HURACÁN
CAMPEÓN. La versión 2013 / 2014
de la Copa Argentina, aquella de los 261 equipos participantes, tiene un solo
ganador y es Huracán. Y Huracán somos nosotros, aquellos que lloramos con cada
robo y decepción que sufrimos, y aquel que ríe ante cada atisbo de alegría. ¡A
festejar Quemero!
No digo ninguna novedad,
si les cuento que tras la atajada de Marcos Díaz ante Encina, inmediatamente me
puse a llorar. No es novedad porque a muchos de los Quemeros les pasó
seguramente los mismo. El llanto sacaba a flor de piel tanto sufrimiento
acumulado, tristezas y “saqueos” recibidos, tanta alegría contenida. Pero si
resulta distinto, cuando te pasa a más de 1300 km de tu casa y a 2000 km del
sitio de tu atención, en el cual estaba tu corazón. Loco encontrarte en el
lobby de un hotel, a las doce de la noche, en un destino turístico de otro
país, llorando como tonto y lanzando un quejido desesperado de campeón, que
tronó en la inmensidad de las Cataratas. Encima, ¡sin ver el juego y solo poder
enganchar una radio rosarina por la débil señal de internet!
Y eso que soy plenamente
conciente, que siempre expresé que la Copa Argentina no era el objetivo
principal, y así lo sigo sintiendo. El ascenso es la meta, es la verdadera
razón, pero este título, este campeonato obtenido tras cuarenta y un años, es
una hermosa caricia para el alma, esa alma tan maltratada de todo quemero.
Para hablar del partido,
y mas que nunca por que no lo pude ver, está mi amigo Nicolás Ziccardi que
escribió lo siguiente para Soy Quemero:
Y verte campeón
¡Huracán campeón! El Globo venció por penales a Rosario Central
y en la nunca más esquiva San Juan se consagró ganador de la Copa Argentina
2013/2014. Historia en estado puro, dos generaciones que nos damos el lujo de
gritar campeón por primera vez en nuestras vidas. Durante los noventa minutos
hubo un cero a cero de dientes apretados, donde terminamos siendo mejores. En
los doce pasos destacaron los más grandes, pero el héroe de las dramáticas catorce
ejecuciones volvió a ser San Marcos Díaz.
Con dos goles de Leandro Caruso el Globo lo empató sobre el
final y forzó penales ante Crucero del Norte en Sarandí. Gastón Monzón le
atajaba el quinto penal a Cabrera y accedíamos a 16avos. Allí nos esperaba el
Boca Juniors de Carlos Bianchi, en San Juan, pero los goles de Federico
Mancinelli y Ramón Ábila nos llenaban de ilusión para enfrentar a Banfield en
el Diego Armando Maradona. Y pese a que la organización cambió el día y
escenario del juego a menos de veinticuatro horas de disputarse, superamos la
adversidad y dos goles de Pity Martínez nos metieron en otra tanda de penales
tras actuar casi media hora con uno menos. Marcos Díaz fue héroe tras atajarle
los remates a Santiago Salcedo, Walter Erviti y Juan Cazares. En octavos otra
prueba brava, pero otro gol de Wanchope Ábila daría lugar a una nueva
inmaculada actuación de Díaz en los penales. Esa noche en Formosa Marcos atajó
shoteos de Leonardo Jara, Guido Carrillo y Diego Vera.
Semifinales en la hermosa Formosa y quizás el partido que más
tranquilo transitó el Globo en su camino a la final, claro dos a cero a
Atlético Rafaela con dianas de Germán Mandarino y Ramón Ábila. Frank Darío
Kudelka entrenó tácticamente al equipo hasta el cruce con Estudiantes.
Y así fue como llegamos al estadio Bicentenario de San Juan, que se vestía de gala para recibir la Final de la Copa
Argentina 2013/2014. El Huracán dirigido por Néstor Apuzzo salía, de rojo, al
campo de juego en busca de cortar la racha de 41 años sin un título con Marcos
Díaz, Federico Mancinelli, Rodrigo Erramuspe, Eduardo Domínguez, Carlos Arano,
Lucas Villarruel, Federico Vismara, Patricio Toranzo, Gonzalo Martínez,
Cristian Espinoza y Ramón Ábila. Enfrente Rosario Central, que llegaba luego de
golear cinco a cero en semifinales a Argentinos Juniors.
Los primeros minutos mostraron a un Central decidido y a un Quemero
nervioso, sin embargo rápidamente las
acciones de equipararon e incluso fue Huracán quien tuvo mayor presencia en el
área rival con cuatro pelotas paradas con destino al jardín de Mauricio
Caranta. Las situaciones de gol brillaron por su ausencia en una etapa inicial
que se jugó cuidadosamente, con pelotas seguras, y las destacadas actuaciones
de Federico Vismara, en quite y circulación dentro del mediocampo, Eduardo
Domínguez y Rodrigo Erramuspe. En ataque lo del Globo era muy pobre y todo
terminaba con balones para que Ramón Ábila aguante, siempre de espaldas al arco
Canalla. Lo más destacado del equipo en plano ofensivo fue un buen pase de Toranzo
que encontró a Cristian Espinoza en posición de wing para buscar un centro al
corazón del área que Lucas Villarruel dominó pero no logró darle destino de
arco tras el buen cruce de Donatti. Final y discreto cero a cero.
El complemento arrancó con la misma dinámica que el primer tiempo, Central amagó a apretar pero rápidamente Huracán ganaba la
batalla táctica e equiparaba las fuerzas. El equipo comenzó a encontrar mayores
espacios del medio hacia adelante, pero la poca precisión hacía que tanto Toranzo
como Pity llegaran bien perfilados para terminar en nada los avances. Aun así
el Globo lo tuvo de pelota parada, Caranta pifia en la salida y Rodrigo
Erramuspe no atina a darle potencia cuando la pelota se le viene encima a
metros de la línea de gol. Alcanzando la media hora llegaría la situación más
peligrosa que tuvo la final, cuando en un momento de inspiración Patricio
Toranzo habilitó la carrera de un Ramón Ábila que ingresando al área limpia con
un buen amague la marca de Gómez Andrade y define de zurda en diagonal al arco
para que Mauricio Caranta se luzca bajo los tres palos. Era el gol de la copa,
en la mejor maniobra individual de Wanchope, pero habría que esperar.
Central tuvo un intento de
apabullamiento contra Marcos Díaz que terminó rápidamente con las buenas
intervenciones de los centrales Quemeros, más la concentración de Arano y
Mancinelli además de la gran jornada de Federico Vismara. Alejandro Gallegos
entró desde el banco y aportó solidez mientras que sin Mandarino en el banco
Apuzzo sacaba del freezer a un Agustín Torassa que relevó, de buena manera, al
extenuado Espinoza. Otro balón aéreo dejó al Globo cerca, cuando en segunda
jugada Carlos Arano encuentra en el palo opuesto el ingreso de palomita de
Eduardo Domínguez, pero la pelota se iba apenas afuera. La última situación de
riesgo del match también fue nuestra, un buen desborde de Torassa y Ramón Ábila
que anticipa a todos pero define desviado. Cinco minutos en cancha de Alejandro
Romero Gamarra no pudieron torcer la historia y ambos equipos miraban con
cierta tranquilidad como finalizaba con empate en cero el tiempo regular
decretando que la Copa Argentina se definiría
por penales.
Allí fue todo cuesta arriba, porque
Mauricio Caranta le atajó bien el penal a Pity y Fernando Barrientos ponía a su
equipo arriba. Eduardo Domínguez no perdonó y con un potente zurdazo puso las
cosas iguales, Rafael Delgado mantuvo la ventaja Canalla pese a que Marcos Díaz
adivinó el palo y saltó por encima de la pelota. Ramón Ábila paralizó los
corazones Quemeros, Wanchope dudó sobre la marcha y abrió demasiado el píe para
tirar el balón por encima del ángulo superior izquierdo de Caranta. El punto de
quiebre llegaría a continuación, cuando el experimentado Paulo Ferrari esquina
demasiado su derechazo y evita que su equipo saque dos de ventaja. Todo lo
contrario hizo Rodrigo Erramuspe, quien reluciendo su chapa de experto definió
con mucha precisión para cruzar el balón y volver a empatar las acciones, con
una ejecución más. ¿Quién nivelaría todo? El enorme San Marcos Díaz, quien
volando sobre su izquierda estira toda su humanidad y con mano derecha le niega
el gol a Mauricio Caranta. Agustín Torassa se hizo cargo con mucha tranquilidad
del último penal de la serie y dejó al Globo son su primer match point,
depositando la globa con cara interna en el palo derecho. Sebastián Washington
Abreu hizo lo propio para dar inicio a la serie de uno.
Carlos Arano y su experiencia para dejar al Globo en ventaja, con un zurdazo que se metió bien lejos de la volada de Caranta, mientras que el joven Correa no dudó y clavó el cuatro a cuatro. Federico Mancinelli eligió el mismo palo que el arquero rival, pero su derechazo fue mucho más veloz y certero, cinco a cuatro ganaba el Quemero. Hernán Encina y la pelota, pero la imagen que jamás nos cansaremos de ver es la de Marcos Díaz dando un paso sobre su derecha para que el guante izquierdo (Cargado con la energía de todos, en San Juan, en Patricios; la energía de esos que te siguen desde arriba) se transforme en muralla y Huracán grite Campeón después de 41 años.
Carlos Arano y su experiencia para dejar al Globo en ventaja, con un zurdazo que se metió bien lejos de la volada de Caranta, mientras que el joven Correa no dudó y clavó el cuatro a cuatro. Federico Mancinelli eligió el mismo palo que el arquero rival, pero su derechazo fue mucho más veloz y certero, cinco a cuatro ganaba el Quemero. Hernán Encina y la pelota, pero la imagen que jamás nos cansaremos de ver es la de Marcos Díaz dando un paso sobre su derecha para que el guante izquierdo (Cargado con la energía de todos, en San Juan, en Patricios; la energía de esos que te siguen desde arriba) se transforme en muralla y Huracán grite Campeón después de 41 años.
Delirio en cada corazón Quemero, historia en estado puro. Los
grandes reviviendo momentos de gloria, los más jóvenes sintiendo de cerca la
emoción y el orgullo de ver al Globo triunfar de forma inobjetable. Huracán
hizo una gran Copa Argentina y terminó ganándola con total justicia. Una nueva
estrella en nuestro cielo y el derecho a ingresar a la primera fase de la Copa
Libertadores de América, como no sucedía desde 1974. También quedamos
habilitados para disputar la Recopa Argentina ante River Plate, por otro
título, y la clasificación a la Copa Sudamericana 2015.
Pero amén a lo inolvidable que resuelta este logro, imposible es
desviarnos del objetivo principal del semestre. En un Nacional B que otorga
muchísimas oportunidades, Huracán se encuentra sin margen de error a dos fechas
del final. Se viene el partido más importante del año, contra All Boys en
Floresta. En caso de ganar, la suerte estará en nuestras manos ante
Independiente Rivadavia en el Ducó.
Esta marca que significó ganar la Copa Argentina quedará para
siempre grabada en el alma de todos los Quemeros. Pero ahora debemos defender
el pasado y honrar el presente, volviendo a primera.
Eso sí, festejemos. Todos ustedes saben cuánto necesitábamos (y
merecíamos) algo así.
Síntesis
Rosario Central 0 (4) - (5) 0 Huracán
Rosario Central 0 (4) - (5) 0 Huracán
Rosario Central: Mauricio Caranta; Paulo Ferrari, Alejandro Donatti,
Yeimar Gomez Andrade, Rafael Delgado; Hernán Encina, Damián Musto, Fernando
Barrientos, Pablo Bécker; Franco Niell, José Valencia. DT: Miguel Ángel Russo.
Huracán: Marcos Díaz; Federico Mancinelli, Rodrigo
Erramuspe, Eduardo Domínguez, Carlos Arano; Federico Vismara, Lucas Villarruel,
Patricio Toranzo; Cristian Espinoza, Ramón Ábila, Gonzalo Martínez. DT:
Néstor Apuzzo.
Cambios: 0 2T Antonio Medina por Bécker (RC) / 23 2T Sebastián
Abreu por Valencia (RC) / 28 2T Ezequiel Gallegos por Villarruel (H) / 32 2T Agustín
Torassa por Espinoza (H) / 37 2T javier Correa por Niell (RC) / 40 2T Alejandro
Romero Gamarra por Toranzo (H).
Goles: no hubo
Penales: Martínez (H) atajado 0-0 / Barrientos (RC) gol 0-1 / Domínguez (H) gol 1-1 / Delgado (RC) gol 1-2 / Ábila (H) desviado 1-2 / Ferrari (RC) desviado 1-2 / Erramuspe (H) gol 2-2 / Caranta (RC) atajado 2-2 / Torassa (H) gol 3-2 / Abreu (RC) gol 3-3 / Arano (H) gol 4-3 / Correa (RC) gol 4-4 / Mancinelli (H) gol 5-4 / Encina (RC) atajado 5-4
Árbitro: Mauro Vigliano (bien)
Amonestado: Mancinelli (H).
Figura del partido: Marcos Díaz (H)
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