El próximo partido dará la pauta final. Pero
indudablemente, la victoria de Huracán sobre Cruzeiro, uno de los grandes del
fútbol brasileño, marca uno de los grandes hitos de los 105 años de historia del
club. Con una actuación solvente, casi sin puntos flojos, el Globo desactivó la
peligrosidad del rival y dio un paso muy importante, hacia un objetivo, al que
aún le falta el remate final.
Una alegría que trae ilusión. Ese ese el sentimiento de
la mayoría de los corazones quemeros, que asistieron a una de las mayores
victorias de toda la historia del club. ¿Porque catalogarla así?. En primera
medida, por la categoría del rival, el bicampeón de Brasil, que llegó a La
Quema como uno de los candidatos a ganar el torneo; segundo, porque se trata de
un triunfo en la máxima competencia continental, en la que Huracán tiene su
segunda intervención; y por último, por estar enmarcado en un extraño momento,
en que cuarenta años de desazones y tristezas, tratan de ser olvidados, para
retomar un camino de confianza y serenidad, período iniciado con el logro en la
Copa Argentina.
Del partido en sí, poco puedo yo aportar, ya que una
mezcla de compromisos personales y alguna dosis cabulera, solo pude seguir por
TV unos 30 minutos de juego. En ellos noté un Huracán aplomado, consciente de
lo que enfrentaba y cómo hacerlo; con jugadores tocando picos de máximo
rendimiento, caso Ábila o Vismara, sin puntos bajos. Y con oportunismo y
efectividad, para golpear al rival cuando menos se lo esperaba. Cruzeiro fue
sorprendido, y no supo reaccionar, ya que cuando quiso hacerlo, se encontró con
ese aplomo mencionado, que fue suficiente para detenerlo.
Para completar la crónica, dejó transcripto como
habitualmente lo hago, el análisis claro y casi siempre, coincidente con mi
mirada del juego, de Nicolás Ziccardi para Soy Quemero:
La ilusión não tem fim
Huracán construyó un triunfo inolvidable ante Cruzeiro en
el Palacio Ducó, y depende de sí mismo para estar entre los dieciséis mejores
equipos de América en la Copa Libertadores. El Globo superó con claridad en el
primer tiempo al Bicampeón Brasilero, terminando arriba gracias a dos dianas de
Ramón Ábila. En el complemento la cosa se complicó por el descuento de Damiao,
pero Fede Mancinelli desató la ilusión anotando otro gol importante y dándole
forma al tres a uno final. Inyección anímica para lo que viene.
Partido definitorio para las aspiraciones de Huracán en
su regreso a la Copa Libertadores de América. El Globo recibía en el Tomás Ducó
al duro Cruzeiro, un equipo que con discreto esfuerzo llegaba al Palacio
primero del Grupo 3 y sin haber recibido un solo gol en lo que va de
competencia. Necesitábamos un triunfo que nos permitiera depender de nosotros
mismos para lograr avanzar a octavos de final, mientras que una derrota nos
dejaba automáticamente descalificados.
Y el Globo entendió la obligación de ser protagonista,
por eso desde el arranque aplicó una presión muy interesante en cada sector de
la cancha. El equipo buscaba prolijidad con la pelota, al margen de unos pocos
pelotazos en los primeros segundos, y lograba cortar los circuitos ofensivos de
Cruzeiro con una marca escalonada y de ritmo intenso. El juego estaba más cerca
de Fabio que de Marcos, y pese a pisar el área visitante en un par de
oportunidades recién en el cuarto de hora llegaría la profundidad. Todo arranca
con la proyección de Mancinelli, cuyo centro es despejado por André y
posteriormente Mena la manda lejos; Leandro Damiao recibe de espaldas al arco
pero Federico Vismara se lo come crudo sin infracción, el delantero queda
quejándose en el suelo mientras que Lucas Villarruel completa la recuperación
para luego jugar un excelente pase aéreo a posición de Ramón Ábila. Wanchope,
un puntín adelantado, mata la bola de pecho, elude a Fabio con limpieza y
define de derecha para poner al Globo arriba en el marcador. Locura Quemera, el
Globo tenía que ganar y estaba ganando.
Cruzeiro respondió inmediatamente con un remate de
Arrascaeta que Marcos Díaz tapó en dos tiempos. Wanchope contestaba con una
maniobra individual deluxe, entrando al área y con Fabio negándole la conquista
con las uñas. Enseguida Marcos se lo negaba nuevamente al uruguayo de
Arrascaeta, volando sobre su palo derecho. Diez minutos más tarde de la
apertura del marcador el Globo volvería a encontrar el dulce, cuando Pato
Toranzo saca un buen pase frontal que habilita la subida de Edson Puch. El
chileno limpia con un amago a su compatriota Mena y llega hasta la línea de
fondo para tocar al corazón del área y encontrar al endiablado Ramón Ábila.
Wanchope define de derecha con comodidad, haciendo picar la pelota en el piso
para inflar la red sin contemplaciones. Dos a cero, tan impensado como merecido,
y el delantero que alcanzaba su gol número 27 con nuestra camiseta.
Y créanme Quemeros que la ventaja pudo ser mayor antes
del descanso, primero Martín Nervo cabecea mal en inmejorable posición tras la
pelota parada de Toranzo. Luego otra vez Ábila recibe de Puch para volear la
globa por encima del travesaño. Final y contundente triunfo parcial, el Pueblo
Quemero despidió al equipo con una ovación merecida.
El complemento arrancó con otra perla de Wanchope,
recibiendo el gran pase de Kaku Romero Gamarra y matando la pelota de pecho
para tirar una chilena que Fabio controla con alguna dificultad. El partido
estaba “planchado”, la figura de Federico Vismara se imponía en el mediocampo,
bien complementado por un Villarruel algo errático y con los sacrificados pero
necesarios relevos de Toranzo, Romero Gamarra y Puch.
En dieciséis minutos Cruzeiro se encontraría con un
descuento que no se veía venir en el “trámite” del cotejo. Pelota en nuestra
área, Henrique cabecea con facilidad y la mete a posición de un Leandro Damiao
en perfecto ángulo de shoteo, Eduardo Domínguez llega un segundo tarde y
termina cometiéndole penal. Patricio Polic, de pobre performance, sanciona la
falta existente y el propio Damiao define al medio del arco para meterla lejos
de Marcos y poner las cosas dos a uno.
Los fantasmas parecían aparecer en el Palacio, pero dos
minutos más tardes ocurriría el más bello de los desenlaces. Alejandro Romero
Gamarra se hace cargo de una falta a metros del área grande, generada por
Wanchope. La pelota ingresa al área donde Edson Puch cortina ante la marca de
Willian, esta pica sin dueño para quedar flotando y ser capturada por el
sorpresivo ingreso de Federico Mancinelli, quien de cabeza duerme a todos para
depositarla lejos de Fabio. Tres a uno y las almas que volvían al cuerpo
gracias al Pelado, el del gol a Boca en Copa Argentina, el del gol del empate
parcial ante Atlético Tucumán el día del ascenso.
La conquista de Mancinelli fue un golpe que Cruzeiro no
logró digerir en el resto del partido. Los brasileros atacaron más por inercia
que por convicción, mientras que Huracán seguía generando de la mano de Ábila;
primero un cabezazo desviado, luego con su ingreso en velocidad con amague al
portero y definición que terminó cruzando toda la línea de gol.
El Globo manejó los hilos durante todo el partido y
terminó construyendo un triunfo valioso, justo y motivador. El equipo demostró
estar a la altura de un Cruzeiro que viene de título en título, lo superó con
claridad por momentos y dejó en evidencia que su potencial está por encima de
la media que viene dejando este inicio de calendario cargado de rotaciones.
Se viene un fin de mes bisagra, primero Tigre para
recuperar la confianza en el torneo local. Luego la definición de la Supercopa
Argentina ante River Plate en San Juan. En el medio tendremos la oportunidad
histórica de acceder a octavos de final, cuando el próximo martes enfrentemos,
al ya eliminado Mineros de Guayana en Venezuela. Un triunfo nos clasifica sin
contemplaciones, la derrota nos deja afuera y el empate solo nos clasifica si
Universitarios vence a Cruzeiro en Brasil.
Hoy derrotamos a un Campeón de Libertadores, seguimos
invictos en este torneo y dependemos de nosotros para continuar luchándola. A
disfrutar un par de días, se vienen compromisos fuertes. La ilusión sigue
firme.
Síntesis
Huracán 3 – 1 Cruzeiro (Brasil)
Huracán: Marcos Díaz; Federico Mancinelli, Martín Nervo, Eduardo Domínguez, Luciano
Balbi; Lucas Villarruel, Federico Vismara; Edson Puch, Patricio Toranzo,
Alejandro Romero Gamarra; Ramón Ábila. DT: Néstor Apuzzo.
Cruzeiro (Brasil): Fabio; Mayke, Léo, Paulo André y Eugenio Mena; Willians, Henrique,
Willian Farías, Giorgian de Arrascaeta; Willian, Leandro Damiao. DT: Marcelo
Oliveira
Cambios: 0 2T Gabriel Xavier por Willians (C) / 21 2T David Riascos por Willian
(C) / 26 2T Pará por Mena (C) / 31 2T Agustín Torassa por Puch (H) / 36 2T
Ezequiel Gallegos por Toranzo (H) / 40 2T Iván Moreno y Fabianesi por Romero
Gamarra (H).
Goles: 15 1T Ramón Ábila (H) / 26 2T Ramón Ábila (H) / 16 2T Leandro Damiao (C)
/ 18 2T Federico Mancinelli (H)
Árbitro: Patricio Polic (bien)
Amonestados: Domínguez, Díaz (H) / Paulo André, Willian Farías, Henrique (C)
Figura del partido: Ramón Ábila
No hay comentarios:
Publicar un comentario