martes, 10 de abril de 2012

Un vaso que se ve casi vacío

Después de un comienzo alentador, Huracán cedió sus intenciones y se volvió a quedar en un empate ante un rival apático e intrascendente. Otra vez más, un grave error de Lucas Calviño permitió un gol al equipo rival.


Leiva en la lucha con un rival. Partido muy flojo de Huracán ante un contrario que propuso poco.



Luego de 13 días sin ver acción, era un buen plan para el simpatizante quemero promedio, pasar una luminosa y cálida tarde de Viernes Santo en el Tomás Ducó, a pesar de las últimas actuaciones que generó su equipo. Parecía que ese “buen plan” se concretaba, con los primeros minutos de un Huracán dominador, pero luego, el ímpetu decayó, y con el correr del juego y dado más a errores propios que aciertos ajenos, otro tren se dejó pasar, para sumar impotencia e insultos a la mochila del plantel.

Para este partido, Apuzzo modificó nuevamente su esquema táctico. Si bien había practicado con tres delanteros incluyendo a Mauro Milano en lugar de Yacuzzi y manteniendo línea de tres defensores, sobre la hora del juego modificó su intención primaria, y dada una lesión de Hernán González, éste fue quien salió del equipo, manteniendo a Yacuzzi en los once iniciales. De esta manera pasó del 3-4-1-2 del partido anterior a un 4-3-3, en el que dos de los puntas jugaron bien abiertos, a modo de los antiguos wines. Milano por izquierda y de forma sorpresiva Cámpora por derecha, tenían esa tarea.

Como mencioné, los primeros mostraron un Globo muy superior a Ferro, a partir de la movilidad de sus tres delanteros, un buen acompañamiento de Battaglia y arranques de Yacuzzi en tándem con Milano por izquierda. Esto pronto se transformó en ventaja. Pase de Cámpora a Battaglia que por derecha llegó al fondo y ejecutó un muy buen centro, al cual Villegas por muy poco no conectó, pero si Milano, que por el segundo palo se anticipó a dos marcadores de Ferro. 9 minutos, ventaja de un gol y dominio del juego para completar un panorama que “pintaba” positivo. Los 15 minutos posteriores fueron todos de Huracán, con presión en el medio y salida rápida, pero malas decisiones en los metros finales para definir. Como se dice habitualmente, “el cuarto de hora pasó”, y el partido se acható al nivel que Ferro proponía. Ellos solo llegaron a fuerza de centros sin mayor peligro, finalizando la etapa con la sensación que fácilmente Huracán debió haber tomado algún gol más de ventaja.

Sin embargo, el segundo tiempo fue un tobogán para Huracán, en donde se profundizó la falta de ideas que había evidenciado sobre el cierre de la etapa pasada y en los partidos anteriores. Sólo una llegada a pura gambeta de Milano, el mejor del equipo, en el primer minuto que Cámpora y Villegas no pudieron empujar al gol. Luego la intrascendencia total. Ni los cambios, otra vez realizados tarde y traídos por la obligación le cambiaron la cara al equipo. Ferro, con muy poco y forzado por la derrota, presionó en la mitad de la cancha, sacándoles ventaja a los desconcertados volantes centrales quemeros Leiva y Villarruel. Fue así que un centro desde la izquierda, y ante la impávida defensa quemera Osvaldo Miranda cabeceó la bola absolutamente solo en el punto penal. Sin embargo, la pelota no había tomado suficiente potencia e incluso se dirigía al lugar donde se encontraba parado el golero del Globo Calviño. Pero una vez más Lucas cometió un blooper, ya que la pelota que llegaba mansa a sus manos, rebotó en uno de sus brazos y se le coló en el arco para el 1 a 1.

Empate impensado para un equipo que terminó de desbarrancar. En la jugada siguiente, cabezazo a quemarropa, otra vez de Miranda y ahora Calviño que se estira y salva lo que era el triunfo de Ferro. Los cambios de Sánchez Prette por Villarruel y de Alejandro Quintana por Villegas, que ligó un tremendo taponazo en su pierna derecha, no incidieron en nada, y de allí hasta el final del partido, solo se observó un cabezazo del mencionado Quintana, que se escapó cerca del arco rival.

Nuevamente queda en claro que Huracán es un equipo que además de carecer de ideas en ataque (en el que se nota demasiado la ausencia del lesionado Pablo López), cae en profundos pozos de falta de “actitud”, de los cuales estos jugadores de “experiencia” no logran salir. Además, uno tras otro los esquemas tácticos que intenta Apuzzo se derrumban, con decisiones “poco felices” como la de inventar a Cámpora de wing derecho, derivando en una actuación olvidable del Cachorro; y a lo que, para colmo, debemos sumar, los frecuentes errores garrafales de nuestro arquero Calviño, que otorgan puntos a rivales que son felices de recibirlos

Todo un combo de situaciones, que no nos dejan ver mas que el vaso casi vacío.




Huracán 1-1 Ferro

Síntesis

Huracán: Lucas Calviño; Martín Pautasso; Héctor Desvaux, Alexis Ferrero, Javier Yacuzzi; Lucas Villarruel, Cristian Leiva; Rodrigo Battaglia; Mauro Milano, Mauro Villegas y Javier Cámpora. DT: Néstor Apuzzo. Cambios: 27 2T Alejandro Quintana por Villegas, .32 2T Cristian Sánchez Prette por Villarruel.

Ferro: Carlos De Giorgi; Leandro Martínez Montagnoli, Marcelo Berza, Jonathan Schunke; Facundo Oreja, Esteban Buján, Mario Zaninovic, Sebastián Navarro, Marcos Acuña; Jorge Pereyra Díaz, Osvaldo Miranda. DT: Carlos Trullet. Cambios: 21 2T Marcos Sánchez por Navarro, 42 2T Julio Illanes por Pereyra Díaz.


Arbitro: Mauro Gianini (bien)

Goles: 9 1T Milano (H) define en el segundo palo un centro de Battaglia / 4 2T Miranda (F) de cabeza ayudado por un error garrafal de Calviño que se le escapa la pelota.

Amonestados: Huracán: Villegas / Yacuzzi / Leiva / Ferrero. Quilmes: Miranda / Oreja / Martínez Montagnoli / Berza / Zaninovic / Buján / Pereyra Díaz / Acuña

Expulsado: Oreja (F)

Figura del partido: Sebastián Navarro

Figura del Huracán: Mauro Milano

Este fueron los goles:





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