jueves, 19 de abril de 2012

Nos ganaron mostrándonos su camiseta

Otra derrota más en cancha de River, donde luego de un primer tiempo aceptable, el trámite viró de la mano de una dudosa actuación arbitral y al peso de la camiseta del rival.








Un festejo que duele. El grito del Maestrico González ante el primer gol de River.


A pesar de una seguidilla de malas e insulsas actuaciones, con una derrota incluida poquitos días atrás ante Merlo, más de tres mil quemeros llenaron su espacio en el Monumental, alentados por la esperanza que, la visita a un rival de primer orden, a uno de los dos equipos más grandes de la Argentina, le insufle el suficiente coraje a este plantel, para al menos iniciar un cierre de campeonato que se torne decente, para alejar el peligro de descenso a la tercera categoría y ganarle al candidato más concreto al ascenso.



En el primer tiempo, si bien no se puede decir que Huracán haya tenido una actuación convincente, con muy poco fue superior que un pálido y desteñido River Plate. Los arranques imparables en los primeros minutos de Mauro Milano y la inteligencia de Battaglia eran las armas para acercar situaciones de riesgo a la valla de Vega. La más importante, luego de un lindo “firulete” de Milano para escapar a su marca, llegar al fondo y dar el centro atrás, se escapa fuera por poco tras encontrarse con la cabeza de Hernán González que no le puede dar la dirección necesaria hacia el gol. Todo el peligro que River ejerció sobre la valla de Calviño en el primer tiempo, fue a través de tiros de larga distancia, que no ofrecieron riesgo. En este sentido, al cierre del primer período, ya se comenzaba a escuchar el disconformismo de la gente local, que no veía reacción en su equipo, teniendo en cuenta la derrota que acarreaban de la jornada pasada con Atlanta. A esto había que agregarle que sin ser una actuación formidable, Huracán a base de actitud y concentración le había cerrado los caminos y le había generado algún sofocón.



Yo creo que allí al cierre de ese primer tiempo, luego de la sensación que me quedó de un Huracán que debió terminar ganando, me asaltó otra sensación, el claro presentimiento de saber que el tren había pasado y que algo iba a suceder que iba a cambiar la historia, no precisamente para nuestro bien. Y fue así, que tras buenos cinco minutos de inicio de la segunda etapa, “la tortilla se empezó a dar vuelta”. Para esto fueron importantes dos hechos: el primero a observar, fue la tarea del árbitro Beligoy, que lentamente, casi de forma imperceptible fue cobrando infracciones cercanas a la defensa quemera que comenzaron a dar vuelta las acciones; y la segunda, fue el ingreso en River de Trezeguet y en especial de “nuestro” Maestrico González, que de inmediato por la derecha empezó a complicar a Tavio. Tan así fue, que en la primera mano a mano, tras agarrones mutuos que fueron dejados pasar para un lado op el otro por Beligoy, González llega al fondo, lanza el centro, con la suerte “fallada” para Huracán que Hernán González en la intención de despejar, solo se anticipa a Calviño que esperaba el centro y mete la bola en su arco. Iban 13 minutos y lo que parecía injusto hasta allí comenzaba a torcerse. Y casi del todo se tuerce, cuando dos minutos después tras un corner inventado por Beligoy, las protestas de Ferrero suben de tono, y al árbitro se le hizo muy fácil mostrarle dos veces la tarjeta amarilla y después la roja para sacarlo del juego. Tengo la plena seguridad que eso hace seis meses, con Ferrero luciendo la camiseta de River, no se lo hacía. Pero ahora tiene la de Huracán y fue fácil expulsarlo. No excuso por esto a Ferrero, cuya actitud fue al menos tonta.



Así con el Globo disminuido, a River se le hizo sencillo tomar el control del partido y a Huracán se le cerraron todos los caminos que había propiciado anteriormente. Varios minutos después cayó el gol de Cavenaghi, que recibió un pase entrelíneas de Domínguez con un Globo mal parado en defensa y definió muy “pancho” a la flojita salida de Calviño. Dos a cero y cuestión resuelta. Hasta el final solo quedó tiempo para la expulsión de Tavio, por una patada tipo “Karate Kid” al hombro de Trezeguet. Aquí hay que hacer notar también la “muñeca” de Beliogoy, que le fue más fácil por esa falta sacar a Tavio, cuando en el primer tiempo, Carlos Sánchez de River le metió tremenda patada en la panza a Battaglia y fue solo premiado con amonestación.



De esta manera cerró una derrota de las que lamentablemente estamos acostumbrados en el “Gallinero”, donde parece ser que el peso de esa camiseta, ante el propio Huracán o de la mano de los árbitros de turno, vence de todas maneras (salvo honrosas excepciones) a nuestras escuadras a través de la historia.







River 2-0 Huracán



Síntesis



River: Daniel Vega; Luciano Abecasis, Jonathan Maidana, Leandro González Pires, Luciano Vella; Carlos Sánchez, Ezequiel Cirigliano, Leonardo Ponzio, Lucas Ocampos; Alejandro Domínguez, Fernando Cavenaghi. DT: Matías Almeyda. Cambios: 7 2T César González por Vella y David Trezeguet por Abecasis, 16 2T Martín Aguirre por Ocampos.



Huracán: Lucas Calviño; Gastón Machín, Alexis Ferero, Hernán González, Cristian Tavio; Lucas Villarruel, Cristian Leiva, Rodrigo Battaglia, Jonathan Bustos; Mauro Milano y Javier Cámpora. DT: Néstor Apuzzo. Cambios: 23 2T Gonzlo Martínez por Bustos, 37 2T Mauro Villegas por Cámpora, 41 2T Javier Yacuzzi por Milano.







Arbitro: Federico Beligoy (mal)



Goles: 13 2T Hernán González en contra (RP) de cabeza bate su valla tras centro de César González / 36 2T Fernando Cavenaghi (RP) define ante la salida de Calviño un pase de Domínguez.



Amonestados: River: Vella, González Pirez, Sánchez, Aguirre. Huracán: Ferrero / Villarruel



Expulsados: 15 2T Ferrero (H) / 38 2T Tavio (H)





Figura del partido: César González



Figura de Huracán: Mauro Milano


El video con los goles del partido:


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