El final
le dio un tinte de mini “epopeya”. Con todo lo que le cuesta a Huracán,
siquiera convertir un gol fuera de Buenos Aires, el tanto de tiro libre del
capitán en la última jugada del partido ante Independiente Rivadavia, significó
más que tres puntos. Sobretodo desde lo anímico, y para entusiasmar a todos
aquellos que miran la tabla de ese “mini torneo” por el tercer ascenso. Por el
momento y en mi humilde modo de ver, es un gran espaldarazo, para seguir
sumando en estos siete partidos que restan. Solo eso. Del partido: triunfo del
Globo, en un match en que se repartieron el control del juego, un tiempo para
cada uno, y en el que Huracán encontró su ventaja en el peor momento y luego,
se paró de contra, esperando su chance.
Desde el
comienzo del partido, fue Huracán el que plantó bandera, tomando el control y
la iniciativa. Ya se insinuaba el dominio, tras una buena pelota que Toranzo
pasa a Martínez, éste desborda, lanza el centro, y Ayala se anticipa y ataja cuando
Ábila se relamía para convertir. No obstante, el local se las ingeniaba para
que Gamba le ganase la espalda a Arano, y originara dos avances peligrosos, en
los que Marcos Díaz debió actuar. Pero el dominio se asentó, cuando empezaron a
caer las situaciones para el Globo. Se hizo importante Gonzalo Martínez, como
eje de los avances, y con Espinoza que llevaba peligro por su banda, aparecían
las chances. Un centro de éste, derivó en un remate alto de Martínez y después
de un corner, un cabezazo de Mandarino, encontró de forma providencial las
manos de Ayala.
Si bien
el ritmo de juego se relajó con el correr de los minutos, y que los mendocinos
intentaban emparejar, seguía siendo Huracán el que intentaba, y así lo fue en
toda la primera etapa. Así llegó una de las más claras, cuando Ábila le aguantó
la pelota a Toranzo, y este sacó un remate bombeado, que obligó a Ayala a
realizar un esfuerzo gigante al tocar la bola para que rebote en el travesaño.
Al rato Ábila se mete entre un par de rivales y su remate lo tapa Ayala, que ya
era figura. En ese momento, una bomba de estruendo cayó desde la parcialidad
local y lo dejó aturdido por un rato a Marcos Díaz, que unos minutos después se
recuperó para que el match continúe. Al reanudar, el Globo tuvo más, con un
Ábila muy movedizo y peligroso, pero que no pudo con el arquero Ayala de buena
primera parte. A su vez, el local llegó a través de su jugador mas peligroso,
Gamba, que tenía a mal traer a los laterales de Huracán. En síntesis, el primer
tiempo se fue, con la sensación que el Globo hizo lo suficiente para poderse
haber ido en ventaja.
La
segunda parte, comenzó distinto. Ya se notó que Independiente era quien llevaba
adelante las acciones y se notaba a un Huracán un tanto menos decidido. Se hizo
más frecuente la intervención de Díaz ante los ataques rivales, que llegaban
pronto, porque el mediocampo no lograba mantener el dominio del balón. Pero en
ese peor momento, fue cuando el Globo logró tomar la ventaja. A los 18 minutos,
Gonzalo Martínez por la derecha encara en diagonal con vistas al área rival. Se
ve encerrado y pasa hacia atrás a la otra banda, a Arano que venía en carrera.
Éste recibe, avanza unos metros, y diez antes de entrar al área, sacude un
remate, que de no ser por un rebote se hubiera ido desviado. Pero en el borde
del área, estaba Héctor Cardozo, que intentó rechazar el tiro, con mala
fortuna, porque la pelota se fue hacia el arco, al extremo opuesto donde la
esperaba Ayala, para convertirse en gol. Uno a cero, que si bien era justo en
general, poco tenía que ver con el desarrollo de lo que era el juego en esos
momentos.
Así
Huracán logró salir del compromiso que le generaba el rival, pero diez minutos
después, se complicaba solo. Llegó un centro al área, Mandarino falla el
cabezazo, recibe Gutiérrez, que controla y quiere avanzar con pelota dominada,
pero se encuentra con el brazo de Mandarino que se interpone, cuando este se
estaba cayendo. Sin dudar, e interpretando que Mandarino tuvo la intención de
tocar el balón con el brazo, el árbitro Baliño dio penal, que Ezequiel Pérez
con mucha categoría convirtió en el gol del empate. En mi opinión, loa jugada
de Mandarino es imprudente y comete penal. Pero las dudas nos carcomen con la
actuación del referí, porque unos minutos después, poco antes de los 40,
Caruso, que había ingresado por un inexpresivo Toranzo, remata y la pelota le
pega al zaguero Agüero, en la misma forma que a Mandarino en sus dos brazos.
Baliño nada cobró, y el equipo, el cuerpo técnico y todos los que estábamos
mirando nos enloquecimos. A dos situaciones similares, las midió con distinta
vara. Al menos curioso..., por decir algo.
En los
últimos minutos, Huracán intentaba, ya sin ideas y con pura voluntad, pero poco
hacía; mientras el rival, se abroquelaba bien atrás. Ya con Villafañez y
Defederico en cancha, Kudelka trataba de revolucionar, aunque tarde, su ataque.
Cuando el tiempo adicional se consumía, en el minuto 47 y medio, uno antes del
final, le cometen un tonto foul a Caruso, que de espaldas al arco en la calle
central y a 30 metros poco podía hacer. Ese tiro libre era lo último del juego,
y hacia allá fue decidido Eduardo Domínguez, sacando a todos y haciéndose
cargo. La barrera a buena distancia y Domínguez de zurda, le mete el chanfle y
la fuerza justa, para que la pelota se clave a media altura, bien pegada al
palo de la mano derecha de Ayala, bien lejos de donde estaba el arquero, que se
esforzó y no llegó. Gol, locura, delirio en el banco y en toda la quema. Hace
mucho que no se ganaba un partido así, en la última jugada.
Se ganó
de forma impensada. El partido moría en empate, y el pie zurdo de Domínguez,
que se redimió de muchas penas pasadas, la colgó en el arco contrario, y el
festejo se extendió, en todos, en aquellos que se ilusionan en siete fechas con
un ascenso, y en los que como yo, todavía pedimos sumar y solo seguir pensando
en lo que hace o deja de hacer Huracán. Para todos, en definitiva, una linda
alegría.
Síntesis
Independiente
Rivadavia (Mendoza) 1 - 2 Huracán
Independiente
Rivadavia (Mendoza): Josué Ayala; Ariel Agüero, Leandro Caballero y Lucas
Parisi; Federico Guerra, Héctor Cardozo, Emiliano Fernández y Diego Tonetto;
Ezequiel Pérez; Lucas Gamba y Leonardo Carboni. DT:
Roberto Trotta.
Huracán:
Marcos Díaz; Germán Mandarino, Federico Mancinelli, Federico Domínguez y Carlos
Arano; Lucas Villarruel, Alejandro Capurro, Patricio Toranzo y Gonzalo
Martinez; Ramón Ábila y Cristian Espinoza. DT: Frank Kudelka
Cambios:
22 2T Rodrigo Gutiérrez por Cardozo (IR) / 30 2T Diego Cardozo por Tonetto (IR)
/ 33 2T Leandro Caruso por Toranzo (H) / 40 2T Javier Rossi por Pérez (IR) / 42
2T Lucas Villafañez por Espinoza y Matías Defederico por Martínez (H)
Goles:
18 2T Héctor Cardozo en contra (H). Arano remata desde 30 metros por calle
central y rebota en el defensor, descolocando al arquero Ayala / 29 2T Pérez
(IR) de penal, sancionado por mano de Mandarino / 48 2T Domínguez (H) de tiro
libre, desde 30 metros con zurda por calle central, a palo de la mano derecha
de Ayala.
Árbitro:
Jorge Baliño (muy mal)
Amonestados:
Guerra, Caballero (IR) / Mancinelli, Villarruel, Toranzo, Mandarino (H)
Figura
del partido: Gonzalo Martínez
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