Que lejos quedaron esos tiempos,
solo hace cuatro meses atrás, donde el mismo equipo, con casi los mismos
nombres y con el mismo esquema, era solvente y sabía resolver situaciones
críticas. En este juego ante Patronato, no mostró nada de nada, ni siquiera se
le puede achacar falta de definición como hasta hace poco o problemas de
actitud. Nada. Solo se presentó y dejó que el rival haga y lo gane cuando
quisiera. A su vez, y para sumar a la desazón, siempre las decisiones
arbitrales, no están de nuestro lado.
Si Paraná siempre fue esquiva
para Huracán, esta vez no fue la excepción. Con el mismo esquema de siempre,
que ya cansa por su falta de elasticidad y sorpresa, Huracán arrancó como para
ser el protagonista, de hecho, Ábila falla una situación favorable tras buena
cesión de Villarruel. Pero el Globo no llegaba a dominar, mas por desaciertos
propios que por condiciones del rival, que nada hacía a esta altura por el
espectáculo, mas que entrar con dureza sobre los jugadores quemeros que algo
intentaban, como Martínez o Espinoza, por lo cual en Huracán, casi todo
dependía de Villarruel, que tenía que marcar y jugar por los demás.
El primer tiempo transcurría
lánguido, el Globo solo se acercó con un tiro de Espinoza bien bloqueado y una
mediavuelta de Erramuspe, que se pierde en lateral de la red. Muy lentamente,
Patronato despejó su modorra, y en los diez finales de la primera parte, se
acercó a Díaz. Tanto se acercó, que casi sobre el cierre, Mancinelli sale a
cruzar casi sobre la línea de fondo a Caprari, llevando jugador, pelota y todo,
dejando fácil la decisión al árbitro Rapallini, para que marque penal, y desate
la tristeza de todos nosotros. Amarilla por prtotestar a Díaz, y el arquero
Bértoli que ajusticia la valla de Huracán con un fierrazo. El peor final para
la etapa que podíamos esperar.
Para el segundo tiempo, Kudelka
movió el banco, pero a mi humilde entender, lo hizo decididamente mal. Incluir
a Favalli, casi sin rodaje en el torneo, por un Espinoza, que si bien no tenía
uno de sus mejores partidos, es de los más desequilibrante que puede ofrecer
Huracán, fue un error que terminó pagando caro. Lo que si hizo bien, fue sacar
a un Vismara de muy flojo nivel, para que ingrese Milla, que se terminaría
chocando con Ábila en ataque. Complementariamente desprotegió la banda derecha,
la de Mandarino y por la cual llegaron varios de los goles en contra en las
fechas pasadas.
De más está decir que los
cambios nada trajeron, que las ideas eran nulas, que Martínez era controlado y
que Villarruel poco podía sostener. Pocos minutos después, el DT hace ingresar
a Toranzo por Mandarino, buscando las ideas perdidas, pero desarmando lo poco
que tenía de táctica. Con tres atrás, un rato después llegó una jugada que
marcó el destino definitivo del juego. Sobre los 20 minutos, el volante Brun le
gana la banda a Arano, y sin defensor que cierre, Marcos Díaz sale a tratar de
cortar fuera del área con mucha enjundia, tanta que levanta por el aire al
contrario, para que el referí sancione la falta, lo amoneste nuevamente, y por
sumatoria, lo expulse de la cancha. Con protesta y todo, el arquero se va, y
con veinticinco minutos por delante y sin cambios, ya que Kudelka los había
agotado, el Globo debía improvisar arquero. Se le hizo sencillo a Rapallini
expulsar al arquero de Huracán, mientras se hacía el tonto con las faltas
violentas de Patronato.
Cristian Milla con el buzo a
ocupar el arco. Pero cosa extraña, a partir de eso Patronato casi no atacó, mas
que con un remate lejano que Milla controló bien en lo alto. Fue el tiempo de
Huracán, que se arrimó al arco local, pero no mantenía el ritmo ni era
profundo. Pasaban los minutos y nada, por lo que a los 35 minutos Kudelka decidió que Milla deje el arco y
vaya bien arriba buscando el gol del empate, y que Villarruel vaya al arco. La
manta corta que te tapa el cuerpo y destapa los pies. Porque allí Huracán se
apagó y casi Milla empata, con un remate que Canuto casi mete en contra.
Pero para decorar y cerrar el
trámite, faltaba que se cumpla, como siempre con nosotros, la ley del ex.
Arraya que había ingresado unos minutos antes, a cinco del final, define al gol
una de las pocas contras locales, ante la salida de Villarruel que nada pudo
hacer. Dos a cero y caso cerrado.
Otra derrota dolorosa mas, que
se encadena como un rosario de desesperanza. Se acerca el final del torneo, y
el objetivo obligatorio que parecía simple, se escurre en nuestros propios
dedos. El equipo es tibio, salvo unos pocos, no siente los partidos y no
demuestra al menos el amor propio. Parece un equipo que no tiene corazón.
Síntesis
Patronato (Paraná - ER)
2 - 0 Huracán
Patronato (Paraná - ER): Sebastian
Bertoli; Lautaro Germiniani, Walter Andrade, Ignacio Bogino, Diego Martinez;
Roberto Brum, Marcelo Guzman, Damian Canuto; Sebastian Grazzini, Esteban Orfano;
Gastón Caprari. DT: Marcelo Fuentes.
Huracán: Marcos
Díaz; Germán Mandarino, Federico Mancinelli, Rodrigo Erramuspe, Carlos Arano;
Federico Vismara, Lucas Villarruel, Ezequiel Gallegos; Cristian Espinoza, Ramón
Ábila, Gonzalo Martinez. DT:
Frank Kudelka.
Cambios:
0 2T Cristian Milla por Espinoza y Lucas Favalli por Vismara (H) / 10
2T Juan Arraya por Grazzini (P) / 15 2T Patricio Toranzo por Mandarino (H) / 29
2T Lucas Márquez por Guzmán (P) / 39 2T Matías Quiroga por Caprari (P).
Goles: 44 1T Sebastián Bértoli (P) de penal, por falta de
Mancinelli a Caprari / 42 2T Juan Arraya (P) define una contra tras un centro,
ante la salida de Villarruel.
Árbitro: Fernando Rapallini (mal)
Amonestados: Caprari,
Geminiani, Brun (P) / Martínez, Díaz (H)
Expulsado: 20 2T
Marcos Díaz (H)
Incidencias: ante la
expulsión de Díaz, Huracán había realizado todos sus cambios, por lo que
Cristian Milla ocupó el arco. A los 35 2T, lo reemplazó Lucas Villarruel, hasta
el final del juego.
Figura del partido: Roberto Brun (P)