Que difícil, luego de la derrota
de Huracán ante Crucero del Norte, es resistirse a la crítica despiadada,
descarnada. Si bien en más del 80% del juego la tenencia de la pelota fue
quemera, nunca supo que hacer con ella... Si a eso se suman los errores
defensivos que cuestan goles, y una desubicación generalizada en el medio
campo, que permitía el pase libre del rival, todo sumado a un nivel individual
muy bajo, no queda otra que dejarlo plasmado y criticar, esperando que sirva
para levantar. Si el empate del juego anterior había dejado sabor a poco, esta
vez la derrota fue agria para el paladar de todos los quemeros.
Si bien Huracán salió como en la
mayoría de los juegos a tomar la posesión del balón y hacerlo circular, se
encontró con un rival replegado y atento, que aprovechó cada indecisión para
tomar la lanza de la contraofensiva. En una primera instancia, avisó con un mal
cabezazo de Mancinelli a la salida de un corner cuando estaba solo. Pero en uno
de los avances del rival, a los 20 minutos, un pésimo rechazo de Domínguez
encontró desatento a Erramuspe, pero muy despierto a Nicolás Martínez Ramos,
que controló por el centro, llevó unos pasos la pelota, se perfiló y antes de
pisar el área, sacó un fuerte remate, que se clavó a media altura en el segundo
palo de un Marinelli, lento de respuesta. Sorpresa en la gente, y en el DT
Kudelka, que con visible enojo, miraba desde el costado.
La tónica del partido siguió
siendo la misma. Salvo que el control de pelota de Huracán, siempre terminaba
de forma inocua, ya sea con un remate lejano y desviado o pelotazos largos,
para el incansable Cristian Espinoza. Pero era el chico, el único que daba
profundidad al equipo, ya que en un rato generó con dos desbordes, sendos
buenos centros para un Milla que siempre estuvo fuera de sintonía. En ese
lapso, el pibe también tuvo la mejor del Globo, cuando en una entrada al área,
esta vez en diagonal, amaga corto a su marcador, y sacude la bola de derecha,
pasando su remate apenas rozando el travesaño de un Germán Caffa, quye aunque
atento, nada podía hacer.
Si Huracán iba y no podía
concretar, siendo tibio dentro del área, todo lo contrario pasaba con Crucero.
En el minuto 35, centro largo en un tiro libre desde la derecha, con malos desplazamientos
de la defensa, y Marinelli que tiene que salir en su área chica a controlar.
Pero la pelota se escurre entre sus brazos, queda picando en el área chica, y
Domínguez ensaya un rechazo lateral, que queda corto, a merced de Martínez
Ramos, que rápidamente, vuelve a poner la redonda en el medio del área con un
centro llovido, para que Ávalos, pisando la línea del área chica en el centro,
le gane en el salto a Mancinelli y conecte arriba para colocar la pelota de
pique en el segundo palo, ante la falta de coordinación del propio Marinelli y
Erramuspe, clavados en la línea de gol. Desconcierto general. Huracán pagaba
demasiado caro dos “terribles siestas” defensivas y quedaba en seria
desventaja.
De allí al final de la etapa (en
realidad hasta el final del partido), el Globo aumentó su desorden y confusión
a la hora de buscar el descuento. Solo un remate de Villarruel (que comenzaba a
despertar en su accionar), hizo revolcar al arquero rival. Para la segunda
parte, se venía venir el cambio de nombres y esquema. Adentro Borghello
(¿porqué Ábila no estuvo siquiera como suplente?) por un defensor (justo el
mejorcito del desastre general, Arano) y a seguir atacando confundidos. Pero
fue Borghello mismo, quien en contados minutos, al menos hizo trabajar a la
defensa rival, conectando dos o tres balones aéreos o siendo referencia en los
centros cruzados. Mas que Milla en cuarenta y cinco minutos.
Un remate lejano de Gonzalo
Martínez, rebota en un defensor y sale muy cerquita del segundo palo de Caffa.
A todo esto, Crucero se encontraba con grandes espacios para desplegar la
contra, y si bien no llegó a concretar, le arrimó bastante riesgo a las narices
de un muy inseguro Marinelli. Con Milla afuera, Kudelka optó por Torassa, que
bien abierto nunca llevó peligro y Huracán fue más confusión, al sacar de su
sector a Espinoza, que era quien mas había molestado a la defensa rival por su
banda. Luego entró Favalli, por un averiado Villarruel y nada cambió, es más,
las llegadas se fueron espaciando y sobre el final del juego, ya ni peligro se
arrimaba al área rival.
Final del juego y derrota
dolorosa, sin excusas y bien perdido ante un rival que defendió de manera
correcta y que aprovechó perfectamente los obsequios que le facilitó el propio
Huracán. Lamentablemente, se termina de confirmar que el mal momento no es
ocasional, sino que se ha hecho carne en el plantel que no puede retomar el
estilo y la actitud de hace unos pocos meses atrás.
Síntesis
Huracán 0 - 2 Crucero del Norte (Misiones)
Huracán: Gonzalo
Marinelli; Rodrigo
Erramuspe, Federico Mancinelli, Eduardo
Domínguez y Carlos
Arano; Federico Vismara, Lucas Villaruel, Patricio Toranzo, Gonzalo Martinez; Cristian Espinoza y
Cristian Milla. DT: Frank Kudelka
Crucero del Norte (Misiones): Germán
Caffa; Alejandro Pérez, Julio Barraza, Federico Rosso, Nicolás Dematei; Miguel
Nievas Escobar, Nicolás Olmedo, Lucas Caballero; Nicolás Martínez, Ariel
Cólzera y Gabriel Avalos. DT:
Gabriel Schurrer.
Cambios:
0 2T Iván Borghello por Arano / 19 2T Agustín Torassa por Milla / 26
2T Lucas Favalli por Villarruel / 32 2T Marcelo Lamas por Caballero / 35 2T
Tobías Figueroa por Ávalos / 43 2T Dardo Romero por Cólzera.
Goles: 22 1T Nicolás Martínez Ramos (CN) con gran remate
desde fuera del área, tras recibir un mal despeje de Domínguez / 35 2T Gabriel
Ávalos (CN) de cabeza de pique al piso en el área chica, tras centro en segunda
jugada, tras error de Marinelli y Domínguez.
Árbitro: Mariano
González (muy bien)
Amonestados: Vismara
(H) / Caballero, Ávalos (CN)
Figura del partido: Nicolás Martínez Ramos (CN)
Figura de Huracán: Cristian Espinoza
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