal y una de arena, pero fundamental; Domínguez en buena forma, con vos de
mando y además con gol, fueron las claves. Del otro lado, una mitad de la
cancha que hizo agua por todos lados y los laterales defensivos a los que la
tarea se les hizo cuesta arriba. Mucho por mejorar, mucho por hacer.
Síntesis
Huracán 3 – 2 Atlético Rafaela
Huracán: Marcos Díaz; Leonardo Zaragoza,
Martín Nervo, Eduardo Domínguez, Luciano Balbi; Lucas Villarruel, Federico
Vismara, Ezequiel Gallegos; Patricio Toranzo; Agustín Torassa, Ramón Ábila. DT:
Néstor Apuzzo.
Atlético Rafaela: Esteban Conde; Joel Sacks,
Alexis Niz, Germán Ré, Juan Eluchans; Walter Serrano, Adrián Bastía, Osmar
Ferreyra; Guillermo Marino; Rodrigo Depetris, Federico González. DT: Leonardo
Astrada.
Cambios: 18 2T Ignacio Pussetto por Marino (AR) / 35 2T Agustín Gil Clarotti por
Gallegos (H) / 39 2T Ramiro Colombo por Ré (AR) / 42 2T Gabriel Morales por
Ferreyra (AR) / 43 2T Carlos Arano por Toranzo e Iván Moreno y Fabianesi por
Torassa (H).
Goles: 30 1T Eduardo Domínguez (H) de
penal, tras falta de Conde a Torassa / 16 2T Eduardo Domínguez (H) de zurda en
arremetida en el área, tras un tiro libre en forma de centro de Toranzo / 21 2T
Federico González (AR) define cruzado y fuerte de derecha tras gran jugada
individual en el área, eludiendo tres rivales / 25 2T Ignacio Pussetto (AR)
define de derecha en el área en el segundo palo, tras centro desde la izquierda
/ 41 2T Ramón Ábila (H) define fuerte y alto dentro del área con derecha, con
dos defensores en la línea, tras dejar en el camino a un defensa y al arquero
en acción individual tras un pase de Toranzo.
Árbitro: Sergio
Pezzotta (mediocre)
Amonestados: Ábila, Vismara, Torassa, Gil Clarotti (H) / Conde, Serrano (AR)
Expulsado: 27 2T Federico Vismara (H)
Figura del partido: Eduardo Domínguez
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